sábado, 19 de julio de 2008

Aborto: consecuencias para los trabajadores de la salud

En otra edición hemos comentado los efectos ocurridos en las madres que padecieron el horror del aborto. Sin embargo, las consecuencias del homicidio prenatal en el personal de salud involucrado en el hecho no siempre han recibido la importancia merecida.


A tal fin, reproducimos a continuación un texto original de Rachel MacNair para Touchstone Magazine, traducido al castellano por Aciprensa. Advertimos que el contenido de este artículo puede resultar estremecedor para personas sensibles.


"Sueño con fetos, como todos los que estamos aquí: sueños de abortos, uno tras otro, de baldes de sangre salpicados por las paredes; árboles colmados de fetos gateando". Así habló Sallie Tisdale sobre el tiempo en que trabajó como enfermera en una clínica de abortos. En un artículo para la revista Harper, ella escribió acerca de un sueño en el que 2 hombres la sujetaron y la arrastraron a la fuerza.


"Hagamos un aborto", dijeron con una nauseabunda mirada lasciva. Yo empecé a gritar, estaba sumergida en una visión de succiones, de dolores chirriantes, de ser extendida y desmembrada por una serie de instrumentos que cumplen la función para la que fueron hechos. Desperté casi sin poder respirar e imaginé mesas de cocina y percheros, agujas de tejer manchadas de sangre y a mujeres que en soledad apretaban almohadas en sus bocas para evitar que sus gritos perforen las paredes de sus departamentos.


No es un trabajo ni fácil ni agradable. "Hay momentos de cansancio, sombríos momentos en los que creo no poder aguantar un recipiente más lleno de restos sangrientos, en que no creo poder pronunciar alguna otra clase de frase de consuelo", escribió. "...me preparo para el siguiente recipiente, para otra breve y áspera pérdida. '¿Cómo aguantas?' Hasta los pacientes preguntan...observo desinflarse el abdomen hinchado de una mujer en tan sólo unos momentos y mi propio estómago se estremece de dolor, de pesar".


¿Cuál es el impacto emocional en las personas que realizan abortos? Quienes los hacen han escrito y dicho lo suficiente como para mostrar que no se trata de un procedimiento médico cualquiera. Algunos, como Tisdale, tienen pesadillas. Otros sufren muchos de los síntomas asociados con el desorden de estrés post-traumático (post traumatic stress disorder [PTSD]), alguna vez llamado "neurosis de guerra" y "fatiga de batalla". La práctica de la medicina, de curar, no debería dar pesadillas, no debería causar una neurosis de guerra.


A continuación, se citarán solamente a doctores pro-opción, enfermeras y publicaciones médicas oficiales, salvo por los 2 médicos citados al final. Sus creencias de que lidiar constantemente con el aborto es una inusual y significativa fuente de estrés, más que la medicina ordinaria, de ninguna manera proviene de la oposición al aborto.


Sus Traumas

Es notable la poca atención y estudio prestado a los médicos, enfermeras, consejeros y demás trabajadores de las clínicas abortivas. Sólo se han realizado 2 estudios que observan una gran cantidad de personas, y fueron hechos por investigadores que no trabajaban en el campo del aborto. El primero (de M. Such-Baer), apareció en Social Casework en 1974 y el otro (de K. M. Roe) apareció en Social Science and Medicine en 1989.


Ambos estudios fueron realizados por personas a favor del aborto legal, no obstante lo cual, ambos notan la alta frecuencia de los síntomas que se enmarcan en la condición conocida hoy como PTSD. El estudio publicado en 1974, antes de que se adoptara el término, describe que "eran frecuentes los pensamientos obsesivos sobre el aborto, depresiones, fatiga, ira, baja autoestima y problemas de identidad. El complejo sintomático fue considerado un 'desorden reactivo transitorio', similar a la 'fatiga de batalla'".


El otro estudio mostró síntomas similares: "Los periodos ambivalentes se caracterizaban por una variedad de sentimientos otrora poco comunes y un comportamiento que incluía aislamiento de los colegas, resistencia a ir al trabajo, falta de energía, impaciencia con los clientes y un sentimiento de desasosiego general. Pesadillas, imágenes que no se iban y preocupación era elementos comunes. También era común la profunda y solitaria intimidad en la que los médicos se enfrascaban para afrontar esta ambivalencia.


Todavía no puede afirmarse que los médicos abortistas sufren de PTSD porque realizan abortos. Es difícil de probar: puede ser difícil determinar quien y quien no está realizando abortos; aquellos que han sufrido más ya pueden haber dejado la práctica; puede ser que las personas que han sufrido eventos traumáticos en el pasado están más inclinados a participar de los abortos; finalmente, el debate político actual puede afectar la manera en como percibe la gente su trabajo. Sin embargo, la evidencia recogida hasta el momento muestra que se necesitan más estudios.


American Medical News, una revista publicada por la Asociación Médica Americana, señaló que las discusiones en el taller de la Federación Nacional del Aborto "iluminan un aspecto poco conocido del debate sobre el aborto: los sentimientos de conflicto que afectan a muchos proveedores...La idea de que las enfermeras, doctores, consejeros y los demás trabajadores en este campo sienten escrúpulos de que el trabajo que realizan es un secreto muy bien guardado".


Entre las historias


Una enfermera que había trabajado en una clínica abortista durante menos de un año dijo que sus peores momentos no aparecían en la sala de operaciones sino después. Muchas veces, dijo, las mujeres que acaban de someterse a un aborto se echaban en la sala de recuperación y lloraban, "He matado a mi hijo. Acabo de matar a mi hijo". "No sé qué decirle a estas mujeres", dijo la enfermera al grupo. "Una parte de mí piensa, 'Tal vez tienen razón'".


Un doctor en Nuevo México admitió que a veces se sorprendía por la ira que un aborto tardío podía provocarle. Por un lado, dijo el médico, está molesto con la mujer. "Pero paradójicamente", añadió, "Tengo sentimientos de molestia hacia mí por sentirme bien al apretar el tope de la cabeza del bebé, por sentirme bien por haber realizado un procedimiento técnicamente bueno que destruye al feto, que mata un bebé".


Casi todo negativo


El estudio Such-Baer, hecho en 1974, un año después de la legalización del aborto en todo el país gracias a Roe vs Wade, reportó que "casi todos los profesionales involucrados en trabajos abortivos reaccionaban con sentimientos negativos". Quienes tienen contacto con los residuos fetales tienen mayores sentimientos negativos que aquellos que no entablan contacto, y su reacción no varía mucho: "Todas las reacciones emocionales fueron unánimemente, extremadamente negativas".


El más grande estudio publicado incluía entrevistas a 130 "trabajadores del aborto" en San Francisco entre enero de 1984 y marzo de 1985. Los autores no esperaban encontrar lo que encontraron. "Particularmente sorprendente fue el hecho que el malestar con los clientes del aborto o con los procedimientos tenía lugar en los médicos que apoyaban fervientemente el derecho al aborto y que expresaban un gran compromiso con su trabajo", anotaron. "Este hallazgo preliminar sugirió que incluso aquellos que apoyan el derecho de una mujer a eliminar un embarazo, pueden estar luchando con una fuerte tensión entre sus creencias formales y la experiencia situada en sus trabajo con el aborto".


Como reacción, los investigadores decidieron "entrevistar solo a médicos que se consideraban pro-opción y que estaban comprometidos a continuar con su labor por lo menos durante 6 meses". Creyeron que estas personas, "en tanto libres de sentimientos preexistentes de anti-opción y resistentes a su potencial influencia, proveerían datos valiosos sobre los dilemas y dinámicas del trabajo en el aborto legal". Esto redujo la muestra a 105 trabajadores.


Setenta y siete por ciento de ellos habló del tema del aborto como un acto destructivo, de la destrucción de algo vivo. Sobre el asesinato: "No se esperaba que salga este tema entre médicos pro-opción, sin embargo, el dieciocho por ciento habló de él cuando habló de su participación en el aborto en algún punto de la entrevista. Este tema tendía a surgir lentamente en las entrevistas y era siempre presentado con una evidente incomodidad".


Incluso Tisdale, que aún creía en el aborto, admitió la ambigüedad de realizarlos. El aborto, dijo, "es el límite más estrecho entre la amabilidad y la crueldad. Hecho de la mejor manera posible, sigue habiendo violencia -violencia misericordiosa, como darle muerte a un animal sufriente...es una dulce brutalidad la que aquí practicamos, una dura y amorosa frialdad".


El estrés parece crecer en la medida en que el no-nacido se desarrolla. "Mientras el embarazo avanza, la idea del aborto se vuelve más y más repugnante para muchas personas, incluso para el personal médico", dijo un doctor abortista llamado Don Sloan en un libro que apoyaba vigorosamente la necesidad de la legalización del aborto. Como respuesta, "Los médicos intentan divorciarse del método". Luego de describir el procedimiento de gráficamente, incluyendo la necesidad de revisar las partes del cuerpo para asegurarse de que todo el feto haya sido removido del útero, concluyó diciendo: "¿Quieres abortar? Paga el precio. Hay un viejo dicho en medicina: Si quieres trabajar en la cocina, tendrás que romper algún huevo. El horno se calienta. Prepárate para quemarte".


Los abortos en una etapa avanzada del embarazo ofrecen "un inusual dilema", dijo Warren Hern, especialista en abortos, en un trabajo para la Asociación de Médicos de Planned Parenthood. Los doctores y enfermeras que los realizan tienen "fuertes reservas personales acerca de participar en una operación que ellos ven como destructiva y violenta". Explicó sus reacciones de la siguiente manera:


«Parte de nuestra herencia cultural y tal vez biológica retrocede ante una operación destructiva de una manera muy similar a la nuestra, incluso cuando sabemos que el acto tiene un efecto positivo en una persona viva. Nadie que no haya realizado este procedimiento puede saber cómo es o lo que significa; pero habiéndolo hecho, quedamos perplejos ante las posibilidades de interpretación. Hemos alcanzado un punto en esta tecnología en particular, en el que no hay posibilidad de negar el acto de destrucción del operante. Está frente a nuestros ojos. Las sensaciones de desmembramiento fluyen a través de los fórceps como una corriente eléctrica...Mientras más parece que solucionamos el problema, más espinoso se vuelve.»


Pesadillas


Pero son los sueños de los médicos los más nos pueden decir al respecto. Los malos sueños son tan comunes que su mención, aunque sea pequeña, puede esperarse en casi todas las presentaciones sobre el tema de las reacciones emocionales de los trabajadores que realizan abortos en una clínica abortiva. Muchos de ellos dejaron de realizar abortos porque se convencieron de estaba mal, gracias a sus sueños sobre abortos.


Los reportes varían respecto del número de trabajadores que sufrían de pesadillas relacionadas con el aborto: un estudio del Dr. Hern señala que sólo dos de 23 trabajadores reportaron pesadillas sobre el aborto, mientras que una noticia sobre abortos en embarazos avanzados aparecida en ObGyn News dijo que un cuarto de los trabajadores soñaban con abortos. Tisdale dijo que en su centro médico todos tenían esos sueños, pero eso probablemente haya sido una licencia poética.


¿Cómo son estos sueños? Tisdale habló de sueños de "sangre salpicada en las paredes" y "árboles repletos de fetos gateando", así como de su propia violación. Otro escritor habló sobre una enfermera que soñó que "estaba metiendo un bebé por la boca de un jarrón [de antigüedades]. El bebé la miraba con una expresión suplicante. Había un aro blanco alrededor del jarrón. Ella interpretó esto como la representación de las demás enfermeras observando su acto y condenándolo".


Él llegó a la conclusión de que su sueño (el de ella) "muestra que inconscientemente el acto de abortar se experimentó como un acto de asesinato. Debe notarse que esta enfermera estaba absolutamente involucrada e intelectualmente comprometida con la nueva ley del aborto. Tuvo una reacción típica. Sin importar la religión u orientación filosófica de cada quien, la visión inconsciente del aborto permanece igual. Esto es lo más significativo de todo lo que se aprendió en estas sesiones". (Esta historia apareció en un editorial de Obstetricia y Ginecología, que argumentaba que los trabajadores de centros abortistas deben ser alentados a hablar sobre sus problemas como una manera de que sigan realizando su trabajo).


American Medical News reportó lo siguiente del taller de la Federación Nacional del Aborto: "Ellos [quienes realizan o ayudan a realizar abortos] se preguntan si es que el feto siente dolor. Hablan sobre el alma y a donde va. Y acerca de sus sueños, en los que los fetos abortados los miran con ojos de ancianos (ancient eyes) y con sus manos y pies perfectamente desarrollados preguntándoles, '¿Por qué? ¿Por qué me hiciste esto?'".


Un informe presentado a la Asociación de Médicos de Planned Parenthood describió los sueños de 2 personas que soñaron que "vomitaban fetos, junto con un sentimiento de horror". Los escritores concluyeron, "En general, parece que mientras mayor es el contacto físico y visual (de los doctores y enfermeras), se experimenta mayor estrés. Esto es evidente tanto en el estrés consciente cuanto en las manifestaciones inconscientes como los sueños. Por lo menos, los dos individuos que reportaron varios sueños significativos desempeñaban estos roles".


Explicaciones Alternativas


¿Cómo podemos dar cuenta de los problemas de los médicos, especialmente de sus sueños? Puede ser que sea así como la mente humana responde a una matanza, como se ha sugerido en otros grupos de personas que matan. Quienes creen que el aborto es un asesinato, y que matar a otro ser humano es algo que pocas personas pueden hacer de manera natural, encontrará plausible esta explicación.


Pero científicos sociales ofrecen otras 2 explicaciones. Una de ellas dice que las personas sufren de agotamiento, como tantos en las profesiones de ayuda. Es por ello un problema más fácil de resolver, ya que requiere solo de vacaciones y rotación de responsabilidades. Considerando el alto volumen y la alta velocidad de los más de los abortos, puede ser que sí estén agotados, lo cual no quita que sufran de conciencia o también PTSD. Más aún, el agotamiento no explica sus sueños.


La otra explicación es que las personas responden negativamente por un primitivo o infantil mal entendimiento de los hechos. El editorial en Obstetricia y Ginecología antes citado dijo que "el niño mezcla inevitablemente la realidad con la fantasía. Incapaz de conceptuar todo el proceso en términos sofisticados, el niño piensa en términos concretos. Visualizó un 'huevo' en 'el estómago' y cree que un bebé formado se desarrolla desde el principio, creciendo por nueve meses hasta llegar a ser un infante de tamaño completo".


Este autor cree que esta es la manera de explicar los sueños. No obstante los adultos entienden la reproducción, "las fantasías primitivas permanecen en el inconsciente...Por tanto, incluso quienes están intelectualmente comprometidos con el aborto tienen que luchar contra la visión de un feto como un bebé real que tiene su propio inconsciente. El trauma emocional observado en estas enfermeras fue el resultado de un conflicto entre su compromiso intelectual, por un lado, y sus posturas inconscientes por el otro. En su interior, tienen la experiencia de haber participado en un asesinato".


Si el ver al feto como un bebé es un mero producto de la imaginación, un símbolo o una sobresimplificación, la solución es simple. La mejor manera de enfrentar una fantasía es mostrando la realidad. La tecnología moderna nos ha provisto de fotografías de embriones y fetos en cada etapa de su desarrollo, y los sonogramas muestran sus movimientos en tiempo real. Pero esta técnica no parece ser útil a la hora de reducir los síntomas de los que sufren los que trabajan con abortos, como otro editorial titulado "Advertencias de Impactos Psicológicos Negativos de la Sonografía en el Aborto", mostraba en 1986.


Una Advertencia


Los defensores del aborto creen que es un tipo de medicina. Quienes se oponen creen que es asesinato. Si el aborto se trata de quitar una vida humana, algunos o muchos de los que los realizan sufrirían ciertas consecuencias psicológicas asociadas con el trauma causado por dañar a otros. Si no encontramos tales consecuencias, el caso de que el aborto no es violencia de ningún tipo se ve fortalecido. Si es que hay consecuencias, se fortalece el caso de que hay violencia. La evidencia anecdótica y tales estudios sugieren, como nosotros lo hemos hecho, que algunos de los que realizan abortos sufren daños psicológicos; que realizar abortos tiene esas consecuencias.


Tal vez los sueños sean una advertencia. De serlo, esas pesadillas pueden ser una bendición. Bernard Nathanson, hablando del tiempo en que era un pionero en preparar centros abortistas, recuerda haber sido abordado por la esposa de un médico en un cocktail. "Me llevó a un lado y me habló muy agitada acerca de las cada vez más frecuentes pesadillas de su esposo. Él le había confesado a su esposa que sus sueños estaban plagados de niños y sangre, y que luego se había obsesionado con la idea de que alguna justicia terrible se impondría sobre sus hijos como pago por lo que estaba haciendo". Estos sueños y sentimientos pueden haber sido una advertencia de su conciencia para que no siga.


El ex doctor abortista McArthur Hill ha hablado acerca de cómo él intentaba salvar bebés prematuros y cómo luego encontró que los bebés que había abortado eran más grandes que los prematuros que había salvado.


Fue ahí cuando empecé a tener pesadillas...En mis pesadillas, yo recibía a un saludable recién nacido. Luego tomaba a ese saludable recién nacido y lo cargaba. Estaba frente a un jurado de gente sin rostro y les preguntaba qué hacer con ese bebé. Ellos tenían que mostrar el dedo pulgar hacia arriba o hacia abajo, y si mostraban el pulgar hacia abajo, yo tenía que soltar el bebé dentro de una balde lleno de agua que estaba en el suelo. Nunca llegué a soltar al bebé porque siempre me despertaba en ese momento.


El doctor Hill, eventualmente, despertó a la realidad de lo que estaba haciendo. Otros también lo han hecho. Si es verdad que las pesadillas de los médicos abortistas y otros síntomas resultan de su trabajo, como lo sugieren las evidencias, habrá muchos otros médicos abortistas que serán llevados por sus sueños a escuchar la voz de sus conciencias y dejarán de ayudar en la matanza de los no nacidos.

Rachel MacNair (Touchstone Magazine, Aciprensa)
Publicado en formato 1.0 en julio de 2008

La autora es directora del Institute for Integrated Social Analysis en Kansas City, brazo investigativo de la organización Consistent Life (http://www.consistent-life.org), y es autora de Perpetration-Induced Traumatic Stress: The Psychological Consequences of Killing (Praeger, 2002), una obra que examina grupos involucrados en matar, incluyendo veteranos de guerra y verdugos.

martes, 1 de julio de 2008

El Lunik III y la Existencia de Dios

El sacerdote jesuita Jorge Loring, autor de difundidos textos tanto teológicos como dirigidos al público en general, ha brindado a lo largo de los años distintas conferencias acerca del vínculo estrecho entre la ciencia y la Fe. Entre otras, el sacerdote nos deslumbraba, allá por 1959, con lo que ocurría con la sonda soviética Lunik III, la primera que logró fotografiar la cara oculta de la Luna.


«El tema de la conferencia de hoy me lo ha sugerido ese hecho portentoso que ha dejado boquiabierto al mundo entero. Hace un mes que todos los periódicos del mundo no han dejado de hablar de él. Me refiero al Lunik III soviético.

No tengo dificultad en afirmar que jamás en la historia de la Humanidad ha conseguido el hombre una conquista más grande que ésta. Hasta ahora todas las conquistas del hombre se habían limitado a nuestro planeta, la Tierra.

Nadie todavía había conquistado nada fuera de nuestro planeta. Hoy hemos llegado a la Luna. Desde luego, jamás en la historia de la Humanidad se había llegado tan lejos.

Ante esta proeza hay dos actitudes.

Una, la del poeta italiano Salvatore Quasimodo, a quien han concedido el premio Nobel de Literatura este año 1959. Cuando los rusos pusieron en órbita el primer Sputnik hizo una poesía en la cual decía que el hombre estaba haciendo la competencia a Dios en el dominio del espacio.

Naturalmente esto es una blasfemia, y el periódico L'Osservatore Romano, periódico de la Santa Sede, no tuvo más remedio que censurar esta expresión desorbitada. Ni significa esta conquista del espacio que el hombre pueda hacerle la competencia a Dios, ni tampoco hay que asustarse, como me decía uno de vosotros.

-Padre, esto parece que es un contra-Dios...
-No. No es un contra-Dios. Dios nos ha dado la inteligencia para que la explotemos. Y todas las conquistas que la técnica consiga por la inteligencia del hombre para el progreso, son queridas por Dios. Y en los planes de Dios está el que según la inteligencia del hombre vaya conociendo la Naturaleza y vaya explotando sus fuerzas, la técnica vaya avanzando y las conquistas del hombre se vayan extendiendo.

No es un contra-Dios. Pero hay que poner las cosas en su sitio. No caer en el extremo de Salvatore Quasimodo creyendo que el hombre puede enfrentarse con Dios, o lo del filósofo alemán Nietzsche del superhombre, del endiosamiento del hombre.
Ni endiosarse, ni asustarse. En su sitio: el hombre, gracias a Dios, tiene una inteligencia que la puede explotar en servicio de la Humanidad para dominar la materia que Dios creó al servicio del hombre.


Pues una vez centrado el tema, la conferencia tiene este enfoque:

Primero os voy a exponer cuáles son las dificultades, cuáles han sido los problemas que han tenido que resolver los científicos para llegar a la Luna.
Después os sacaré unas consecuencias.

Primero quiero deciros que hay una notable diferencia entre el Lunik II y el Lunik III.
El problema del Lunik II fue un problema de puntería, fundamentalmente. Es el problema del cazador que apunta delante de su pieza para que después los perdigones coincidan con ella. El problema del Lunik II era un problema de puntería. Saber a qué distancia está la Luna, saber a qué velocidad va el proyectil, saber a qué velocidad va la Luna respecto de la Tierra, y saber a qué distancia delante hay que apuntar para que cuando llegue el proyectil coincida con la Luna y haga blanco.

El Lunik III es totalmente distinto. Es mucho más complicado. Aunque algunos problemas son similares.

Por ejemplo: el primer problema es escapar de la Tierra. Todos sabéis que la Tierra atrae. Hay una fuerza de gravedad que atrae las cosas. Tú tiras una piedra y cuando pierde el impulso que le has dado, la piedra cae a tierra. Para escapar del campo gravitatorio de la Tierra se necesita una velocidad de 40 mil kilómetros por hora.

Primer triunfo: haber logrado un proyectil que va a 40 mil km por hora. Tened en cuenta que el récord mundial de velocidad en avión es hoy de 6 mil km por hora, conseguido por el avión-cohete norteamericano X-l5. La velocidad del Lunik III fue casi diez veces superior.


El segundo problema era de puntería. Había que tener cuidado de que no cayera demasiado cerca de la Luna, porque entonces la Luna lo atraería y se estrellaría contra ella, como el Lunik II.

El Lunik III debía darle la vuelta por detrás y sacarnos las fotografías posteriores de la Luna que es lo que todos ansiábamos. Porque jamás, desde que el hombre habita la Tierra, nadie había visto la Luna por detrás.

Os voy a explicar, brevemente, por qué nadie había visto la Luna por detrás. La Luna tiene 2 movimientos: uno de traslación alrededor de la Tierra, y otro de rotación sobre su eje.
Si la Luna no tuviera movimiento de rotación sobre su eje, la veríamos por todas partes. Estos hombres ven esta parte, Y después se la ve por aquí; y a la Luna se la vería por todas partes.
Pero como, además de este movimiento de traslación, tiene un movimiento de rotación sobre su eje, que tiene el mismo período que el movimiento de traslación, al mismo tiempo que da una vuelta alrededor de la Tierra, da una vuelta alrededor de su eje. Resultado: siempre nos enseña la misma cara.

Por eso nadie sabía cómo era la Luna por detrás. Para conocer la Luna por detrás había que llegar hasta la Luna, rebasarla y fotografiarla por detrás. Y eso es lo que ha hecho el Lunik III.

Como veis, esto ha sido una proeza de la técnica que ha dejado boquiabierto al mundo entero. Ahora voy a hacer una comparación.
Después sacaré la consecuencia.

Primero.
El Lunik pesa una tonelada y media.
La Tierra pesa 6.000 trillones de toneladas. ¡6.000 trillones de toneladas! Un 6 por 10 elevado a 21. Un 6 con 21 ceros. ¡Seis mil trillones de toneladas!

Antes de seguir adelante quiero hacer una advertencia.
Os voy a dar -os he dado números- y os voy a dar muchos más.
No creáis que estoy dando números al tuntún. Me los he aprendido de memoria. He estudiado. Porque me gusta ser exacto y antes de decir una cosa la estudio para estar cierto de lo que digo.
Y si alguno duda, se lo puedo demostrar. Porque he traído aquí los libros de Astronomía. Como digo, son números tremendos. Pero estoy dispuesto a enseñaros la exactitud de los números que digo.

Segundo.
Os he hablado de pesos. Vamos a pasar a velocidades.
Es una proeza que el Lunik haya salido de la Tierra a 40.000 km. por hora. Es una proeza. No cabe duda. Pues la Tierra va alrededor del Sol a 100.000 km. por hora. Y como los kilómetros por hora es una medida muy pequeña para medir velocidades en el espacio, resulta que tenemos que medir en kilómetros por segundo.

El Lunik salió a 11 km por segundo. La Tierra va a 30 km por segundo. La estrella Arturo, de la constelación del Boyero, va a 400 km por segundo. Se han calculado estrellas que van a la velocidad de 145.000 km por segundo. ¡145.000 km por segundo! Esto es velocidad. Ahora el Lunik resulta lento con sus 11 km por segundo.

Tercero.
Nos quedamos boquiabiertos, y con razón, de pensar que un proyectil fabricado por el hombre ha sido lanzado a 400.000 kilómetros de distancia. Es lógico. Exactamente son 384.000 kilómetros. Pues vamos a ver distancias en el firmamento. La Tierra está a 150 millones de kilómetros del Sol. Plutón, el último de los planetas, está a 6,000 millones de kilómetros del Sol. Esto sin salir del sistema solar.

Vamos a salir, y vamos a buscar una estrella. La estrella más bonita del firmamento: Sirio. Esa estrella que parece un brillante, que cambia de color, unas irisaciones preciosas. Pues esa preciosidad del firmamento, Sirio, está a billones de kilómetros. No millones, sino billones. Millones de millones. ¡80 billones de kilómetros!

Y no es la más cercana de las que vemos. La más cercana a la Tierra es Alfa de Centauro, que está a cuatro años luz, pero no se ve desde nuestro hemisferio. Y cuando sales del sistema solar no puedes medir en kilómetros porque te faltaría sitio en el papel para poner ceros. Hay que medir en años de luz. ¡Fijaos en la medida!

La luz recorre en un segundo 300.000 kilómetros. Pues lo que la luz, a 300.000 kilómetros por segundo, recorre en un año, ésa es la medida para las distancia en el firmamento.
Y con esa medida de años de luz, a Sirio, que está a 80 billones de kilómetros, tardaría la luz 8 años en llegar.

Cada año de luz son 10 billones de kilómetros. Pues Betelgeuse, esa estrella de la constelación de Orión, que se ve por el sur en invierno, está a 200 años luz. A la velocidad de 300.000 kilómetros por segundo tardaría 200 años en llegar.

Estamos pensando en ir a la Luna.

Pero, ¿cuándo un hombre podrá llegar a la estrella Betelgeuse si a la velocidad tope, según Einstein, de la velocidad de la luz, se tardarían 200 años en llegar. iQué pequeño es el hombre! ¡Qué absurdo que Salvatore Quasimodo haya querido enfrentar el hombre con Dios! ¡Qué absurdo! ¡Qué pequeño el hombre, aunque haya llegado a la Luna! ¡Qué grande, porque ha llegado a la Luna! Pero, ¡qué pequeño si lo comparas con Dios! Por mucho que quisiera un hombre jamás podría llegar a la estrella Betelgeuse. A la velocidad de la luz, ¡doscientos años de viaje! ¡Imposible!

Por eso digo que cuando uno empieza a estudiar un poco y conoce estas grandezas de la Creación, se siente uno empequeñecido. Si nos hemos quedado boquiabiertos ante la proeza del Lunik III, nos quedamos anonadados ante la grandeza de la sabiduría, del poder y de la técnica de ese Ser, que llamamos Dios, que hizo esta máquina con tamaños inconmensurables, con velocidades increíbles, con distancias inconcebibles, y que se mueve con precisión matemática.

Voy a terminar con este acontecimiento que todos habéis leído en el periódico hace poco: el eclipse de Sol del mes pasado. Aquí, en Cádiz, apenas si nos dimos cuenta. Pero en Canarias, a las once de la mañana, se hizo de noche. Los coches encendieron los faros. Y, según me ha dicho uno que venía de Canarias, los pajarillos se iban a dormir: ¡porque se hizo de noche!


Y, ¿por qué se reunieron allí aquellos científicos norteamericanos, alemanes, holandeses, italianos, franceses, españoles...? ¿Por qué fueron allí? Porque ellos sabían perfectamente qué día, a qué hora, y desde qué sitio sería visible el eclipse solar, cuanto va a durar, etc. Por cierto que me traje un periódico y me lo ha dejado en mi despacho. Os quería haber enseñado un periódico de Canarias con fotografías del eclipse.

Allí dice que los científicos, se reunieron en Fuerteventura, porque allí era desde donde se iba a ver mejor; pero resulta que una nube estorbó la visión del eclipse y desde donde se vio mejor fue desde Gran Canaria. A esto voy: la precisión de la máquina del Universo.
Cómo todos los científicos sabían dónde tenían que ir para verlo bien, qué día y a qué hora; allí estaban todos, con todos sus aparatos para fotografiar el eclipse. No fueron a Alaska ni a Australia. Fueron a Canarias.

¿Por qué? Porque esta máquina maravillosa del Universo se mueve con una precisión matemática. Esto requiere una técnica y un poder infinitamente más grande que el poder y la técnica que haya supuesto el Lunik III.


Por esto os decía al empezar: el Lunik III soviético el último argumento de la existencia de Dios. Porque si reconocemos el mérito de la técnica que ha logrado esta proeza de llegar a la Luna, con mucha más razón debemos caer de rodillas, adorando y admirando la grandeza, el poder, la sabiduría y la técnica de ese Dios que ha creado esta máquina gigantesca, perfectísima y matemática que llamamos Universo.
Hasta otro día.»
Publicado en formato 1.0 en julio de 2008

El Galicanismo

Se ha brindado el nombre de galicanismo a un grupo de tendencias surgidas hacia el siglo XVI, promovidas en cierto modo por el clero francés con el apoyo de la monarquía reinante.

Algunos historiadores sugieren que el galicanismo ha sido una herejía, pero acaso el verdadero papel de este movimiento fue el de restringir el poder y las prerrogativas de la Santa Sede frente al poder del Estado, algo análogo a lo ocurrido con el cisma protestante. Se considera que su antecedente más directo se remonta al enfrentamiento entre el Papa Bonifacio VIII (1294-1303) y el rey francés Felipe el Hermoso (1286-1314), fruto de los impuestos exigidos por el monarca al clero, sin contar con permiso pontificio. Esta actitud le valió al rey una bula de excomunión en su contra denominada Unam Sanctam, según la cual se reafirmaba la supremacía del poder espiritual por sobre el temporal.

Otro eslabón de esta historia fue la difusión de la idea que las decisiones de los concilios tenían prioridad en desmedro del Pontífice, como así también las que consideraban que, en materia jurisdiccional, los Obispos y el clero en general tenían dicha facultad por haber sido otorgada directamente de Dios, sin necesidad de intervención alguna del Papado.

La crisis inmediata surgió en 1682 con la promulgación de la ‘Declaración del Clero Galicano’ (París, 1682), que sostenía entre sus argumentos:

- La independencia de reyes y príncipes de la autoridad eclesiástica en materias temporales

- La subordinación papal a los concilios

- La imposibilidad de modificar las reglas del clero francés por la Santa Sede

- El concepto de que el juicio del Papa tiene valor en materias de Fe, pero para su promulgación se requiere siempre de la necesaria aceptación de la Iglesia entera.

Esta declaración fue condenada sucesivamente por Inocencio X (1682) y Alejandro VIII (1690). Finalmente, durante las sesiones llevadas a cabo en el Concilio Ecuménico Vaticano I (1869-1870), el galicanismo recibió un duro golpe al ser definida dogmáticamente la doctrina de la ‘Infalibilidad del Romano Pontífice’, siendo nuevamente censuradas sus doctrinas.

Lamentablemente, el espíritu galicano aflora, de tanto en tanto, en algunos sectores disidentes de la Santa Iglesia Católica, tema que excede el contenido de este ensayo.