sábado, 23 de mayo de 2015

Pentecostés


"Nosotros hemos visto con alegría, mis hermanos, levantarse el día de Pentecostés, donde la Santa Iglesia resplandece a los ojos de los fieles y sus corazones inflamarse. Nosotros celebramos en este tiempo a Nuestro Señor Jesucristo, en su Resurrección y la gloria de su Ascensión, el envío del Espíritu Santo..."

"Este soplo purifica los corazones de su mancha carnal; este fuego consume la vieja codicia; estas lenguas que hablarán los Apóstoles colmados del Espíritu Santo, prefigurarán la difusión de la Iglesia en lenguas  por todas las naciones. Así del mismo modo que después del diluvio la impiedad de los hombre edifica una torre alta contra el Señor, cuando el género humano merece ser dividido en lenguas diversas, sí bien cada nación hablaría en su propia lengua sin ser comprendida por las otras naciones (Gn 11), así la humilde piedad de los creyentes lleva hacia la Iglesia la diversidad de estas lenguas. Así como la discordia que estaba dispersa la caridad la reúne y los miembros dispersos del único género humano serán religados entre ellos con Cristo, el único Señor, y serán recreados por el fuego del amor en la unidad de este cuerpo santo."


"Hermanos míos, miembros del cuerpo de Cristo, semillas de unidad, niños de paz, transcurrid este día en la alegría, celebradlo en la seguridad. Pues lo que estaba anunciado en estos días en que el Espíritu Santo tendría que venir, es lo que se ha cumplido en vosotros. Cada uno de los que reciba el Espíritu Santo hablará el solo todas las lenguas. Es que hoy la unidad misma habla todas las lenguas  en todas las naciones, esta unidad en la que poseéis el Espíritu Santo, vosotros no seréis separados por ningún cisma de la Iglesia de Cristo, ella que habla todas  las lenguas."

San Agustín (Sermón 271)

miércoles, 13 de mayo de 2015

El Sufrimiento y el que Sufre

Fuente: Encíclica Spe Salvi (SS Benedicto XVI)

La grandeza de la humanidad viene determinada esencialmente por su relación con el sufrimiento y el que sufre. Esto es válido tanto para cada uno como para el que sufre. Una sociedad que no consigue aceptar a los que sufren y no es capaz de contribuir, mediante la compasión, a hacer que el sufrimiento  sea compartido y soportado interiormente, es una sociedad cruel e inhumana...