sábado, 11 de marzo de 2006

Biología e Información


Como introducción a la sorprendente realidad acerca de la que vamos a dialogar, valga la pena comentar las siguientes situaciones para definir juntos que es lo que todas ellas comparten:

1) Imagínese a sus hijos terminando sus vacaciones en la apasionante belleza de un parque nacional. Uno de ellos piensa en su mente (originado en la neurotransmisión) el contenido de un oración: «Familia, vamos en camino». Se lo dicta a su hermano (en forma de ondas sonoras, fruto de compresión y descompresión de moléculas en el aire), quien lo traslada velozmente al teclado de su celular como mensaje de texto (letras en cristal líquido). La frase es convertida por el teléfono en ondas de radiofrecuencia, las cuales viajan hasta otro teléfono, que las decodifica nuevamente a cristal líquido, para que una persona identifique las letras y las incorpore a su mente con un nuevo evento de neurotransmisión.

Sin duda alguna, ni el cerebro del emisor ni el del receptor, ni el aire, ni las ondas de radio ni ambos teléfonos han sufrido cambios estructurales desde el punto de vista físico o químico a lo largo de este proceso, que hoy por hoy parece más que cotidiano. Sin embargo... ¿cabe alguna duda de que algo ha viajado por todo el camino?

2) Piense en la computadora frente a la cual está sentado, repleta de estructuras diseñadas en acero, cobre y silicio, con altísima precisión, o en el monitor desde el cual lee estas letras en este instante, o en el teclado a partir del cual inició la búsqueda merced a la cual dio con nosotros. Todo este bagaje es lo que se designa con el anglicismo hardware. Y también con otro anglicismo, software, casi intraducible en castellano, se denomina a los programas (Windows®, Linux®, Internet Explorer®, etc.), los archivos de texto, las páginas web, las hojas de cálculo y un largo etcétera, sin las cuales nuestras orgullosas computadoras se diferenciarían muy poco de una plancha o una heladera. ¿Qué es lo que ocurre? Los programas no modifican la estructura física ni química de nuestros ordenadores, pero los hacen operativos.

¿Qué es lo que ambos ejemplos comparten? ¿Qué es aquello que ha viajado entre la gente que disfrutaba del parque nacional y sus familiares? ¿Qué es lo que hace que entre usted, sentado frente a su computadora y yo frente a la mía, estemos conversando el contenido de este ensayo?

Lo que ambos ejemplos comparten es la INFORMACIÓN, esa maravilla notable que la lingüística primero, y sobre todo las computadoras después, nos han enseñado a conocer. Y es fundamentalmente lo que nos ayuda a entender cual es la concreta y real diferencia entre los seres bióticos (animales, vegetales, hongos, bacterias y nosotros) de aquellos abióticos, esto es, de aquellos que no tienen vida. Nosotros, los seres vivientes, llevamos con nosotros descomunales cantidades de información, lo cual nos convierte en mucho más que un amasijo de carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno más pizcas de azufre, fósforo, hierro y otros elementos. No estamos sujetos tan sólo a la obediencia incondicional a las leyes físicas y químicas que rigen el Universo. No existe explicación pura y exclusivamente materialista capaz de explicar la vida... somos información, información creada en forma inteligente, con un fin, con un propósito.

¿Pero acaso el celular transmitiendo el mensaje no obedece al pie de la letra las leyes de la física? Sin dudas que lo hace, pero el celular es incapaz de escribir el mensaje de modo espontáneo o aleatorio per se (ese mensaje ha diseñado y dispuesto por la mente del emisor).

¿Dónde, se preguntarán ustedes, se encuentra el "transportador" de esta información? El software de la vida se encuentra contenido fundamentalmente en una molécula llamada técnicamente ácido desoxirribonucleico, aunque es más simple sin dudas recordar su sigla: ADN.

Molécula de ADN. Las bases nitrogenadas están representadas con colores artificiales.


Esta molécula se encuentra esta molécula en el núcleo celular y en organelas como las mitocondrias y los cloroplastos. El ADN, desde el punto de vista químico, está constituido por:

- ácido fosfórico

- un hidrato de carbono (la desoxirribosa)

- cuatro bases nitrogenadas apareadas, la adenosina, la timidina, la guanidina y la citosina (con nuestro orgullo vernáculo, las recordamos mnemotécnicamente como Aníbal Troilo y Carlos Gardel).


En términos simples, el ADN forma largas cadenas de bases enfrentadas entre sí (A-T, C-G; etc., etc., etc.), dando lugar a una molécula que se pliega sobre sí misma como una escalera de caracol ("doble hélice"), la cual a su vez se compacta una y otra vez de forma sumarísima en el interior de nuestras células. De ese modo, en este "alfabeto" de 4 letras (A, T, C, G) la información se transmite codificada, por copias y copias, a cada siguiente generación.

Ahora bien, si allí está contenida la información que es copiada de célula a célula y de generación a generación, ¿no cabría plantearse que el ADN de por sí es un ser viviente? Nada más erróneo, ya que la molécula de ADN necesita de una maquinaria proteica para copiarse a sí misma.

¿Entonces podemos afirmar que el ADN es la información de la vida? Tampoco, como leíamos líneas arriba, el ADN no es la información sino que es el transportador de la misma, su mensajero. Si el ADN no se decodifica correctamente, no dará lugar a ningún mensaje útil... pese a seguir siendo ADN. De hecho, la maquinaria necesaria para la adecuada decodificación del mensaje está formada por distintas proteínas y de otros ácidos nucleicos.

Como paradoja, para que esas proteínas existan deben haber sido primero decodificadas a partir del ADN... o sea, se requiere ADN para la síntesis de proteínas... ¡y se requieren proteínas para la decodificación del ADN! No es posible concebir la biología molecular sin que simultáneamente AMBOS tipos de moléculas hayan sido creadas (otro escollo insalvable para la generación de seres vivos a partir de materia inerte por fruto del azar...)

Retomando el contexto anterior, al reproducirnos, los seres vivos transmitimos merced al ADN información a nuestros descendientes, permitiendo a las proteínas contenidas en cada óvulo fecundado la generación completa de un nuevo ser. Por lo tanto, resulta tan fascinante desde el punto de vista científico como contundente desde el punto de vista filosófico. Así, parece claro que en esa nueva combinación genética, fruto de ADN materno y paterno, se gesta un nuevo ser vivo, único, irrepetible, pleno de derechos desde el primer momento (entre ellos, del primero e innegable derecho a la vida).

Pero... ¿qué ocurre cuando la secuencia de ADN sufre un cambio? Estamos ante lo que conocemos desde el punto de vista científico como mutación, esto es, un cambio en la estructura del ADN, fruto de distintos estímulos capaces de inducir cambios (rayos cósmicos, la radiación ultravioleta del Sol, los frutos de un accidente nuclear, distintos agentes carcinógenos, toxinas, fallos en los mecanismos de control y reparación del ADN, y un largo etcétera)

Estos cambios o variantes son en general indeseables, ya que la modificación de la estructura del código genético impide su correcta expresión, con efectos dañinos y muchas veces mortales para el individuo. Las mutaciones, de hecho, suelen empobrecer al ser vivo comprometido desde el punto de vista genético.

Desde una perspectiva estrictamente humana, hemos podido sacar ventaja de algunas de esas mutaciones (imaginemos, sin ir más lejos, un árbol productor de mandarinas sin semillas. Para el vegetal, representa su propia condena por la imposibilidad de reproducción desde el punto de vista convencional; para nosotros, es una mandarina mucho más cómoda para ser devorada). Dicha planta en su medio ambiente convencional se extinguiría sin remedio. Con los cuidados adecuados, los humanos logramos perpetuarla para nuestra comodidad.

Queda claro con estos conceptos que la aparición de una mutación no sólo NO AUMENTA el potencial genético de una especie, sino que resulta deletéreo para el individuo. ¿Cómo explicar entonces el argumento según el cual la mutagénesis ha resultado en evolución de las especies con INCREMENTO del código genético, haciendo que con el transcurso de variaciones fortuitas un alga unicelular se convierta en un protozoario, o un animal unicelular se convierta en una colonia multicelular, o un pez desarrolle miembros para caminar, o un antropoide primitivo desarrolle una civilización?

Suena tan probable como los cuentos de hadas en que las ranas, merced a un hechizo, «evolucionaban» a príncipes...



Publicado en formato 1.0 en marzo de 2006

miércoles, 1 de marzo de 2006

11 de Septiembre... de 1683



Todos recordamos claramente la barbarie vivida el 11 de septiembre de 2001, en la cual miles de civiles de variadas nacionalidades y credos perdieron la vida en la sucesión de atentados terroristas, perpetrados presumiblemente por Al Qaeda, en la ciudades estadounidenses de Nueva York y Washington.


Acaso nunca podrán entenderse las razones que propulsaron a los autores materiales e intelectuales de semejante genocidio. Pero quizás resulte interesante detenernos en la razón de la elección de la fecha para este acto criminal.

Para ello, es conveniente viajar en nuestra mente hasta la Europa del siglo XVII. Si nos situamos históricamente en 1683, veremos a la Francia de Luis XIV en plena consolidación como potencia regional, amenazando al Imperio Austríaco de Leopoldo I, sacudido también por rebeliones del pueblo húngaro. Sin embargo, el emperador tenía un motivo aún mayor para preocuparse...

El monumental Imperio Otomano, regido férreamente por el gran visir Kara Mustafá, era dueño de la actual Turquía, de los Balcanes, y de los modernos territorios de Egipto, Libia, Túnez, Marruecos y Mauritania. Ejercía un amplio dominio del Mediterráneo Oriental desde el siglo XV y nuevamente se hallaba ante las puertas de Viena, como había ocurrido en 1529. La potencia militar y estratégica turca inició el sitio de la ciudad el 16 de julio de 1683.

Entre los aliados al Imperio Austríaco se encontraba Polonia, cuyo rey Juan III Sobieski («el león del Norte») aportó un generoso número de tropas, pero, fundamentalmente, hizo que las mismas se consagraran a la Virgen María y participaran del sacrificio eucarístico. Así, se inició a las puertas de la ciudad de Viena la gran batalla entre el ejército europeo de 75 mil hombres y el ejército otomano de al menos 200 mil soldados.

La victoria del ejército austropolaco evitó la caída de Europa Occidental ante el Islam. «Veni, vidi, Deus vicit» sostuvo el rey polaco en ese inolvidable 11 de septiembre, fecha en que se inició la batalla para concluir al día siguiente, el cual quedó instituido como el día del Dulce Nombre de María en agradecimiento a Nuestra Señora.

Conociendo esto... ¿creen todavía que la elección de la fecha de la aberración ocurrida en 2001 ha sido fruto del azar?


Revista Digital Fides et Ratio (Argentina)
Publicado en formato 1.0 en marzo de 2006

¿Quiénes somos?



Revista Digital Fides et Ratio es un sitio argentino en Internet cuyo objetivo esencial es la divulgación científica desde una perspectiva católica. Fue fundado el 1ro de marzo de 2006 (solemnidad de San Albino, patrono de nuestra página) y se editó en formato Web 1.0 hasta fines de agosto de 2009. Desde entonces, nuestros artículos se publican en formato de blog y todo el contenido previo es accesible desde el nuevo diseño.

Intentamos desde estas líneas exponer la realidad sobre el falso e inexistente conflicto planteado entre la Fe y la razón, que ha convertido a la ciencia en un elemento funcional a los intereses de sectores influyentes que sólo desean alejar al Creador de sus creaturas.

Nuestro portal no pretende ser un tratado sobre Apologética (existen muchos y muy buenos sitios, elaborados por personas y organizaciones con excelente capacidad catequística), ni tampoco una fuente académica. Intenta ser tan sólo un sutil aporte realizado por hombres de ciencia que creemos firmemente en el verdadero Camino, la Verdad y la Vida.

La Revista cuenta con numerosas secciones fijas:

- Biología: enfocamos aspectos relacionados con la ecología, la salud y el debate sobre el evolucionismo, entre otros.

- Astronomía y Física: intentamos llevar al público general los conocimientos en estas áreas, con un lenguaje accesible y sencillo, vislumbrando la grandeza del Creador en cada aspecto de lo creado.

- Historia: recordamos hechos históricos, algunos rodeados de falsas controversias. En especial, destacamos las maravillas de las apariciones marianas y la veracidad histórica de diversos relatos del Antiguo Testamento.

- Biografías: narramos las vivencias de santos, beatos y otras vidas ilustres.

- Anecdotario: un rincón para disfrutar de reflexiones, obras de ficción y otras crónicas para el alma.

- 2 Tes 2: en alusión al 2do capítulo de la 2da carta de San Pablo a los Tesalonicenses, encendemos la alarma acerca de numerosos neopaganismos y leyendas negras que pueden entorpecer nuestra relación con la Trinidad Santísima.

- Artículos Especiales: es una sección dedicada a temas variados que merecen un enfoque particular.


Del mismo modo, nuestro sitio cuenta con una Videoteca sobre temas seleccionados, por medio de un canal en el portal Youtube. Les recordamos que todo el contenido del sitio puede ser reproducido. En ese caso, agraderemos que se tenga a bien señalar su procedencia o bien relacionarlo hasta aquí mediante un hipervínculo.

¡Bienvenidos! ¡Qué Dios los bendiga!

Apuntes sobre el Big Bang




Según la mayor parte de los científicos actuales, todo el universo conocido se habría originado hace cerca de 15 mil millones de años a partir de una «materia primordial» infinitamente pequeña y densa, la cual habría estallado en lo que se conoce como Big Bang (anglicismo que podría traducirse como «Gran Explosión» en nuestra hermosa lengua).

Uno de los aspectos indiscutibles de la ciencia de nuestros días es la necesidad de la verificación experimental, esto es, de corroborar lo que sostenemos o afirmamos como hipótesis o teorías con argumentos demostrables. Entre estos principios se encuentran las llamadas leyes de la Termodinámica, fundamentales para comprender, entre otras cosas, como funcionan sistemas tan cotidianos como los motores de los automóviles o de las heladeras de hoy día.

La primera ley de la Termodinámica nos recuerda el llamado principio de conservación de la energía, esto es, que la energía no se crea ni se destruye.

La segunda ley de la Termodinámica sostiene, en términos concretos, que el desorden de un sistema (la entropía, técnicamente hablando) tiende a incrementarse. Esta ley incluye resumidamente 2 formas o principios:

- el primero (o de Kelvin-Planck), según el cual es imposible extraer de un cuerpo a alta temperatura la totalidad de dicha temperatura para generar un trabajo, sin que parte de ese calor se disipe (es por ello que no existen "motores perfectos")

- el segundo (o de Clausius), según el cual no puede transportarse calor de un cuerpo más frío a otro más cálido sin consumo de energía (no habrá flujo espontáneo de energía de un cuerpo frío a otro más cálido, motivo por el que no existen "heladeras perfectas" y por el cual las compañías de electricidad nutren sus arcas merced a nuestros equipos de refrigeración)

En consecuencia, en todo sistema siempre se consume energía y gran parte de ella es disipada como calor. Esta ineludible premisa se aplica a los seres vivos (como sistemas biológicos que somos), a los artefactos eléctricos, a la computadora que usted está empleando y al universo todo, como sistema que es. De hecho, las estrellas generan una gran cantidad de calor el cual no es energía recuperable.

Siguiendo este modelo, las estrellas en algún momento deberían agotarse en su totalidad. Siempre respetando las inmutables leyes de la termodinámica, es claro que el universo no es eterno (si lo fuera, ya debería haberse "apagado") y probablemente ni siquiera es muy antiguo. Además, dado que los principios físicos son iguales en todo el universo y no varían con el paso del tiempo... ¿cómo explicar la existencia de una partícula infinitamente densa y pequeña, inconcebible para las rígidas leyes de la física, que espontáneamente surgió de una nada previa?

Desde un punto de vista racional y objetivo (científico, en suma), la hipótesis de la Gran Explosión parece más bien una pincelada de imaginación y bella poesía en lugar de una rigurosa y demostrable teoría. Quizás simplemente sea un intento más de hacernos olvidar esa poesía mucho más bella y nada imaginativa, en la cual un Ser infinitamente más inteligente, sabio y pleno de amor que cualquiera de nosotros dio origen ex nihilo al magnífico e inabarcable Universo en que vivimos.

La Estimulación Temprana

La Estimulación Temprana es una disciplina en la que se trabaja con niños de 0 a 3 años, momento muy importante de la vida en el que aparecen adquisiciones básicas tanto desde el punto de vista psicológico como motriz.

Existen determinadas enfermedades que pueden comprometer el desarrollo psicomotor normal de un niño, y es fundamental, como en todo acto médico, el diagnóstico precoz, para así asegurarnos el desarrollo funcional teniendo en cuenta las posibilidades que todos los niños poseen.

Se trabaja con acciones sensitivas, motoras, vinculares, organizativas y del comportamiento, buscando un equilibrio que se obtiene entre las posibilidades motrices y la plasticidad cerebral.
Los terapeutas en Estimulación Temprana somos profesionales del área de la Salud quienes nos capacitamos, a través de un curso de postgrado, especializándonos en el desarrollo de la primera infancia, partiendo de la normalidad para detectar las desviaciones.

Hay ciertas enfermedades que implican factores de riesgo, para lo cual es importante realizar en forma temprana el abordaje, tratamiento y seguimiento de los niños que las poseen. También muchas veces se trabaja preventivamente desde el embarazo, orientando y educando desde el seno de la familia misma.

Además de contarles someramente lo que es la Estimulación Temprana, deseo transmitirles a todos los papás y familiares de niños que, por alguna causa, deben transitar este camino que lo que están haciendo es muy importante para sus niños. Pienso que, además de todos los recursos terapéuticos humanos que son insustituibles, es muy importante tener mucha Fe y rezar pidiendo cada día por el avance de nuestros niños.

Todos tenemos posibilidades y limitaciones y cada uno de nuestros hijos posee su propio tiempo para lograr cada una de las pautas propuestas. Ellos, como cada uno de nosotros, pueden lograr con más facilidad algunas cosas que otras que les cuestan más.

Pero creo que es mucho más fácil si nuestros compañeros para transitar este camino son el mismo Jesús y su madre, María.
Dra. Mariana Ferrari
Médica especialista en Pediatría y Estimulación Temprana