viernes, 1 de septiembre de 2006

La Iridología

El siglo XXI comparte un triste privilegio junto a las antiguas civilizaciones egipcia y caldea y a la Baja Edad Media europea: su inocultable y peligrosa pasión por el ocultismo. Siendo justos, esta forma moderna de paganismo tiene sus raíces en el siglo XIX, con el auge de la masonería y sus formas de expresión más agresivas, como el nazismo, el movimiento de la Nueva Era, la antroposofía, el comunismo y otras heridas para el alma de los hombres.


La medicina no ha sido ajena a esta aventura descarriada, y así como médicos y brujos eran indistinguibles en el Egipto faraónico o en la Babilonia caldea, hoy día son numerosos los profesionales de la salud volcados a prácticas que carecen de todo fundamento científico y, en muchas ocasiones, son manifestaciones de una idolatría de proporciones repulsivas.


Si bien el listado es extenso, hemos comentado en ediciones anteriores la absoluta falta de ciencia que rodea a la práctica del Rei Ki, a las flores de Bach o a la medicina antroposófica. Ha llegado el turno de debatir los componentes científicos y esotéricos de la llamada iridología, cuyos primeros registros (¿casualmente?) se remontan a los últimos tiempos del Egipto antiguo.


Según los «profesionales» que practican esta disciplina, cada órgano o sistema y, sobre todo, cada actividad psíquica del ser humano está representada o «mapeada» en el iris. Es prudente recordar que el iris es la región coloreada de nuestros ojos, una gran estructura fundamentalmente muscular, preparada para regular el tamaño de la pupila y, de ese modo, la cantidad de luz que llega a la retina.


Los iridólogos llaman a las presuntas zonas de mapeo del iris «campos orgánicos», los cuales representan al cuerpo material y a un supuesto «cuerpo energético». De acuerdo con las enseñanzas de la iridología, basándose en la coloración, topografía y textura del iris puede llegarse al diagnóstico de la condición de un enfermo.


Los presuntos "campos orgánicos" en un mapa esotérico del iris



Nuevamente es recomendable hacer una aclaración en este momento. Existen enfermedades sistémicas, entre las que merecen ser destacadas la hipertensión arterial y la diabetes, que afectan al ojo, por lo que la exploración del mismo en el consultorio puede resultar clave. Sin embargo, lo que hacemos en ese caso es una práctica llamada «fondo de ojo» y que consiste en observar en detalle los vasos y la papila de la retina, no del iris.


Fondo de ojos de un paciente hipertenso (las flechas blancas señalan exudados, las negras señalan hemorragias)

Retornando al núcleo de nuestro artículo, quienes practican esta disciplina (lamentablemente muchos colegas médicos, aunque también existen acupunturistas, naturópatas y otros individuos sin conocimientos de biología humana) se basan fundamentalmente en su principal compilador, el médico húngaro Péczely, quien sistematizó este método a fines del siglo XIX.

Existen numerosos trabajos y estudios publicados que demuestran la ausencia absoluta de disciplina científica en la iridología. Por sólo hacer mención a la más conocida, cito aquí la experiencia efectuada allá por 1979 donde el afamado médico iriólogo B. Jensen (creador del "mapa" de la primera figura que acompaña esta nota) y otros 2 socios evaluaron mediante su técnica a 143 personas para determinar cuales de ellos padecían enfermedades renales. Ninguno de los intervinientes logró detectar cuales pacientes tenían enfermedades en sus riñones y cuales no estaban enfermos, y de hecho fueron diagnosticados como pacientes sanos al 74% de los candidatos a trasplante por insuficiencia renal.

Desde un punto de vista científico, la iridología presenta el mismo rigor y objetividad que la astrología con sus horóscopos y otras mentiras sistemáticas. Por otra parte, la iridología carece de reproducibilidad, condición fundamental de la investigación en ciencias (un iridólogo puede observar fotos tomadas con minutos de diferencia del iris de una misma persona y sacar conclusiones completamente diferentes de ellas).

Y desde el punto de vista de nuestra Fe... ¿qué es el «cuerpo energético»? ¿Qué es el «mapa del iris»? Cuando se pretende ocupar un lugar en el campo de las ciencias y la información que se brinda es una superchería, la catalogamos como mentira. Pero cuando roza el terreno de la simple adivinación, como impresiona ser la iridología... ¿no estamos ante una forma más de ocultismo, una ola más de idolatría en el océano de confusión que rodea a nuestro tiempo en el que, lamentablemente, muchos pretenden hundir tanto a la objetividad de la ciencia como al único Camino, Verdad y Vida...?