viernes, 1 de diciembre de 2006

Congreso Internacional sobre Discapacidad (2006)

Estoy sumamente contenta y agradecida de contactarme nuevamente con ustedes para poder contarles que del 2 al 4 de noviembre de 2006 se realizó en la Ciudad de Buenos Aires el Congreso Internacional sobre Discapacidad, organizado por la Congregación de los Siervos de la Caridad (Obra de Don Guanella), bajo el lema «... Dando pasos para la inclusión de todos... »

Participaron profesionales que representaron a Chile, Paraguay e Italia, así como a nuestra Argentina. El clima vivido en el Congreso fue maravilloso y acogedor; deseo compartir con todos ustedes la emoción vivida al escuchar testimoniar por vez primera a la familia de un pequeño a quien asistimos como estimuladoras tempranas desde los cuarenta días de vida de ese solcito hecho niño.

No puedo dejar de mencionar el hecho de conocer personalmente a Mariano y a su padre Jorge, catequista, autor de su sorprendente libro «¿Por qué a nosotros?», que me llegó profundamente al corazón.

El Congreso contempló una gran variedad de temas, entre ellos el cumplimiento de las leyes y los proyectos que favorecen la inclusión de todas las personas con distintas capacidades en los diferentes ámbitos de la vida.


Don Guanella

Para ello, es crucial no olvidar que todos estamos hechos a imagen y semejanza de Dios. Más allá de la religión, tengo la firme convicción de que debemos tratar de ser mejores personas cada día, con lo cual nuestro trato y relación crecería si así nos lo propusiéramos. Creo que, gracias a Dios, es mucha la gente que trabaja para lograrlo.

Una vez más agradezco profundamente la emoción vivida en esos tres maravillosos días, fruto de aquellas personas que organizaron y participaron del Congreso, incluyendo a los grupos de teatro y danza y a las familias que dieron testimonio. En especial, deseo nombrar al padre Jorge, a Rosa, a Julia y a Nancy y Ricardo, quienes lograron conectarme con las emociones más profundas de mi alma.


Dra. Mariana Ferrari (médica especialista en Clínica Pediátrica y Estimulación Temprana)
Publicado en formato 1.0 en diciembre de 2006

Los chakras

Uno de los aspectos más peligrosos de las disciplinas vinculadas a la New Age es la de los llamados «chakras», que en realidad constituyen un verdadero circuito de prácticas paramédicas de fortísimo contenido ocultista. Para comprender en detalle este tema, trataremos en este artículo de analizar el tema desde sus orígenes y con la más absoluta de las sinceridades.

Quizás sea oportuno iniciar este ensayo sobre la raíz filosófica y cultural de los chakras, que es el yoga (del sánscrito «yug», unión). El yoga consiste en una práctica vinculada con la religión hindú, según la cual existe una energía impersonal poderosa, envolvente de toda la realidad, que fluye en todo lo existente, manifestándose incluso en distintas divinidades. Una de ellas es la conocida imagen de Shiva, ícono de la cultura de la India.




Este principio filosófico, según el cual todo lo existente forma parte de una misma sustancia, se conoce como «monismo», cuya máxima expresión es el panteísmo, que sostiene que todos los seres animados e inanimados conforman la divinidad («todo es Dios y Dios es todo»). Ya existían elementos monistas en los tiempos del gnosticismo (siglos I y II de la Era Cristiana), claros frutos de intentos de sincretismo con cultos primitivos.

El panteísmo y el monismo se encuentran en contradicción abierta con el cristianismo, ya que no consideran la existencia de un Dios Personal, Perfecto y Creador. Por otro lado, no debe olvidarse que un elemento clave de las creencias y filosofías del hinduismo es la reencarnación, férreamente contraria a lo expresado en la Biblia y sobre la que hemos hecho referencia en un artículo previo de esta misma sección.

Precisamente, una de las formas de «liberación del espíritu» atrapado en la realidad material física se lograría mediante la práctica del yoga, por medio de la meditación, las posturas corporales y la «alteración del estado de conciencia». Existen para ello distintas escuelas dentro del yoga, de las cuales detallaremos fundamentalmente al Hatha Yoga (la más popular en Occidente) y el Kundalini Yoga.






El Hatha Yoga es acaso la forma más difundida de esta disciplina, en la cual los distintos ejercicios físicos y las posturas permiten preparar el cuerpo y la mente para lograr finalmente un estado alterado de conciencia. En particular, los ejercicios respiratorios se usan para controlar la citada energía impersonal que, según el hinduismo, fluye a través de todo lo existente.

Es interesante notar los fuertes paralelos entre este concepto y la prácticas del rei ki o del feng shui, donde se elimina la idea de un Dios personal. Lo cierto es que, de acuerdo con el yoga, los estados alterados de conciencia permiten el control de la «energía», la cual se manifiesta en los llamados chakras.

Es prioritario para quienes nos llamamos católicos remarcar que NO es posible desvincular la práctica de los ejercicios del yoga del paganismo abierto que lo rodea, y que no es posible comparar la oración cristiana (en la cual nos centramos en Nuestro Señor Jesucristo) con los mantras, las experiencias extrasensoriales o la abolición del pensamiento de «poner la mente en blanco», las cuales no son más que puertas abiertas para que el enemigo ingrese sin tapujos.

No en vano, la práctica de los chakras y el Kundalini Yoga se basan en «despertar a la serpiente». Quizás nos baste con recordar la última experiencia de la Humanidad a la hora de dialogar con la Serpiente...

Como hemos mencionado, distintas filosofías orientales interpretan la presencia de una energía impersonal que fluiría a través de lo existente, carente de absolutos, ética o moral, ya que la misma sería buena o mala en función del uso que se le brinda. De acuerdo a esta concepción de la realidad, a lo largo del cuerpo humano existiría una red de «canales» preparados para el pasaje de la citada energía. En aquellos lugares supuestos en los cuales estos canales se cruzarían, se generarían «puntos de acumulación» de energía psicofísica, denominados chakras por sus cultores. Como pueden imaginarse, los citados chakras están mapeados y se han descripto varios decenas de miles... pero siete, y tan sólo siete, son los declamados como de suprema importancia para la explotación de la energía que por ellos fluiría.


Como corresponde a otros paganismos (incluyendo al zodíaco, a numerosas prácticas de hechicería y -¿llamativamente?- al nazismo esotérico), cada uno de los mencionados 7 chakras principales tiene un correspondiente color, sonido, función psíquica, gema, simbología, órgano interno representativo, enfermedad asociada e incluso alimentos vinculados. Estos puntos se localizarían en forma ascendente desde la base de la columna al centro de la frente y, siempre de acuerdo a las enseñanzas tántricas, se encuentran unidos por un «conducto» llamado Susumma. En el inicio de ese conducto a nivel del sacro se encuentra, enrollada sobre sí misma, una serpiente dormida, cuya cabeza bloquea en primera instancia la entrada a Susumma: es la llamada Kundalini, la cual debe ser despertada para permitir que la energía impersonal fluya a lo largo de la Susumma hasta llegar al último de los 7 chakras, momento en el cual el practicante se unirá con Shiva.






Lo que acaban de leer, si bien se asemeja a un relato épico o una novela de Edgar Allan Poe, es uno de los principales elementos de las mal llamadas medicinas alternativas y una de las piedras angulares del movimiento de la Nueva Era.

Despertar a la Serpiente Interior, mediante las técnicas de respiración y los ejercicios del yoga, lleva a una progresiva alteración de los estados de conciencia. De más está decir que la práctica del Kundalini Yoga no deja de ser una elaborada forma de ocultismo, con la presunción de la existencia en su interior de un «monstruo energético» agazapado a la espera de ser despertado.


Es prudente reflexionar y aclarar que:

- NO EXISTE práctica de yoga sin aplicación conjunta de su filosofía

- uno de los primeros métodos que los practicantes utilizan para «despertar a Kundalini» son las asanas (posturas)

- el objetivo fundamental de toda la práctica del yoga es el de escapar del «mundo irreal físico» en el que vivimos (el maya) para llegar al moksha, estado en el cual se escaparía del ciclo de reencarnaciones a la cual los seres vivientes se verían sometidos.

Sobra todo comentario para aclarar la más absoluta incompatibilidad entre el yoga y el catolicismo, entre estas prácticas y la medicina científica, y la alarmante semejanza entre distintos ritos paganos demonólatras y el Kundalini Yoga.

No es redundante que destaquemos una característica común a todos los paganismos: el supuesto vínculo entre algunos elementos esotéricos con datos y percepciones del mundo concreto y real. Así, el zodiaco describe una correlación entre cada signo astrológico con gemas o colores, por ejemplo. Su hija dilecta, la «ciencia» de las flores de Bach, conserva la misma asociación entre signos zodiacales y le adiciona aromas, entre otras cosas. Ocurre lo propio con el extenso festival de patrañas semejantes (entre los cuales se encuentran los hipotéticos poderes de las gemas, uno de los aspectos más destacables del nazismo esotérico).

De acuerdo a las prácticas del Kundalini Yoga, al despertar a la «serpiente interior», se activarían los centros energéticos llamados chakras, los cuales «vibran» a distintas frecuencias, las que permitirían a sus cultores acceder a cierto poder para satisfacer determinados deseos.

Así, a medida que el practicante accede a «instancias superiores de energía», se encontraría en condiciones de vigorizarse interiormente y viviría entonces una vida más «plena y significativa». En palabras del yogui Bhajan, «hombres de gran sabiduría estudiaron sobre los chakras, como funcionan sus pétalos, sus sonidos, su infinidad, su correlación, su poder. Se dieron cuenta de que la vida de un ser humano está basada totalmente en estos chakras. Desarrollaron una ciencia completa: esta ciencia dio a luz la Kundalini Yoga. Así nació la Kundalini Yoga


En efecto, cada uno de los mencionados chakras se vincula con sonidos, colores, gemas... como ocurre con infinidad de otras prácticas paganas (cualquier semejanza con otros ocultismos no es pura coincidencia). Como ya se ha citado, son 7 estos presuntos centros energéticos diseminados desde la base de la columna (la región sacra) hasta el mismo sistema nervioso central. Estos chakras, que se activarían de "abajo" hacia "arriba", se denominan en relación con la topografía y el color asociado:

- Chakra "raíz" (genitales): vinculado con la sexualidad y el rojo o naranja

- Chakra "umbilical" (bazo): vinculado con el temor y el rojo, azul o verde

- Chakra "del plexo solar" (hígado): relacionado con las emociones y los mismos colores


Chakra "del corazón" (timo): asociado con la compasión y el color azul

Chakra "de la garganta" (tiroides): en relación con la creatividad y el plateado

Chakra "de la frente" (hipófisis): vinculado con el "tercer ojo" y el violeta

Chakra "de la corona" (glándula pineal): la "iluminacióN" y la luz blanca


Existen variantes según la literatura consultada, en relación a los colores y las denominaciones de los chakras, fenómeno de dispersión frecuente de observar también en otras disciplinas ocultistas. En lo que encontramos franca coincidencia es en el presunto aumento de experiencia psíquica a medida que el practicante «abre» chakras cada vez más elevados (J. Benkovic cita incluso en su «New Age Counterfeit» que al acceder al último chakra el yogi tiene el “poder de realizar milagros”).

El proceso de “salvación a través de la Serpiente”, el “poder de realizar milagros”... ¿no recuerda mucho a aquel engaño de “se les abrirán los ojos y serán como dioses...” del Génesis? De hecho, el sexto chakra, «el tercer ojo», es citado en algunas fuentes como «el ojo divino» que permitiría ver imágenes del pasado y del futuro (nuevamente «ser como dioses»...)

Las similitudes con otras formas de ocultismo (y hasta con ciertas alícuotas de satanismo) deberían hacer pensar muy seriamente a quienes nos consideramos cristianos, que estas prácticas no son más que un paganismo sistematizado y peligroso. Oremos para que, entre tamaña confusión, jamás perdamos el sentido del estrecho camino que lleva al Padre.

«Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. Y nada tiene de extraño: que el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. Por tanto, no es mucho que sus ministros se disfracen también de ministros de justicia. Pero su fin será conforme a sus obras» (2 Cor, 13–15)
Publicado en 3 partes en formato 1.0 entre diciembre de 2006 y febrero de 2007

Anticoncepción Quirúrgica

Los pueblos de Latinoamérica hemos vivido en la segunda mitad del siglo XX la arbitrariedad de varias dictaduras salvajes que incluyeron en su modus operandi el terrorismo de Estado. Con mayor o menor éxito, nuestras naciones han intentado el regreso a formas republicanas de vida, sin que necesariamente muchas de las heridas abiertas se subsanaran.

El caso particular de la Argentina incluyó la ferocidad del terrorismo de las guerrillas, la violencia de la dictadura y una guerra inicua contra el Reino Unido. Muchas personas fallecieron en campos de concentración, rememorando a menor escala las aberraciones del nazismo.

Quizás el componente más doloroso de esta situación sea que los argentinos en particular hemos aprendido muy poco de nuestra historia. De hecho, el regreso de la ideología nazi a nuestros gobiernos falsamente republicanos es un hecho concreto, plasmado en la Ley de Anticoncepción Quirúrgica.

Era una práctica frecuente y vanagloriada la esterilización de centenares de personas en el Tercer Reich. De acuerdo a múltiples registros (incluyendo los Juicios de Nuremberg), hombres y sobre todo mujeres («vidas que no merecen ser vividas», según la dialéctica nazi) eran quirúrgicamente esterilizadas para evitar su perpetuación como raza, cultura o pueblo.

Sin debate social y virtualmente sin debate parlamentario, una práctica antes considerada delictiva por «lesiones gravísimas» por el Código Penal Argentino se ha convertido en un «derecho». La ley permite a toda persona mayor de edad ser sometida a esterilización quirúrgica sin el acuerdo del cónyuge.

Los procedimientos incluidos en esta aberración jurídica son:

- la ligadura tubaria («ligadura de trompas»), merced a la cual se evita la migración habitual del óvulo rumbo a la eventual fecundación


Esquema simplificado de ligadura tubaria


- la vasectomía, que consiste en la sección de los conductos deferentes del sistema reproductor masculino, sin compromiso de la erección del pene


Esquema simplificado del procedimiento de vasectomía

Es interesante destacar que las políticas del nazismo simplemente se han adaptado a los tiempos modernos, ya que, en lugar de esterilizar detractores del régimen o personas malconsideradas racialmente inferiores, la realidad permite ahora esterilizar a los pobres, para que no crezcan en número y no consuman los recursos (¿recuerdan a Malthus, padre ideológico de Darwin?).

¿Es que acaso nuestros dirigentes creen que los pobres son la causa del problema, y no lo es la concentración de la riqueza en pocas manos? ¿O tal vez no consideren que nuestros pobres deben recibir techo, comida y trabajo y no ser eliminados en nombre de un progresismo mentiroso y prepotente? ¿O quizás simplemente se intenta servilmente controlar a la población, obedeciendo las directivas de países centrales apasionados por los recursos naturales ajenos?

Además, sin bien en uno de sus artículos la ley prevé la objeción de conciencia por parte de los profesionales, paralelamente obliga:

- a la realización gratuita de esta práctica a todas las organizaciones de la seguridad social

- a «disponer de reemplazos necesarios en forma inmediata» por parte de las autoridades de los establecimientos asistenciales en caso de objetores de conciencia (¿cuánto tiempo más deberemos esperar para la existencia de «listas negras» de médicos provida que seamos marginados de nuestras tareas...?)

Resulta profundamente doloroso para quienes hemos vivido la dureza de las dictaduras observar que este modelo neonazi, apoteosis de la cultura de la muerte y profundamente anticristiano, se erige con un disfraz de república para exterminar a la población en nombre del dios del dinero. Sin dudas, sólo el camino de la conversión, de volver con ojos sinceros al único Rey del Universo, de orar a diario por nuestros dirigentes, puede redimirnos de las crueldades que cometemos contra nuestros hermanos.

Publicado en formato 1.0 en diciembre de 2006

Las 5 Piedritas de Medjugorje


Una de las apariciones marianas más destacadas de nuestro tiempo es la de Medjugorje (Bosnia), que se inició el 24 de junio de 1981, en pleno imperio comunista de la entonces Yugoslavia.


Como en todas las demás manifestaciones de la Santísima Virgen María, el mensaje central es el llamado a la conversión, es decir, el volver a Dios. Los medios para esa conversión se especifican del mismo modo en todos los mensajes marianos, pero, en el caso particular de Medjugorje, existe una hermosa analogía con el episodio de David y Goliat (1 Sam 17), en el cual el rey derrotó al gigante con una piedra y una honda.

Las llamadas «cinco piedritas», como les gusta llamarlas a los habitantes de Medjugorje, son:

-> la oración: nuestro tiempo diario para dialogar con Dios es fundamental, así como la oración en familia y en comunidad, en especial merced al Santo Rosario y al Credo.

-> el ayuno: como todas las penitencias, es santificador y atrae favores especiales de Dios. Podemos hacerlo de distintos modos, tanto desde el ayuno a pan y agua como mediante la privación de gustos a los que nos hemos habituado, ofreciendo este sacrificio para que se realice el plan de la Virgen.

-> la Eucaristía: en palabras textuales de María «los invito a enamorarse del Santísimo Sacramento del Altar. Adórenlo, hijitos, en sus parroquias, y de esta manera estarán unidos al mundo entero. Jesús será su Amigo y ustedes no hablarán de Él como de Alguien a quien escasamente conocen. La unión con Él será una alegría para ustedes y ustedes se convertirán en testigos del Amor que Jesús tiene por cada criatura. Hijitos, cuando ustedes adoran a Jesús también están cerca de mí.»

-> la Reconciliación: de la cual viene la paz en nuestra relación con Dios, con nuestros semejantes y con nosotros mismos, crucial en nuestros tiempos de un mundo sin paz.

-> la lectura de la Biblia: Nuestra Señora se lamenta porque nos hemos olvidado de la Biblia; Ella nos recomienda que ocupe un lugar visible y central, para leerla con frecuencia.

Estas cinco piedritas nos conducen a la conversión, cuya meta es la paz, otorgada como recompensa y como verdadero don. No en vano las apariciones de la Santísima Virgen en Medjugorje son bajo la advocación de Nuestra Señora de la Paz.

miércoles, 1 de noviembre de 2006

El Sol y los Neutrinos


El asombro que nos genera nuestro conocimiento sobre el Sol es cada vez mayor. Desde la óptica de la Fe, sólo nos queda admirar la perfección de lo creado. A los ojos de la ciencia, la excepcionalidad del Sol en relación con otras estrellas se hace notable y obliga a una lectura trascendente de la realidad del Universo.

Como hemos mencionado, una parte importante de la energía producida por el Sol (que llega a nosotros fundamentalmente como luz, calor y rayos ultravioleta) se genera mediante fusión nuclear. Tratando de ser simplista, lo que ocurre en este proceso es que los núcleos de los átomos de hidrógeno, el elemento más abundante del Sol, sometidos a gigantescas presiones y temperaturas, se fusionan unos con otros dando lugar a núcleos de átomos de helio. Parte de la materia involucrada en este proceso se convierte en energía, de acuerdo con valores conocidos y establecidos, y parte de esa energía es canalizada a través de unas partículas llamadas neutrinos.

Así, sabemos que:


4 núcleos de hidrógeno --> 1 núcleo de helio, 2 positrones, 2 neutrinos


4 H+ --> He2+ + 2 e+ + 2 ve



Muchos de nosotros recordamos a las partículas subatómicas llamadas protones, neutrones y electrones. En realidad, el submundo de estas sorprendentes partículas incluye casi una veintena de integrantes además de aquellas tres, entre las que se destacan los neutrinos. Estos son partículas que carecen de carga eléctrica y de masa; sus propiedades fueron deducidas por Pauli en 1931 para explicar la conservación de la energía en distintos procesos físicos. Las pruebas definitivas de su existencia fueron documentadas en 1956 por Reines y Cowan Jr.


Neutrinos procedentes del Sol

De acuerdo a lo que podemos deducir de la ecuación de líneas arriba, se producen cantidades inconmensurables de neutrinos durante la fusión nuclear en el Sol. Dado que carecen de masa y de carga eléctrica, estas partículas viajan a la velocidad de la luz y en muchas ocasiones atraviesan la materia sin interactuar con ella. De hecho, en el momento en que usted lee estas líneas trillones de neutrinos solares lo están atravesando de lado a lado sin tomar contacto con un solo tejido de los que conforman su cuerpo.


Experimento Kamiokande para la detección de neutrinos solares (Japón, 1998)

Estas propiedades hacen que sea muy difícil lograr la detección de los neutrinos. Sin embargo, con las técnicas más sensibles disponibles, se ha logrado determinar que, al menos en apariencia, el Sol sólo produce un tercio de los neutrinos esperables en su generación de energía. Esto ha sorprendido a los astrónomos, sobre todo ante quienes dan por sentado que el mecanismo generador de la energía solar por excelencia es la fusión nuclear.

Al respecto, se han planteado al menos 3 hipótesis interesantes:


=> acaso el Sol tenga mecanismos alternativos de generación de energía. De hecho, ya en el siglo XIX, von Helmholtz había propuesto que la energía solar procede de colapsos gravitatorios, esto es, pequeñas «implosiones» generadas por energía potencial gravitacional. De ser así, el Sol debería reducir su tamaño en forma lenta y progresiva, hecho este que parece, al menos en parte, verificado por distintos trabajos científicos. El gran inconveniente de esta hipótesis es que, si el Sol se está «achicando» por estos colapsos gravitacionales, bastaría retroceder en el tiempo unos pocos millones de años para encontrarse con un Sol lo suficientemente grande para impedir la vida sobre la Tierra, aún cuando un porcentaje importante de la energía proceda de la fusión nuclear y no del colapso gravitacional. Este comentario vuelve a abrir las puertas sobre la real antigüedad de nuestro mundo.


=> tal vez los neutrinos en realidad tienen una masa, aunque mínima y despreciable, lo cual hace que tengan más interacciones con la materia de lo que pensamos. Experiencias realizadas ya desde 1998 sugieren esta explicación, al objetivarse que los neutrinos podrían oscilar entre al menos tres subtipos. Ocurre que, de confirmarse esta hipótesis, la suma de todas estas pequeñísimas masas darían lugar a una masa total para todo el Universo enormemente mayor a la calculada, por lo cual se reforzaría la posibilidad de considerar al Big Bang como un error y a la imposibilidad total de un Universo que se expande de continuo... ya que por su propia masa terminaría colapsando y contrayéndose


=> quizás nuestros cálculos sobre la fusión nuclear están equivocados, con lo cual todas nuestras soberbias teorías sobre el Cosmos se estarían basando en una irrealidad insostenible


Es claro que aún somos incapaces de comprender las maravillas de la Creación, en especial la de la estrella que ilumina nuestros cielos diurnos y nos permite mantener la vida sobre la Tierra. Acaso con una mirada más humilde, a los ojos de nuestra humana limitación, podamos admirar con real profundidad la obra de Dios para con nosotros.
Publicado en formato 1.0 en noviembre de 2006

Los 7 Sacramentos Seculares


Con excepción de la página oficial de la Santa Sede, el sitio católico más visitado de Internet es New Advent, el cual ofrece temas variados de apologética, análisis de textos teológicos y otra vasta gama de información.

En agosto de 2006, se presentó un interesante comentario de la columna escrita por Thomas Doran, Obispo de Rockford, en el periódico oficial de su diócesis, The Observer. He aquí la traducción al castellano del mencionado artículo.

«Como seres humanos, como ciudadanos de un país del primer mundo, como estadounidenses y como católicos, sobre todo, debemos tomar en cuenta las circunstancias en las cuales vivimos. Sabemos que las únicas creaturas de Dios que trascienden el tiempo son aquellas creadas con intelecto y voluntad. Todas las demás creaturas, con el paso del tiempo, se derrumban de un modo u otro.»



«Muchos de los desafíos a los que nos enfrentamos son serios y sabemos hoy día que los partidos políticos de nuestro país están discutiendo entre sí para resolverlos. Los 7 sacramentos de su cultura secular son el aborto, la homosexualidad, la anticoncepción, el divorcio, la eutanasia, el feminismo radicalizado y la experimentación genética con mutilaciones. Todas estas cosas son desvergonzadamente expuestas, profesadas y promovidas. La continuidad de estas personas en el ejercicio público es un claro y presente peligro para la supervivencia de nuestra nación.»

«Desde mediados de la década de 1940, nos hemos acostumbrado a sospechar de los alemanes. Han sido los protagonistas de la Segunda Guerra Mundial y responsables de 50 millones de muertes. “¡Qué horrible!”, decimos, pero en nuestro país hemos permitido un partido de la muerte y un sistema judicial que, desde 1973, autorizó la eliminación de 40 millones de ciudadados hermanos sin siquiera permitirles ver la luz del día. Han hecho lo mejor para permitirnos contar con una verdadera cultura de la muerte. Sin dudas, pronto sobrepasaremos a los nazis en llevar a los seres humanos a la muerte.»

«Quizás no debamos utilizar nuestro tiempo en lamentarnos por los chicos a quienes se les ha arrancado la vida en la práctica bárbara del aborto terapéutico: hemos acabado con sus vidas rápidamente en este mundo y se han ido a las manos del Señor de la Vida y de la Misericordia por toda la eternidad. Pero también debemos dejar en claro que quienes creen que han practicado sobre sí el llamado aborto terapéutico han sido llevados a él por padres o tutores quienes creen que el aborto es una solución cuando en realidad es un inmenso problema. Y también hay algunos inmorales que creen que el aborto es un bien, cuyo número debería ser mayor.»

«Debemos recordar que la violencia genera violencia. Cuando toleramos ataques injustos sobre los más pequeños inocentes alrededor nuestro, nos habituamos nosotros mismos a la violencia. Y así hemos permitido que estas prácticas bárbaras corrompan nuestras leyes, nuestra práctica médica e incluso nuestra vida diaria. ¡Cómo nos hemos acostumbrado a las inmensas pérdidas de vidas en las guerras a lo largo del mundo! Quienes han asesinado a millones en el seno de sus propias madres no se lamentarán por unos pocos miles asesinados en Afganistán, en Iraq, en Somalía, en Darfur, en Bosnia, en Madrid, en Londres, en Bagdad, en Beirut, en Washington, en Nueva York. La violencia del aborto convierte la vida de todos nosotros.»

«Alguna vez se dijo “...todos los que toman la espada morirán por la espada.” (Mateo 26,52). Por eso vemos el incremento del número de depredaciones sobre la juventud, aún sobre los más pequeños, con el aumento de la violencia doméstica. Hablamos de la ira como de algo común. Es cierto lo que los teólogos dicen, que el pecado oscurece al intelecto y debilita la voluntad.»

«Iniciado el aborto como un leve viento, obtenemos ahora un tornado que aparece en cada ápice de nuestra cultura y en cada uno de nuestros días. Y es tan sólo el primero de los “sacramentos de la muerte” de nuestra cultura humana secular.»

«La tolerancia de las perversiones sexuales entre homosexuales, la anticoncepción diseminada, el fácil acceso al divorcio sin causa, el asesinato de los ancianos, el feminismo radical, la investigación sobre células estaminales embrionarias... todas estas cosas colman y rebosan nuestra naturaleza y nuestro destino humano.»

«¿Acaso debemos gritar como el profeta “¡Montañas: cúbrannos; colinas, caigan sobre nosotros!” (Oséas 10,8) para que otros nos vean y, Dios no lo permita, nos imiten?»

«Recuerdo, en una parroquia, las intenciones de los fieles que “rezamos por la causa de quienes trabajan por la vida de los no nacidos, de los ancianos y de los minusválidos, para que perseveren pese a ser ridiculizados, incluso por pastores y sacerdotes”. Me resistía a creer que fuese cierto. Sabemos por tristes experiencias recientes que algunos católicos (incluyendo sacerdotes) son tan viciosos y pervertidos en relación a su vocación, que han sido capaces de atrocidades. Pero deberían recordar que no fue un prelado, un obispo o el Papa el que dijo “dejen que los niños vengan a mí” (Mateo 19,14). La Cabeza Invisible de la Iglesia un día vendrá a juzgar a los vivos, a los muertos y al mundo por el fuego, particularmente a aquellos que por omisión o comisión destruyeron vida humana inocente.»

«Es obligación de cada católico apoyar el trabajo parroquial provida y trabajar para la erradicación de nuestra sociedad de todo aquello que de cualquier modo promueva estas cosas. Estos sacramentos malditos de nuestra cultura secular son la semilla de la destrucción de nuestra nación. Piénsenlo: ¿cuánto durará una nación que mata a sus jóvenes, pervierte al matrimonio, evita nuevas vidas, destruye las familias, mata a quienes considera descartables, convierte a la “guerra de los sexos” en una guerra real, y manipula la base genética de la naturaleza humana?»

El Feng Shui



Dentro de las múltiples manifestaciones anticristianas de la New Age, existe la tendencia a incorporar elementos seleccionados de otras culturas para incrementar en forma extrema la confusión general de los pueblos. Uno de los productos más interesantes de esta ensalada desabrida es la relacionada con el llamado Feng Shui.


La traducción del chino es «viento y agua», y se trata de una creencia basada en la «armonización» del entorno con nuestra propia vida. Dentro de la cultura china, se denomina ch´i a la «energía universal», que da vida, amor y sentido a las criaturas vivientes, en especial al hombre (¿no les recuerda a lo que alguna vez discutimos acerca del rei ki?). El citado ch´i («el aliento de la naturaleza») no se distribuiría uniformemente en la realidad, sino que existirían zonas, regiones, alturas y posiciones donde esta «energía» sería más influyente.






Espejo Bagua (según el Feng Shui, es para uso en exteriores para repeler el componente negativo [cha] del ch´i...)




Para darle una mayor complejidad a este pandemonio, el ch´i a su vez contiene principios masculinos y femeninos (yang y yin) y se encuentra irregularmente repartido en los llamados cinco elementos: agua, madera, metal, tierra y fuego. ¿Suena muy enmarañado? Pues bien, esta verdadera fábula es interpretada como una ciencia por sus seguidores, quienes se encargan de decorar viviendas y de los diseños arquitectónicos de las mismas en función de la presunta distribución esotérica de la impersonal energía del ch´i.





Tortuga con cabeza de dragón



Si bien el anticristianismo ya ha infestado a las ciencias de la salud, como ustedes han podido objetivar en distintos artículos de esta sección, la aquí evidente contaminación de la arquitectura ha dado pie a pensar que, además de «amoldarse» a la ubicación del ch´i... se intente la «manipulación» del mismo para los más variados objetivos:

--> Encontrar pareja (ubicando en determinados extremos de la habitación una lámpara de ciertas dimensiones y manteniendo la luz prendida por la noche)

--> Espantar «malas ondas» (las que pondremos en evidencia cuando las lamparitas de luz de nuestra casa o nuestro trabajo se rompan a repetición...)

--> Atraer a los distintos dioses (sic) de la abundancia y de la buena fortuna, para proveernos de prosperidad


Rana de 3 patas (divinidad para atraer la prosperidad de acuerdo a la doctrina politeísta del Feng Shui)

Probablemente, quienes en realidad encuentren mayor prosperidad sean los ambiciosos difusores de estas patrañas sin ciencia ni fe, cuyo principal objetivo es que la confusión, el engaño, la difusión de la ignorancia y la destrucción del cristianismo les permita una generosa ganancia económica en libros, folletos, revistas, televisión y videos sobre el Feng Shui. Acaso si comprendemos su absoluto vacío científico y su profundo contenido politeísta (y por tanto, idolátrico y anticristiano) podremos advertir la magnitud real de esta poco inocente y muy intencionada transculturación.

domingo, 1 de octubre de 2006

Las Células Madre

«El afán de dinero es la raíz de todos los males del mundo» (1 Tim; 6,10)


En los últimos tiempos, ha sido reiterado el uso de la expresión «células madre» (stem cells) en distintos medios de comunicación, publicitándolas como la panacea para variadas dolencias. Con preocupación puede notarse que estos comentarios proceden en general del discurso de «comunicadores sociales» con el más profundo desconocimiento del tema (en el mejor de los casos) o de personas que, en su afán de recibir dinero, no vacilan en reivindicar a Maquiavelo de sus cada vez más ardientes cenizas.

Es prudente plantearnos aquí que es lo que llamamos células madre, cual es su origen, su eventual potencialidad en tratamientos médicos y que es lo que muchos esconden detrás de su eventual utilización.



Recordaremos inicialmente que, desde el momento de la fecundación, o sea, desde la unión de óvulo y espermatozoide, se conforma un nuevo individuo, único, irrepetible, con plena dignidad humana y sujeto de derecho desde ese preciso instante. Esa nueva persona al principio consta de una sola célula, con todo el material genético necesario para dar lugar a la totalidad de un niño al momento del nacimiento a la vida extrauterina.


Esa primera célula se divide sucesivamente en 2, 4, 8, 16... millones de células nuevas, todas ellas conservando el total del ADN de aquella célula primordial. Sin embargo, con el correr de los días, algunas de esas células comienzan a «especializarse» en distintas tareas. Entonces, algunas de esas células se prepararán para constituir el corazón del embrión; otras formarán sus miembros; otras, su tubo digestivo; otras, su cerebro; y así, daremos lugar a la multitud de órganos y sistemas que conforman la totalidad del ser.






Diferenciación de las células madres (adaptación del esquema de la Universidad de Stanford)



Es interesante remarcar que este proceso, que en ciencias biológicas se conoce con el nombre de diferenciación celular, posee ciertas características destacables:

(1) Cada célula conserva TODO el potencial genético de aquel fruto de la fecundación, pero EXPRESA SOLAMENTE una parte de ese potencial, específicamente aquel que es «útil» para el rol que ocupa en el organismo (por ejemplo, un glóbulo blanco posee todo el material genético de la primera célula embrionaria, pero expresa sólo la información necesaria para cumplir su función en las defensas del organismo)

(2) El proceso de diferenciación es IRREVERSIBLE, esto es, una vez que una célula se ha «especializado» en una función, no puede modificarse para cumplir otra (una neurona, por ejemplo, es incapaz de convertirse en un hepatocito, pese a que ambas células cuentan con la totalidad del mismo material genético)


Este proceso, como hemos narrado, ocurre precozmente en el desarrollo de la vida. No obsante, un grupo menor de células, sorprendentemente, conservan un estado de diferenciación muy primario y casi idéntico al de la célula embrionaria primordial. Estas son las llamadas «células madres», «células totipotenciales» o «células estaminales» (nombre que procede de la castellanización del anglicismo stem cell, equivalente a célula troncal).

Las células madres presentan, si bien no es la denominación estricta, una suerte de estado de «indiferenciación», por lo cual, rodeadas de un medio adecuado, conservan la capacidad de diferenciarse en distintos tipos celulares. El descubrimiento de las células estaminales, como es esperable, ha abierto las puertas a proponer soluciones para enfermedades caracterizadas por la degeneración o destrucción de tejidos:

* enfermedades neurológicas fruto de pérdida neuronal (demencia tipo Alzheimer, enfermedad de Parkinson), en las cuales se postula que, implantando células totipotenciales en las regiones adecuadas del cerebro, estas podrían diferenciarse y cubrir el vacío de las neuronas faltantes

* la diabetes, en la cual las células pancreáticas productoras de insulina podrían sustituirse, al ser reemplazadas por células madres que se diferenciarían adecuadamente

* existe un largo etcétera de posibilidades, que incluye reemplazo de tejido cardiaco infartado, de pulmón dañado por tabaco, de piel destruida por quemaduras...


Al momento de escribir estas reflexiones, la inmensa mayoría de las situaciones descriptas son aún terreno de ficción, ya que las primeras experiencias en algunos de estos terrenos han sido en realidad desalentadoras. Sin embargo, el objetivo fundamental de este artículo es que consideremos cuales son las fuentes de las células madre disponibles:

* La médula ósea de adultos y niños. En efecto, en el interior de nuestros huesos se encuentran células estaminales con capacidad para diferenciarse en glóbulos blancos de distintas estirpes, en glóbulos rojos o en plaquetas. Estas son las células empleadas en la realización de transplantes autólogos y heterólogos de médula ósea que han permitido salvar la vida de miles de enfermos hematológicos

* El cordón umbilical al momento del nacimiento. El mismo contiene células troncales que pueden tomarse de allí sin el menor daño para el bebé o la madre

* La placenta. Caben aquí las mismas consideraciones que las citadas para el cordón umbilical

* Los embriones humanos en los primeros días posteriores a la concepción.


Y es aquí donde debemos detenernos para un análisis más profundo. En las tres primeras situaciones descriptas, no existe posibilidad de provocar daño alguno en el «donante» de las células madres. Sin embargo, para poder tomar células de un embrión es necesaria la DESTRUCCIÓN del mismo, esto es, el ASESINATO de una vida humana.

Como todos conocemos, existe una «superproducción» de embriones, fruto de las técnicas actuales de fertilización asistida, por la cual se fecundan numerosos óvulos, seleccionando cuales serán implantados en el útero materno y cuales serán congelados (en términos concretos, cuales hijos llegarán a formarse por completo y cuantos permanecerán criopreservados). A tal fin, es oportuno que recordemos como es el proceso habitual de fecundación en el ser humano:

Embrión humano de 3 semanas de vida intrauterina

* el eyaculado masculino en promedio contiene unos 300 millones de espermatozoides, los cuales poseen la mitad del material genético (ADN) que participará en la formación del embrión

* el óvulo femenino (en promedio uno cada 28 días) contiene la segunda mitad de ese material genético

* el encuentro entre el óvulo y uno de entre la miríada de espermatozoides, en general en las trompas de Falopio femeninas, da lugar a la fusión de ambos (fecundación), momento en que se origina UN NUEVO SER HUMANO, con material genético diferenciado e irrepetible.


Tras este escueto repaso fisiológico, cabe aquí remarcar que, en efecto, en la mayoría de los ciclos femeninos se produce un único óvulo (cuando excepcionalmente ocurre lo contrario, tenemos lugar al desarrollo de gemelos no idénticos, productos de la fusión de dos óvulos diferentes con sendos espermatozoides). Con un cálculo grosero, sabremos entonces que, si el promedio de la edad de la menarca es a los 14 años y la de la menopausia es a los 48, al ritmo de un ciclo cada 28 días, una mujer contará con cerca de 450 ciclos fértiles o, lo que es lo mismo, unos 450 óvulos a lo largo de su vida fértil en condiciones de ser fecundados.


Sin embargo, la capacidad de una mujer de producir estas células es mucho mayor (se calcula que cada ovario contiene al momento del nacimiento varios miles de ovocitos). Este conocimiento es aplicado por las técnicas convencionales de fertilización asistida, mediante las cuales se administra a las mujeres distintas hormonas recombinantes capaces de producir la liberación simultánea de gran cantidad de óvulos (muchas veces diez ó más de ellos en un solo ciclo).

Estos óvulos fértiles son «incubados» con el esperma del donante (el esposo, en el mejor de los casos) en un medio apropiado, obteniéndose así numerosos embriones (personas). El proceso se denomina in vitro porque la fecundación ocurre fuera del seno materno.

De los citados hijos neoformados se «elige» (sin eufemismos) cuales serán implantados en el útero materno y cuales serán «preservados» en tanques glaciares en estado de animación suspendida. En términos menos elegantes, se selecciona de los hijos recién concebidos cuales continuarán su desarrollo normal y cuales permanecerán congelados para el olvido. Para completar el panorama macabro, si bien no caben hoy dudas de que estos niños son personas criopreservadas (desde la óptima de la Biología, la Filosofía, la Teología y la Moral), existe un conflicto jurídico a la hora de valorar los derechos de estos niños no nacidos, atormentados bajo nitrógeno líquido.

El destino de estos pequeños es variable, pero en general sombrío. Si bien en algunos casos son adoptados por parejas infértiles e implantados en un nuevo seno materno, muchos otros mueren por ser «no viables». Numerosos son olvidados por sus propios padres y su destino final es... el de ser fuentes de células madre, a través del generoso financiamiento de muchos laboratorios.

Como hemos mencionado con anterioridad, existen terrenos promisorios en el campo de la investigación de células madre, las cuales PUEDEN EXTRAERSE DE TEJIDOS NO EMBRIONARIOS, como el cordón umbilical, la médula ósea de adultos y niños y la placenta. Es inadmisible la sistematización del homicidio de embriones congelados para ser sometidos a experiencias científicas. Urge la necesidad de un marco jurídico en el respeto de la ley natural, donde el primero de los derechos humanos es el derecho a la vida –incluyendo la de los niños no nacidos–.

Quizás ha llegado el momento de plantear la figura legal del genocidio cuando el aborto y la destrucción de seres humanos congelados se realizan recurrentemente al solo fin de la dominante idolatría del dinero.
Publicado en formato 1.0 en 2 partes entre octubre y noviembre de 2006

La Salette (Apariciones Marianas)





En 1846, en una región montañosa del sudeste de Francia, tuvo lugar otra de las apariciones marianas contemporáneas más importantes. Se trata de la manifestación de la Santísima Virgen María a dos pastores del poblado de La Salette: Maximino Giraud y Melanie Mathieu, de 11 y 15 años respectivamente para ese entonces.

Llamativamente (o no...) los niños se habían conocido el día previo a la aparición, cuidando ganado en la montaña; de hecho el padre de Melanie le había pedido que instruyera a Maximino en la tarea, porque el pequeño cubriría el lugar de un ayudante de su padre el cual había enfermado.


La Salette

Según sus propias palabras, esto no fue fácil para Melanie, quien tenía cierta tendencia a la soledad. Pese a eso, repitieron al día siguiente de su primer encuentro la tarea de cuidado de los animales. Corría el sábado 19 de septiembre de 1846, uno de los últimos días de un verano caluroso en Europa. Después de la siesta, divisaron un globo luminoso que parecía dividirse.
Se acercaron hacia la luz para encontrarse allí con Nuestra Señora, sentada sobre una enorme piedra, quien lloraba con profunda tristeza. En un principio atemorizados, los niños fueron aproximándose a María, quien les dijo que no temieran.


Los niños la describieron como una mujer alta, de aspecto majestuoso, vestida de blanco y con un delantal ceñido a la cintura. Llamaba la atención el chal, también blanco, adornado con rosas sobre sus hombros, con calzado de las mismas características. Y también estaba formada por rosas la corona que brillaba sobre su cabeza.


María, en el dialecto francés local, se dirigió a los niños para transmitirles un primer mensaje, solicitando por pedido de Jesús obediencia a las leyes de Dios: «La gente no observa el Día del Señor, continúan trabajando sin parar los Domingos. Tan sólo unas mujeres mayores van a Misa en el verano. Y en el invierno cuando no tienen más que hacer van a la iglesia para burlarse de la religión. El tiempo de Cuaresma es ignorado. Los hombres no pueden jurar sin tomar el Nombre de Dios en vano. La desobediencia y el pasar por alto los mandamientos de Dios son las cosas que hacen que la mano de mi Hijo sea más pesada».

María, asimismo, predijo también una terrible hambruna, fruto de la pérdida de cosechas de papas, cereales y uvas. Por otra parte, les comunicó a cada joven un secreto que no deberían revelar a nadie, con excepción del Papa, en una petición especial que el mismo les haría.

La incredulidad general fue la primera respuesta del pueblo a la aparición; sin embargo, cerca del lugar donde Nuestra Señora surgió una fuente y numerosos milagros empezaron a ocurrir. Por otro lado, las terribles calamidades que fueron anunciadas se empezaron a cumplir: la terrible hambruna debida a la falta de papas de 1846 se difundió por Europa, especialmente en Irlanda, y la escasez de trigo y maíz fue tan severa que más de un millón de personas en Europa murieron de inanición. Una enfermedad afectó las uvas en toda Francia. Acaso el castigo hubiera sido peor de no haber sido por los que acataron el mensaje de La Salette: muchos comenzaron a ir a Misa y se cesaron de hacer trabajos innecesarios el día del Señor.


El Obispo de La Salette encargó a dos teólogos la investigación de la aparición y de todas las curaciones registradas, tarea que se llevó a cabo durante 5 años. Por su parte, el papa Pío IX aprobó la devoción a Nuestra Señora de La Salette y le pidió a los jóvenes que el relato de los secretos le fuera enviado por escrito. Poco tiempo después, el Santo Padre diría: «Estos son los secretos de La Salette; si el mundo no se arrepiente, perecerá».

Un extracto fue publicado en 1879 por la propia Melanie, con imprimatur del Obispo de Lecce (Italia). Recién en 1922 se divulgó el texto completo, con licencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Así, Nuestra Señora nos brindó en el siglo XIX un panorama contundente de los momentos que vendrían y llamó a los verdaderos imitadores de su Hijo (los «Apóstoles de los Últimos Tiempos») para la reconciliación de los hombres con su Creador. Uno de los ejes centrales del secreto es la Gran Apostasía, ya anunciada por San Juan en el Apocalipsis (al igual que en este hermoso libro de la Biblia, es destacable que las profecías de La Salette no parecen guardar un orden sucesivo de correlato). No debemos olvidar que esa Gran Apostasía ya fue denunciada en noviembre de 1972 por Pablo VI («el humo del infierno se ha infiltrado en la Iglesia de Dios»).


De acuerdo con las publicaciones oficiales, Nuestra Señora le dijo a la vidente:

«Melanie, esto que yo te voy a decir ahora no será siempre secreto; puedes publicarlo en 1858: los Sacerdotes, Ministros de mi Hijo, por su mala vida, por sus irreverencias e impiedad al celebrar los santos misterios, por su amor al dinero, a los honores y a los placeres, se han convertido en cloacas de impureza.»

«¡Sí!, los Sacerdotes piden venganza y la venganza pende de sus cabezas. ¡Ay de los sacerdotes y personas consagradas a Dios que por sus infidelidades y mala vida crucifican de nuevo a Mi Hijo! Los pecados de las personas consagradas a Dios claman al Cielo y piden venganza, y he aquí que la venganza está a las puertas, pues ya no se encuentra nadie que implore misericordia y perdón para el Pueblo. Ya no hay almas generosas ni persona digna de ofrecer la víctima sin mancha al Eterno, en favor del mundo.»

«Dios va a castigar de una manera sin precedentes. ¡Ay de los habitantes de la Tierra...! Dios va a derramar su cólera y nadie podrá sustraerse a tantos males juntos. ¡Los jefes, los conductores del Pueblo de Dios, han descuidado la oración y la penitencia, y el demonio ha oscurecido sus inteligencias, se han convertido en estrellas errantes que el viejo diablo arrastrará con su cola para hacerlos perecer. Dios permitirá a la serpiente antigua poner divisiones entre los soberanos, en las sociedades y en las familias. (...)»

«La sociedad está en vísperas de las más terribles calamidades y los más grandes acontecimientos. Se verá obligada a ser gobernada por una vara de hierro y a beber el cáliz de la cólera de Dios. Que el Vicario de mi Hijo, el soberano Pontífice Pío IX, no salga ya de Roma después del año de 1859; pero que sea firme y generoso; que combata con las armas de la fe y del amor. Yo estaré con él. (...) Italia será castigada por su ambición de querer sacudir el yugo del Señor de los Señores. (...) La sangre correrá por todas partes. Las Iglesias serán cerradas o profanadas. Los Sacerdotes y religiosos serán perseguidos.(...) Muchos abandonarán la Fe, y el número de Sacerdotes y religiosos que se separarán de la verdadera religión será grande. Entre estas personas se encontrarán incluso Obispos.»

«Que el Papa se ponga en guardia contra los obradores de milagros, pues llega el tiempo en que los prodigios más asombrosos tendrán lugar en la tierra y en los aires. (...) Lucifer, con gran número de demonios, serán desatados del Infierno; abolirán la fe, aún entre las personas consagradas a Dios. (...) Muchas casas religiosas perderán completamente la fe y perderán a muchísimas almas. Los malos libros abundarán en la Tierra y los espíritus de las tinieblas extenderán por todas partes un relajamiento universal en todo lo relativo al servicio de Dios. Habrá Iglesias para servir a esos espíritus. (...) ¡Ay de los príncipes de la Iglesia que se hayan dedicado únicamente a amontonar riquezas, a poner a salvo su autoridad y dominar con orgullo!»
«El Vicario de Mi Hijo tendrá mucho que sufrir, porque por un tiempo la Iglesia será entregada a grandes persecuciones. Esta será la hora de las tinieblas. La Iglesia tendrá una crisis espantosa. Dado el olvido de la santa Fe en Dios, cada individuo querrá guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes. (...) El Santo Padre sufrirá mucho. Yo estaré con él hasta el fin para recibir su sacrificio. Los malvados atentarán muchas veces contra su vida, sin poder poner fin a sus días; pero ni él ni su sucesor verán el triunfo de la Iglesia de Dios. Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo plan, que será abolir y hacer desaparecer todo principio religioso para dar lugar al materialismo, al ateísmo, (...) a toda clase de vicios.»

«Que los que estén al frente de las comunidades religiosas vigilen a las personas que han de recibir, porque el demonio usará toda su malicia para introducir en las órdenes religiosas a personas entregadas al pecado, pues los desórdenes y el amor de los placeres carnales se extenderán por toda la Tierra. Francia, Italia, España e Inglaterra estarán en guerra; la sangre correrá por las calles; el francés luchará contra el francés, el italiano contra el italiano... habrá una guerra universal que será espantosa. Por algún tiempo Dios no se acordará de Francia ni de Italia, porque el Evangelio de Cristo no es ya conocido.»

«Los malvados desplegarán toda su malicia. Al primer golpe de su espada fulminante las montañas y la naturaleza temblarán de espanto, porque los desórdenes y los crímenes de los hombres traspasan la bóveda de los Cielos. París será quemado, y Marsella engullida; varias grandes ciudades serán sacudidas y engullidas por terremotos. Se creerá que todo está perdido. No se verán más que homicidios, no se oirá más que ruido de armas y blasfemias. Los justos sufrirán mucho, sus oraciones, su penitencia y sus lágrimas subirán hasta el Cielo, y todo el Pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia e implorarán su ayuda e intercesión. Entonces Jesucristo, por un acto de justicia y de su gran misericordia con los justos, mandará a sus ángeles que destruyan a todos sus enemigos. Los perseguidores de la Iglesia de Cristo y los hombres dados al pecado perecerán de golpe, y la Tierra quedará como un desierto.»

«Entonces será la paz, la reconciliación de Dios con los hombres; Jesucristo será servido, adorado y glorificado. La caridad florecerá en todas partes. Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia que será fuerte, humilde, piadosa, pobre, celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio será predicado por todas partes y los hombres harán grandes progresos en la fe, porque habrá unidad entre los obreros de Jesucristo, y los hombres vivirán en el temor de Dios.» (...)

«La Tierra será castigada con todo género de plagas. Habrá guerras, hasta la última que la harán los diez reyes del anticristo, los cuales tendrán todos un mismo plan, y serán los únicos que gobernarán al mundo. Antes que eso suceda, habrá una especie de falsa paz en el mundo; no se pensará más que en divertirse; los malvados se entregarán a toda clase de pecados; pero los hijos de la Santa Iglesia, los hijos de la fe, mis verdaderos imitadores, creerán en el amor de Dios y en las virtudes que me son más queridas. Dichosas las almas humildes guiadas por el Espíritu Santo, Yo combatiré con ellas hasta que lleguen a la plenitud de la edad.»

«La naturaleza clama venganza contra los hombres, y tiembla de espanto en espera de lo que debe suceder en la Tierra encharcada de crímenes. Temblad, Tierra, y vosotros que hacéis profesión de servir a Jesucristo y que interiormente os adoráis a vosotros mismos, ¡temblad!, pues Dios va a entregaros a sus enemigos, porque los lugares santos están en la corrupción. Muchos conventos no son ya casa de Dios, sino pastizales de Asmodeo. Durante este tiempo nacerá el anticristo... Hará prodigios y no se alimentará sino de impurezas. ... Se cambiarán las estaciones... Los astros perderán sus movimientos regulares. La luna no reflejará más que una débil luz rojiza. El agua y el fuego causarán en el globo terrestre movimientos convulsivos y horribles terremotos.»

«Roma perderá la Fe y se convertirá en la sede del anticristo. Los demonios del aire, con el anticristo, harán grandes prodigios en la Tierra y en los aires, y los hombres se pervertirán más y más. Dios cuidará de sus fieles servidores y de los hombres de buena voluntad. El Evangelio será predicado por todas partes. Todos los pueblos y todas las naciones conocerán la verdad.»
«Hago una apremiante llamada a la Tierra, llamo a los verdaderos discípulos del Dios que vive y reina en los Cielos, llamo a los verdaderos imitadores de Cristo hecho hombre, el único y verdadero salvador de los hombres. Llamo a mis hijos, a mis verdaderos devotos, a los que se me han consagrado a fin de que los conduzca a mi Divino Hijo, los que llevo, por decirlo así, en mis brazos, los que han vivido de mi espíritu. Finalmente... llamo a los Apóstoles de los Últimos Tiempos. Los fieles discípulos de Jesucristo que han vivido en el menosprecio del mundo y de sí mismos, en la pobreza y en la humildad, en la oración y en la mortificación, en la castidad y en la unión con Dios, en el sufrimiento, y desconocidos del mundo.»

«Ya es hora que salgan y vengan a iluminar la Tierra: id y mostraos como mis hijos queridos, yo estoy con vosotros y en vosotros, con tal que vuestra fe sea la luz que os ilumine en esos días de infortunio. ... Luchad, hijos de la luz, vosotros pequeño número... pues ya está aquí el tiempo de los tiempos, el fin de los fines. La Iglesia se oscurecerá, el mundo quedará consternado. Pero he ahí Enoch y Elías, llenos del espíritu de Dios; predicarán con la fuerza de Dios, y los hombres de buena voluntad creerán en Dios, y muchas almas serán consoladas. Harán grandes prodigios por la virtud del Espíritu Santo, y condenarán los errores diabólicos del anticristo.»

«¡Ay de los habitantes de la Tierra...! Habrá guerras sangrientas y hambres, pestes y enfermedades contagiosas; habrá lluvias de un granizo espantoso... Tempestades que destruirán ciudades, terremotos que engullirán países; se oirán voces en el aire; los hombres se golpearán la cabeza contra los muros, llamarán a la muerte. ... La sangre correrá por todas partes. ¿Quién podrá resistir si Dios no disminuye el tiempo de la prueba? Por la sangre, las lágrimas y oraciones de los justos, Dios se dejará aplacar. Enoc y Elías serán muertos. Roma pagana desaparecerá, caerá fuego del cielo y consumirá tres ciudades; el universo entero estará preso del terror, y muchos se dejarán seducir por no haber adorado al verdadero Cristo, que vivía entre ellos.»

«Ha llegado el tiempo. El sol se oscurece, solo la fe vivirá. Aquí está el tiempo. El abismo se abre. He aquí el rey de los reyes de las tinieblas. Aquí está la bestia con sus súbditos, llamándose el salvador del mundo. Se elevará con orgullo por los aires para subir hasta el Cielo. Será sofocado por el soplo de San Miguel Arcángel. Caerá. Y la Tierra, que llevará tres días en continuas evoluciones, abrirá su seno lleno de fuego. Será hundido para siempre, (el anticristo), con todos los suyos, en los abismos eternos del infierno. Entonces el agua y el fuego purificarán y consumirán todas las obras del orgullo de los hombres y todo será renovado. Dios será servido y glorificado.»

El secreto, ampliamente coincidente con el Apocalipsis, narra el triunfo definitivo de la Iglesia, después del Juicio de las Naciones, donde seremos un solo rebaño y un solo Pastor. También se habla del anticristo, líder máximo de la Gran Apostasía, y de los 2 testigos que condenarán los errores del anticristo, que serán vencidos y muertos (como describe el noveno capítulo del Apocalipsis).

Por su parte, algunas profecías ya se han cumplido:

--> Que el Papa no saliera de Roma después de 1859 (año a partir del cual, vencida la gran potencia católica de Austria, se intentó que el Papa abandonara Roma para conseguir la unificación italiana, forjada por masones)

--> La caida de Napoleón III («sobre la propia espada de la cual quería servirse para obligar a los pueblos a ensalzarlo» parece una referencia a Prusia, vencedora de la guerra francoprusiana de 1870).

--> El desconcierto de la doctrina y la apostasía de los fieles («Muchas casas religiosas se apartarán de la verdadera fe») con una especial responsabilidad del clero

Quizás sea prudente recordar como cierre a estas líneas a uno de los más extraordinarios hombres de nuestro tiempo, Juan Pablo II, cuando en una audiencia privada del 20 de enero de 1982 comentó en relación con el mensaje de La Salette que «estamos en el corazón de las profecías.»

El artículo original fue publicado en 2 partes en versión 1.0

viernes, 1 de septiembre de 2006

Las almas del Purgatorio













En este siglo XXI, una frondosa jungla de patrañas inunda la cultura y los medios de comunicación masiva, claramente dirigidas a alejarnos del Camino que Jesús representa hacia Dios Padre. Como parte de la confusión, se intenta desjerarquizar el fin trascendente del hombre como criatura hecha a imagen y semejanza de Dios. Y una de las principales formas ha sido hacernos olvidar que somos peregrinos en la Tierra, destinados a una realidad sobrenatural. Uno de los componentes esenciales de esa realidad es el Purgatorio.

Por enorme gentileza de Michael Journal, medio católico editado en Canadá, reproducimos una traducción original al castellano de una entrevista a María Simma, vidente de las almas del Purgatorio, publicada en su versión original en el citado medio en 2004 bajo el título The Secret of the Poor Souls in Purgatory:

Hoy día, es poco lo que se enseña en las clases habituales del catecismo acerca del Purgatorio y del sufrimiento que las pobres almas experimentan para su completa purificación, para ser capaces de entrar al Reino de los Cielos. De hecho, el Purgatorio realmente existe y los sufrimientos que las pobres almas experimentan allí es muy real.

Desde 1940 (cuando contaba con 25 años), un alma privilegiada llamada Maria Simma ha tenido visitas regulares de las almas del Purgatorio, explicando sus sufrimientos y solicitándoles oraciones y misas para permitirles su liberación de allí. Tanto su párroco local como el obispo correspondiente le expresaron que ella podía hacer conocer la existencia de esas visitas siempre que no hubiese errores teológicos.

En una ocasión, la hermana Emmanuel Maillard, monja francesa conocida por su apostolado a favor de las apariciones de Nuestra Señora en Medjugorje, tomó conocimiento del libro de María Simma «Las almas del Purgatorio me dijeron que...» y lo leyó con gran interés: «Este libro me impactó mucho ya que relataba testimonios muy recientes y explicaba muy bien la doctrina de la Iglesia en relación al tema... ¡De inmediato le escribí al editor quien me dijo que María Simma aún vivía. Rápidamente me contacté con ella y acordamos una entrevista para responder a mis preguntas, que eran muy numerosas!»

La entrevista tuvo lugar en 1997 en la casa de María en Sonntag, un adorable poblado en los Montes Vorarlber en Austria. Los siguientes párrafos son un extracto del encuentro de la hermana Emmanuel de Medjugorje con María Simma, tomados del libro titulado «El apasionante secreto de las Almas del Purgatorio.»



Sor Emmanuel y María Simma




Hermana Emmanuel: – María, ¿puede decirnos como fue su primera visita por parte de un alma del Purgatorio?

María Simma: –Sí, fue en 1940. Una noche, cerca de las tres ó de las cuatro, escuché que alguien entraba en mi habitación... era un completo desconocido. Caminaba lentamente hacia adelante y hacia atrás. Le pregunté severamente: «¿Cómo entró aquí? ¡Váyase!» Pero él continuaba moviéndose impacientemente por la habitación, como si no me hubiera escuchado. Entonces volví que preguntarle que estaba haciendo, pero aún así no me respondió. Salté de la cama para atraparlo, pero cuando quise hacerlo sólo manoteé aire... no había nada allí. Volví entonces a la cama, pero nuevamente lo escuché entrar y salir.

Me preguntaba como podía haber visto a ese hombre, pero no atraparlo. Me levanté de nuevo para detenerlo y nuevamente me ocurrió lo mismo. Volví a la cama asombrada. Si bien el hombre no regresó, no pude volverme a dormir. Al día siguiente, después de la misa, me acerqué a mi director espiritual y le conté todo. Me dijo que, si sucedía de nuevo, no le preguntara al hombre quien era, sino que quería de mí.

La noche siguiente, el hombre regresó. Le pregunté que quería de mí, y él me contestó: «Pida tres Misas celebradas para mí, y seré liberado.»

Así comprendí que era un alma del Purgatorio, cosa que mi director espiritual me confirmó. Asimismo, él me aconsejó que nunca les reste importancia, sino que acepté con generosidad lo que me pidieran hacer.

HE: –¿Y luego continuaron las visitas?

MS: –Por unos cuantos años, sólo fueron tres o cuatro almas, sobre todo en noviembre. Luego hubo muchas más.

HE: –¿Qué le pedían estas almas?

MS: – La mayoría de las veces pedían que se celebraran Misas por ellos y que yo estuviera presente en ellas. Me pedían que rezara el Rosario y también que hiciera las Estaciones del Vía Crucis.



María Simma (imagen de 2002)

HE: –María, ¿las almas del Purgatorio tienen, de un modo u otro, alegrías y esperanza en medio de su sufrimiento?

MS: –Ninguna de las almas quiere volver del Purgatorio a la Tierra. Tienen un conocimiento infinitamente más allá del nuestro. Sencillamente no pueden decidir volver a la oscuridad de la Tierra. Vemos así la diferencia con los sufrimientos que conocemos en la Tierra. En el Purgatorio, aunque el dolor de las almas es llanamente terrible, existe la seguridad de vivir para siempre con Dios: es una certeza indiscutible. La alegría es mayor que el dolor. No existe nada sobre la Tierra que haga que quieran vivir nuevamente aquí, donde nadie está seguro de nada.

HE: –María, ¿puede decirnos ahora si Dios envía un alma al Purgatorio, o si el alma decide por sí misma ir allí?

MS: –Es la propia alma la que quiere ir al Purgatorio, para purificarse antes de ir al Cielo.

HE: –María, ¿en el momento de la muerte vemos a Dios en su plena luminosidad o de un modo todavía oscuro?

MS: –En un modo aún oscuro, pero, de todos modos, con la luminosidad suficiente para permitir que se le añore profundamente.

HE: –María, ¿puede decirnos cuál es el papel de Nuestra Señora con las almas del Purgatorio?

MS: –Ella con frecuencia se acerca para consolarlos y decirles que han hecho muchas cosas buenas. Les da coraje.

HE: –¿Hay días en particular en los que Ella ayuda a liberarlos?

MS: –Sobre todo, Navidad, la Festividad de Todos los Santos, Viernes Santo, el Día de la Asunción de María y el de la Ascención de Jesús.

HE: – María, ¿por qué alguien va al Purgatorio? ¿Cuáles son los pecados que más llevan al Purgatorio?

MS: –Los pecados contra la caridad, con el amor del prójimo, la dureza de corazón, la hostilidad, la calumnia, los insultos... todas esas cosas.

(Aquí, María da un ejemplo que la sorprendió y que quiso compartir con nosotros. Le pidieron que buscara si una mujer y un hombre estaban en el Purgatorio. Para asombro de quienes habían preguntado, la mujer ya estaba en el Cielo mientras que el hombre estaba en el Purgatorio. La mujer había muerto mientras se practicaba un aborto, mientras que el hombre concurría con frecuencia a la Iglesia y llevaba una vida aparentemente devota. María, en consecuencia, buscó mayor información, pensando que estaba equivocada... pero en realidad estaba en lo cierto. Ambos habían fallecido casi simultáneamente, pero la mujer había experimentado un profundo arrepentimiento y estaba muy humillada, mientras que el hombre criticaba a todo el mundo, estaba siempre protestando y hablando mal de los demás. A eso se debía su Purgatorio tan extenso. María concluyó que no se debía juzgar por las apariencias).

MS: Otros pecados contra la caridad son el rechazo a las personas que no nos gustan, evitar hacer las pases, rechazar el perdón y toda la amargura que guardamos dentro.

(María ilustró en ese momento de la entrevista con otro ejemplo para pensar. Era la historia de una mujer que ella conocía muy bien, que falleció y se hallaba en el Purgatorio, en el más terrible Purgatorio con los sufrimientos más atroces. Y cuando vino a visitar a María, le explicó el por qué: la mujer había tenido una gran amiga, pero entre ellas había crecido una gran enemistad, sostenida por años y años, pese a los intentos de la amiga de hacer las paces y reconciliarse. Sin embargo, la ahora fallecida la había rechazado. Pese a enfermar gravemente, ella continuó con su corazón cerrado, rechazando a su amiga que buscaba reconciliarse junto a su lecho de muerte).

HE: –María, por favor díganos: ¿quiénes son los que tienen mayores chances de ir directamente al Cielo?

MS: –Aquellos que tienen un buen corazón hacia todos. El amor cubre una multitud de pecados.

HE: –¿Cuáles son los medios que tenemos nosotros en la Tierra para evitar el Purgatorio y dirigirnos directamente al Cielo?

MS: –Debemos hacer un gran trabajo por las almas del Purgatorio, para ayudarlas en su pase. Debemos ser muy humildes. Esa es la mayor arma contra el mal, contra el Maligno. La humildad aleja al mal.

HE: –María, ¿puede decirnos cuales son los medios más efectivos para ayudar a liberar almas del Purgatorio?

MS: –El medio más eficaz es la Misa.


HE: –¿Por qué la Misa?

MS: –Porque es Cristo quien se ofrece a Sí mismo por amor a nosotros. Es Cristo ofreciéndose a Sí Mismo para Dios, el más hermoso sacrificio. El sacerdote es el representante de Dios, pero es el Mismo Dios el que se ofrece y se sacrifica a Sí Mismo por nosotros. La eficacia de la Misa por los fallecidos es aún mayor para aquellos que daban gran valor a la Misa durante su vida terrena. Si ellos asistían a Misa y rezaban con todo su corazón, si asistían a Misa entre semana (según su disponibilidad horaria), obtienen el mayor beneficio de las Misas celebradas para ellos. Aquí también cada uno cosecha lo que ha sembrado.

Un alma del Purgatorio ve claramente en el día de su funeral si realmente hemos rezado por ella, o si simplemente hemos hecho un acto de presencia para «hacernos ver». Las pobres almas afirman que las lágrimas no son útiles para ellas, sí lo es la oración. Es común que se quejen de que la gente va a los funerales sin elevar una sola plegaria a Dios, mientras derraman muchas lágrimas: ¡eso es inútil!

Hay otro medio muy poderoso para ayudar a las pobres almas: ofrecer nuestros sufrimientos y penitencias, como el ayuno y la renuncia y, por supuesto, nuestros sufrimientos involuntarios como la enfermedad o las penas.

HE: –María, usted ha sido invitada muchas veces a sufrir por las pobres almas, para ayudar a liberarlas. ¿Puede relatarnos su experiencia en esas ocasiones?

MS: –La primera vez, una de las almas me preguntó si no importaría que mi cuerpo sufriera tres horas por ella, para luego retomar mis tareas. Me planteé que si se trataba de sólo tres horas, no habría inconvenientes... pero esas tres horas del reloj fueron tan dolorosas que me parecieron tres días. El alma me dijo que por haber aceptado sufrir por amor esas tres horas, le había ahorrado veinte años en el Purgatorio.

HE: –Sí, pero... ¿por qué sufrir sólo tres horas aquí para evitar veinte años de Purgatorio?

MS: –Es por que el sufrimiento en la Tierra no tiene el mismo valor. Aquí, mientras sufrimos, crecemos en amor, ganamos méritos, que no es el caso de las almas que sufren el Purgatorio. Allí, los sufrimientos sirven sólo para purificarse del pecado. En la Tierra, tenemos todas las gracias y la libertad para elegir.


Esto nos permite entender extraordinariamente por qué sufrimos. El sufrimiento, voluntario o involuntario, que podemos ofrecer, aún pequeñísimos sacrificios que podemos hacer, nuestras penas, decepciones... si las vivimos con paciencia, si las recibimos con humildad, estas penas pueden ser un silencioso poder para ayudar a las almas.

Lo mejor que podemos hacer es unir esos sufrimientos a aquellos de Jesús, colocándolos en manos de María. Ella es quien mejor sabe como utilizarlos, ya que a veces nosotros mismo no sabemos cuales son las necesidades más urgentes a nuestro alrededor. Todo esto, por supuesto, María nos lo devolverá a la hora de nuestra muerte. Estos sufrimientos que hemos ofrecido serán nuestro tesoro más preciado en el otro mundo. Debemos recordarnos esto los unos a los otros y darnos valor unos a otros a la hora de sufrir.

Y si me permite, agregaré algo importante: las almas del Purgatorio no pueden hacer ya nada por ellas mismas; si los vivos no rezamos por ellas, están completamente abandonadas. Entonces, es importante que tengamos en cuenta el inmenso poder, el increíble poder que cada uno de nosotros tiene en sus manos para liberar a las almas que sufren.

No dudaríamos jamás en ayudar a un niño que delante nuestro se cayó de un árbol y se ha roto los huesos. Por supuesto, haríamos todo lo posible por él. Del mismo modo, deberíamos tener un gran cuidado para con estas almas que esperan todo de nosotros, atentas a la menor oferta, esperando hasta la última de nuestras oraciones para liberarlas del dolor. Esta puede ser la manera más delicada de practicar la caridad.

HE: –María, ¿por qué uno no puede ganar méritos en el Purgatorio, mientras si puede hacerlos en la Tierra?

MS: –Porque al momento de la muerte se acaba el tiempo de los méritos. Mientras estamos viviendo en la Tierra, podemos reparar el mal que hemos hecho. Las almas del Purgatorio nos envidian por eso. Aún los propios ángeles están celosos de nosotros, porque tenemos la posibilidad de crecer mientras estamos en la Tierra.

HE: –Pero nos ocurre que muchas veces el sufrimiento en nuestras vidas nos lleva a rebelarnos, y tenemos grandes dificultades para aceptarlos. ¿Cómo podemos vivir nuestro sufrimiento para que rindan fruto?

MS: –Los sufrimientos son la mayor prueba del amor de Dios, y si los ofrecemos bien, podemos ganar muchas almas.

HE: –Pero... ¿cómo podemos recibir un sufrimiento como un don, y no como un castigo, como a menudo lo hacemos?

MS: –Debemos darle todo a Nuestra Señora. Ella es quien mejor conoce quien necesita tal o cual ofrecimiento para lograr su salvación. No siempre debemos considerar nuestros sufrimientos como un castigo. Pueden ser aceptados como expiación no sólo para nosotros, sino sobre todo para otros. Cristo era inocente, y sufrió como nadie para el perdón de nuestros pecados. Sólo en el Cielo sabremos lo que habremos obtenido por sufrir con paciencia en unión con el sufrimiento de Cristo.

HE: –María, ¿las almas en el Purgatorio se rebelan al enfrentarse con sus sufrimientos?

MS: –¡No! Las almas desean purificarse; entienden que eso es necesario.

HE: –¿Cuál es el rol del arrepentimiento al momento de fallecer?

MS: –La constricción es muy importante. Los pecados son perdonados en muchos casos, pero aún permanecen las consecuencias de ellos. Si alguien desea recibir una indulgencia plena al momento de morir, esto es, ir directamente al Cielo, el alma debe estar libre de toda atadura.

HE: –María, le pregunto... ¿al momento de la muerte, hay un instante en el cual el alma aún tiene chances de volverse hacia Dios, aún tras una vida de pecado, antes de entrar en la eternidad? ¿Hay un momento, por así llamarlo, entre la muerte aparente y la muerte real?

MS: –¡Sí, sí! El Señor le da a cada uno de nosotros muchos minutos para arrepentirse de sus pecados y decidir: acepto o no acepto seguir y ver a Dios. Allí vemos un verdadero «film» de nuestras vidas. Conocí un hombre quien creía en las enseñanzas de la Iglesia, pero no en la vida eterna. Cierto día, cayó gravemente enfermo, en coma. Se vio a sí mismo en una habitación con una pizarra en la cual sus acciones habían sido escritas, tanto las buenas como las malas. Entonces la pizarra y la habitación desaparecieron, y todo fue infinitamente bello. Al despertar del coma, decidió cambiar su vida.

HE: –María, ¿se le permite al demonio atacarnos en el momento de la muerte?

MS: –Sí, pero el hombre tiene la gracia de resistirlo. Entonces, si el hombre no quiere tener nada que ver con él, el demonio nada puede hacer.

HE: –María, ¿qué consejo le daría a quienes desean convertirse en santos aquí en la Tierra?

MS: –Ser muy humildes. No debemos ocuparnos de nosotros mismos. La mayor trampa del mal es la soberbia.

HE: –María, por favor díganos si alguien puede pedirle al Señor realizar el Purgatorio en la Tierra

MS: –Sí. Conocí a un sacerdote y a una joven, ambos enfermos de tuberculosis, internados en el hospital. Ella le sugirió al sacerdote pedirle a Dios sufrir en la Tierra lo necesario para poder ir directamente al Cielo. El sacerdote le respondió que ni siquiera se atrevería a pedirle eso a Dios. Una monja fue testigo de la conversación completa. La joven falleció primero y luego el sacerdote, que se le apareció a la monja diciéndole: «Si tan sólo hubiera tenido la misma confianza que la joven, yo también hubiese partido directamente al Cielo».

HE: –María, ¿hay diferentes «grados» de Purgatorio?

MS: –Sí, hay muchos grados. Hay una gran diferencia en grados de sufrimiento moral. Cada alma tiene un modo único y particular de sufrir.

HE: –María, ¿los sufrimientos del Purgatorio son más dolorosos que los más dolorosos sufrimientos de la Tierra?

MS: –Sí, pero de una manera simbólica. Esto duele en el alma.

HE: –María, como usted sabe, mucha gente cree ahora en la reencarnación. ¿Qué le han dicho las almas sobre este tema?

MS: –Las almas dicen que Dios da una sola vida.

HE: –Pero algunas personas insisten en que no es justo, que una vida no es suficiente para conocer a Dios y convertirse realmente. ¿Qué les responde usted?

MS: –Todas las personas tienen una «fe interior», la conciencia; aún quienes no practican su fe, reconocen a Dios implícitamente. El que dice que no cree, ¡no existe! Cada alma tiene una conciencia que reconoce al bien y al mal, una conciencia dada por Dios, un conocimiento interior, en diferentes grados, por supuesto, pero cada uno sabe distinguir el bien del mal. Con esa conciencia, cada alma puede convertirse en bendita.

HE: –¿Qué ocurre con los suicidas? ¿Alguna vez la ha visitado alguno de ellos?

MS: –Hasta ahora, nunca me he encontrado con el caso de un suicida, lo cual, por supuesto, no significa que no existan... pero es común que las almas me cuenten que los más culpables eran quienes los rodeaban y habían sido negligentes o diseminadores de calumnias.

HE: – ¿Las almas se lamentan haberse suicidado?

MS: –Sí. Muchas veces, el suicidio es por enfermedad. Estas almas se arrepienten de su acto porque, al ver las cosas bajo la luz de Dios, comprenden al instante todas las gracias que estaban reservadas para ellas en el resto de su vida, a veces meses o años; también ven todo lo que podían haber ayudado a otras almas en su camino a Dios. Al final, lo que más les duele es ver el bien que no pudieron hacer por haber acortado sus vidas. Pero cuando la causa es enfermedad, el Señor tiene esto en cuenta, por supuesto.

HE: –¿Hay sacerdotes en el Purgatorio?

MS: –Sí, hay muchos. No promovieron el respeto por la Eucaristía, por lo que la Fe sufre. Muchas veces están en el Purgatorio por haber descuidado la oración, lo cual disminuyó su Fe. Pero también hay muchos que han ido directamente al Cielo.

HE: –¿Qué le diría a un sacerdote que realmente quiere vivir según el Corazón de Dios?

MS: –Le aconsejaría rezarle mucho al Espíritu Santo, y rezar su Rosario todos los días.

HE: –¿Ha sido visitada por almas que, en la Tierra, practicaran perversiones? Me refiero, por ejemplo, en la esfera sexual.

MS: –Sí, no están condenadas, pero han de sufrir mucho por su purificación. Por ejemplo, la homosexualidad: eso realmente procede del Maligno.

HE: –¿Qué consejo le daría entonces a las personas afectadas por la homosexualidad, o con tendencia a ella?

MS: –Rezar mucho por la fortaleza para alejarse de ella. Deberían dirigirle sus oraciones al Arcángel Miguel; él es el gran guerrero por excelencia contra el Maligno.

HE: –¿Qué actitudes de nuestro corazón puede llevarnos a perder nuestra alma del bien, e irnos al Infierno?

MS: –Es cuando el alma no quiere ir hacia Dios, cuando realmente le dice «no quiero».

HE: –Jesús dice que es difícil que un rico entre al Reino de los Cielos. ¿Ha visto algunos casos?

MS: –¡Sí! Pero si realizan buenas obras, obras de caridad, si practican el amor, ellos pueden entrar como los pobres.

HE: –¿Qué piensa de las prácticas del espiritsmo? Por ejemplo, de convocar espíritus de los fallecidos, las tablas Ouija («juego de la copa»), etc?

MS: –No es bueno. Siempre es malo. Es el demonio el que hace que el tablero se mueva.

HE: –¿Cual es la diferencia entre lo que usted está viviendo con las almas de los fallecidos y las prácticas espiritistas?

MS: –No se supone que convoquemos a las almas; yo no trato de traerlas. En el espiritismo, la gente trata de llamarlas. La distinción es bien clara y debemos tomarla con mucha seriedad. Si la gente va a creer en una sola de todas las cosas que he dicho, quisiera que fuera esta: aquellos que se involucran en el espiritismo (el juego de la copa y cosas por el estilo) creen que están convocando a las almas de los muertos. En realidad, si hay respuesta a sus llamados, sin excepción se trata de Satanás y sus ángeles. Los espiritistas (adivinos, brujos, etc) hacen cosas muy peligrosas para ellos y para quienes buscan su consejo. Se están atando la soga al cuello. Está prohibido, estrictamente prohibido, llamar a las almas de los muertos. Nunca lo he hecho, nunca lo hago y nunca lo haré. Si alguien se me aparece, es porque sólo el Señor se lo permite.

Notas:

- The Amazing Secret of the Souls in Purgatory, ha sido publicado en el original inglés por Queenship Publishing Co., P.O. Box 220, Goleta, CA 93116, Estados Unidos

- Maria Simma falleció el 16 de marzo de 2004, un mes después de la publicación de esta entrevista, en Sonntag, a los 89 años.

Publicado en versión 1.0 en septiembre de 2006