lunes, 13 de octubre de 2014

Los Engaños del Demonio

Texto original: Tradition In Action (traducción propia de Revista Fides et Ratio)

El demonio puede transportar cuerpos con gran rapidez, como lo hizo Satanás con Nuestro Señor cuando lo llevó a la cima de una montaña elevada y le enseñó todos los reinos del mundo (Mateo 4:8). El demonio no puede profetizar por sí mismo, pero, como conoce muchas cosas, puede aparentar ante los seres humanos que fue capaz de anticipar verdaderas profecías.



E020_sor.jpg - 14473 BytesAdemás, el demonio no puede conocer los secretos de la mente y el corazón de las personas (sólo Dios puede hacerlo), pero, dado que es capaz de analizar con inteligencia el temperamento y el carácter de los individuos, así como las circunstancias de su vida, puede aparentar que lee el alma de la gente.

Veamos un famoso ejemplo de la forma en que Satanás produjo signos que fueron interpretados como maravillosos en una religiosa franciscana en Córdoba (España). Durante 39 años, la hermana Magdalena de la Cruz (1487-1560) fue interpretada como una mística estigmatizada. Caía en trance, tenía visiones y realizaba profecías. Tenía numerosos seguidores, incluidos muchos religiosos. Sin embargo, San Ignacio de Loyola siempre la miraba con sospecha, al igual que Juan de Ávila, director espiritual de Santa Teresa.

En 1543, pensando que había llegado el momento de su muerte, realizó una confesión completa y manifestó que a los 12 años había efectuado un pacto con Satanás y había actuado durante 50 años bajo la influencia de dos demonios, llamados Balbant y Patorrio, sus referentes e instructores. Ellos habían generados los estigmas sangrantes durante 39 años.

Como puede observarse, los signos y las visiones no son suficientes. En este caso, eran provocados por fuerzas preternaturales que la mujer había solicitado, por lo cual parecía santa. Incluso los estigmas no son signos indiscutidos de santidad.