Entre estos hermanos que dedicaron su vida al servicio del Reino en la tierra, se encuentra Don Artémides Zatti, «el enfermero santo de la Patagonia».
El Beato Zatti nació en Reggio Emilia, Italia, el 12 de octubre de 1880. Como otros tantos compatriotas, emigró a nuestras tierras con su familia, llegando a suelo argentino en 1897, puntualmente a Bahía Blanca, al sur de la provincia de Buenos Aires.
Allí, ingresó al seminario salesiano, donde fue presa de la tuberculosis en tiempos en que la enfermedad carecía de tratamiento específico. Fue trasladado por ese entonces a Viedma, provincia de Río Negro, donde pidió a María Santísima su curación, gracia que le fue concedida. Prometió dedicarse a los enfermos que lo rodeaban, labor que incansablemente realizó por espacio de cuatro décadas.
En sus tareas como laico consagrado («coadjutor salesiano») incluyó la administración del hospital San José, destino de derivaciones procedentes de toda la extensa región que abarcaba. Al igual que otros luchadores de la Pastoral de la Salud, debió a un tiempo ocuparse de la salud integral –física y espiritual– de los enfermos, y de resistir la indiferencia y muchas veces la férrea oposición de las autoridades políticas y gubernamentales.
Hospital Regional de Viedma "Artémides Zatti"
El 15 de marzo de 1951 Don Zatti volvió a la casa del Padre, conservándose sus restos en el atrio de la Parroquia San Juan Bosco de Viedma. En 1977 el Obispado de la capital rionegrina inició la autorización para iniciar la causa de canonización. Tras el informe del Relator General de la Santa Sede, en 1997 Don Zatti fue declarado Venerable. Tan sólo un año después, se produjo un milagro por su intercesión, el cual fue estudiado y avalado por expertos. Así, Su Santidad Juan Pablo II lo declaró Beato en 2002.
Beato Artémides Zatti, ruega por nosotros
Publicado en formato 1.0 en abril de 2007