miércoles, 1 de febrero de 2012

La Despenalización del Aborto no Disminuye la Mortalidad Materna


Habitualmente se repite con insistencia que es necesario despenalizar el aborto para que disminuya la mortalidad de las mujeres embarazadas. Si bien a primera vista esta premisa puede parecer lógica, cabe preguntarse si es comprobable en la realidad. Para eso comparamos la tasa de mortalidad materna de 181 países con las legislaciones respectivas en lo referente a la penalización y despenalización del aborto, y observamos que no sólo no puede comprobarse que la despenalización del aborto signifique una reducción en la mortalidad materna, sino que en gran cantidad de casos se observa justamente lo contrario.


Europa: Así, haciendo un rápido muestreo podemos observar en Europa que tanto Malta como Irlanda tienen tasas de mortalidad materna de 8 y 6 muertes por cada 100.000 nacidos vivos respectivamente -tasas de las más bajas del mundo-, siendo países en los que el aborto está totalmente penalizado. Polonia a su vez con leyes y políticas muy restrictivas (recordemos que en ese país el aborto es penalizado en el año 1993) ostenta una tasa de mortalidad materna de 6 por cada 100.000 nacidos vivos, disminuyendo las muertes maternas desde 1990 a 1996 de 70 a 21. De 1993 a 2005, por otra parte, las muertes fetales disminuyeron un 49.6%.
En el otro extremo del arco, países como Noruega y Dinamarca, que tienen despenalizado el aborto en todas las situaciones, hace más de dos décadas que luchan infructuosamente por reducir la mortalidad materna, la cual incluso se ha incrementado en la última década. El Reino Unido y Finlandia tampoco han logrado bajar la mortalidad materna en los últimos 18 años a pesar de tener leyes no restrictivas en cuanto al aborto.

La situación en África: Podemos observar esta misma relación en todos los continentes. Así por ejemplo, en áfrica tenemos a países como Mauricio que tiene el aborto penalizado prácticamente en todos los casos y una tasa de mortalidad materna de 36 por cada 100.000 nacidos vivos, muy inferior a países de la región como Nigeria, que ha despenalizado ampliamente el aborto y su tasa de mortalidad materna ronda las 840 muertes de madres por cada 100.000 nacidos vivos. O Liberia, con legislación semejante a Nigeria y una tasa de mortalidad materna de 859 /100.000.

Asia: En Asia podemos observar un fenómeno similar. Países como los Emiratos árabes Unidos, Brunei u Omán, tienen una tasa de mortalidad materna de 10, 21 y 20 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, al tiempo que su legislación penaliza el aborto. En cambio, La India, Nepal o Bangladesh tienen tasas de mortalidad materna de respectivamente 230, 380 y 338 muertes de mujeres por cada 100.000 nacidos vivos, y políticas de amplia permisividad del aborto.

América Latina: Por otro lado en América Latina el menor índice de mortalidad materna se encuentra en Chile -26/100.000- disminuyendo un 87,9% la tasa de mortalidad materna desde que el aborto fue penalizado en el año 1989, desde 13,72 a 1,65 por 100.000 nacidos vivos. El riesgo absoluto de muerte por aborto en Chile, excluyendo el embarazo ectópico, es de una en dos millones de mujeres en edad fértil, 0,045 por 100.000 nacidos vivos, una cifra mínima, comparable a la de los países desarrollados. En tanto Cuba, con una política de aborto sin restricciones desde hace décadas, tiene una tasa de mortalidad materna de 53 defunciones por cada 100.000 nacidos vivos, doblando la de Chile. Podemos también observar que Guyana, que ha liberalizado el aborto desde el año 1996, tiene una tasa de mortalidad materna 30 veces superior a la de Chile.

Norteamérica: A su vez, EEUU con el aborto prácticamente despenalizado, ha mantenido durante la década de 1980 y de 1990 los mismos índices de mortalidad materna, sin poder reducirlos pese a las políticas liberatorias del aborto aumentadas en el año 2000. A partir de entonces, viene duplicándose en ese país la mortalidad materna durante el embarazo y el puerperio, según la investigación "Maternidad: peligro de muerte". Canadá, país que tiene el aborto despenalizado en todos los casos, después de dos décadas de no haber podido bajar sus índices de mortalidad materna, ha aumentado sus índices en la última década.

Conclusiones: Es éste un rápido análisis de la relación entre disminución de la mortalidad materna y despenalización del aborto. Intentamos verificar si se daba efectivamente esta relación y observamos, en base al estudio de los datos obtenidos de la base de datos de la OMS, Banco Mundial, Unicef y The Lancet, que efectivamente esta relación no se cumple sino que lo que caracteriza a los países que tienen una baja tasa de mortalidad materna es un incremento de la educación integral tanto del varón como de la mujer, acceso a las facilidades de salud materna, atención médica del parto, cobertura de agua potable junto con una legislación que protege al mismo tiempo a la madre y a la vida del niño por nacer, prohibiendo o restringiendo fuertemente el aborto inducido.