Técnicamente, el DIU es una pequeña estructura metálica que contiene cobre en la mayor parte de los casos, la cual se implanta por vía transvaginal en la cara interna del útero. Desde el punto de vista químico, el cobre actúa impidiendo el ascenso de los espermatozoides a través del aparato genital de la mujer por lo cual se evitaría la fecundación (de allí la denominación popular de "T de cobre").
Algunos modelos de DIU
Sin embargo, es bien conocido que el fundamento más contundente por el cual los DIU resultan eficaces como contraceptivos es otro. Al generar un estado inflamatorio continuo en el endometrio (la capa interna del útero que se desprende en cada menstruación), el dispositivo IMPIDE LA IMPLANTACIÓN DEL EMBRIÓN, o sea, resulta un MÉTODO ABORTIVO. De hecho, en algunos estudios se ha demostrado la eliminación de embriones (seres humanos) en secreciones vaginales hasta en una cada 25 mujeres usuarias de este método.
Esquema simplificado: DIU colocado en la cavidad uterina
Inclusive existen en el mercado algunos DIU que además liberan hormonas (endoceptivos), sumando eficacia contraceptiva... y abortiva.
Ecografía de una paciente con infección pélvica asociada con DIU
Como relatábamos previamente, una de cada 25 mujeres que llevan implantado un DIU abortan hasta 3 embriones cada 2 años. Conociendo que unas 50 millones de mujeres utilizan mundialmente un dispositivo intrauterino, un simple cálculo nos habla de 3 millones de abortos anuales sólo en esta población. Como podemos apreciar, los frutos de la mal llamada revolución sexual resultan en el simple y muy apropiado nombre de genocidio.