Pero, en muchos, falta lo principal de la fiesta: EL ENCUENTRO CON JESÚS.
Todo el mundo se está preparando para la Fiesta de Navidad… Seamos conscientes que una Navidad sin Cristo es como una nuez podrida. Por muy “sabroso” aspecto que tenga la cáscara, si al romperla encontramos su interior en mal estado, espontáneamente hacemos una mueca de desagrado. Una Navidad sin un encuentro con Jesús no es NAVIDAD, aunque en el almanaque así figure y será una fiesta falseada
Los que tenemos Fe en que Dios nos ama y por eso, nos ha enviado a su propio Hijo, nacido de mujer, la joven de Nazaret, preparemos cuidadosamente la Navidad 2009. Recuperemos la celebración navideña para gozar el plan salvador de Dios. Escuchemos su Palabra. El Evangelio de Jesús nos habla claro sobre qué tenemos que hacer para ser felices. Cómo nos tenemos que comportar entre nosotros para vivir de acuerdo al proyecto salvador. Nos orienta para que logremos las más íntimas y grandes aspiraciones del ser humano. Para que vivamos en armonía fraterna transformados en hermanos de Jesús e hijos de Dios. Para que vivamos la alegría de la igualdad de familia de Dios. Para que, ciudadanos de esta Patria, demos signos de la Patria Celestial conforme al proyecto liberador integral del Dios de Jesucristo. En clave cristiana, Navidad es la Fiesta del amor, la Fiesta de la igualdad en un compartir fraternal. Seamos realistas ¿así será la Fiesta de Navidad en la Argentina de hoy?, ¿cómo se está preparando?
Por eso, en la inmediatez del acontecimiento de Jesús nacido en Belén la pregunta cristiana es ¿qué tenemos que hacer? El más grande y último de los profetas, Juan el Bautista responde en forma terminante: compartan. “El que tenga comida, compártala con quien no tenga nada para comer” Lucas 3,1-18. El compartir produce igualdad de familia creando una sociedad comunitaria. Común-unidad.
Ante la Argentina partida en 2 clases de ciudadanos: quienes tienen hasta un consumismo irritante y vergonzoso y quienes no tienen lo mínimo para consumir, generador de violencia de todo tipo: violencia de dirigentes sin reales políticas de una real justicia social desde una sincera solidaridad; violencia criminal generada por la desesperación y drogadicción, al amparo del vil enriquecimiento con la extrema pobreza ¿qué significa una auténtica celebración de Navidad 2009? Tomar el compromiso, con suma urgencia, de formar chicas y muchachos en la dimensión social del Evangelio de Jesús, nacido en la pobreza de un pesebre. La Argentina necesita dirigentes honestos y servidores. De lo contrario, la sociedad argentina seguirá autodestruyéndose por la injusticia, la violencia y la droga.