lunes, 1 de mayo de 2006

El Milagro Eucarístico de Lanciano




Llamamos transustanciación al extraordinario milagro que todos los días ocurre en las misas, cuando el pan y el vino son consagrados en el altar y se convierten, por la intercesión del Espíritu Santo, en el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo. Creemos en esta maravilla los católicos y nuestros hermanos ortodoxos. Sin embargo, otras iglesias cristianas separadas desestiman la transustanciación, y algún que otro falso historiador (Dan Brown)  sostiene sin documentación que ha sido adoptada de diversos cultos paganos. Nada más alejado de la realidad...
 
Se han documentado al menos 800 milagros eucarísticos en el mundo todo a lo largo de la historia del cristianismo, pero quizás por haber sido el primero del que existe registro, el más trascendente es sin dudas el de Lanciano.
 
 Allá por el siglo VIII, un monje de la orden de San Basilio se hallaba celebrando la Santa Misa en la iglesia de San Legonziano en Lanciano, Italia. Según las crónicas, el sacerdote había dudado de la consagración. En plena ceremonia, la hostia se convirtió en Carne y el vino del cáliz se convirtió en Sangre, la cual se coaguló en 5 fragmentos irregulares de distintos tamaños.

Pero el Milagro no sólo sorprendió a los entonces presentes... ya que la Carne y la Sangre se preservan incorruptas hasta la actualidad, sin que medie ningún proceso de conservación. Ambas pueden apreciarse en la Iglesia de San Francisco en Italia.

 

Los primeros estudios de corte científico se practicaron en el remoto 1571, pero es prudente que consideremos los hallazgos más recientes, practicados en 1970 y revisados en 1990.

Según estos trabajos (encarados por prestigiosos médicos italianos de la talla del Profesor Doctor Eduardo Linoli y del Profesor Adjunto Ruggero Bertelli, ambos de universidades seculares), la Carne conserva la forma de la hostia, con un diámetro de 6 cm, con una laceración central levantada en forma de pliegues. La porción inferior es más gruesa que la superior, sugiriendo el corte transversal de un órgano cavitado. El examen microscópico de la pieza ha revelado que pertenece a la especie humana, y específicamente, se trata de tejido cardiaco, incluyendo miocardio, endocardio e incluso secciones del nervio vago. En términos simples, la Carne es corazón humano estructuralmente completo.

La Sangre, por su parte, está separada en los 5 coágulos que antes citamos, con un total aproximado de 15 gramos. El estudio bioquímico por inmunoelectroforesis ha revelado que se trata de sangre humana, del inmunotipo AB (vale destacar esta información coincide con el mismo grupo sanguíneo del Santo Sudario).

No debemos olvidar, además, que la Carne y la Sangre se encuentran exactamente en las mismas condiciones en que se presentaron a los fieles... hace 1300 años, lo cual hace más asombroso aún, si cabe, a este Milagro.

 

Pero quizás lo más trascendente sea recordar que, en realidad, todos somos testigos DIARIOS del milagro maravilloso que representa la transustanciación, regalo único que Cristo nos lega con su presencia en cada sagrario del mundo.
 
Para mayor información, recomendamos visitar el sitio oficial del Santuario.