El sorprendente Very Large Telescope (VLT), dependiente del European Southern Observatory (ESO) e instalado en Cerro Paranal, en la segunda región de Chile, forma parte del complejo astronómico más avanzado de la Tierra.
Por medio del VLT, se han conseguido nuevos y valiosos datos acerca de la atmósfera de Plutón, el que actualmente no es considerado un planeta convencional sino un plutoide o “planeta enano”. Si bien la existencia de una atmósfera tenue en ese cuerpo celeste se conoce desde principios de la década de 1980, se ha descubierto que está conformada por cantidades notablemente elevadas de metano. Según Emmanuel Lellouch, autor principal de una carta al editor publicada en Astronomy & Astrophysics, esta particular composición atmosférica se asocia con una temperatura notablemente mayor que la de la superficie de Plutón.
Esta característica sólo es explicable por la presencia de pequeñas extensiones de metano puro o por una capa rica en esta sustancia que cubra a este planeta enano. De hecho, después del nitrógeno, el metano parece ser el segundo componente en importancia de la atmósfera plutoniana. Sin embargo, basta recordar que la forma pronunciadamente elíptica de la órbita de Plutón lo aleja a casi 5 000 millones de kilómetros del Sol, por lo cual durante períodos prolongados esta atmósfera se sublima como “hielo” de metano sobre la superficie planetaria.
En contraste con el aire de la Tierra, la atmósfera de Plutón presenta un fenómeno de inversión térmica, dado que a mayor altura, más elevada es la temperatura que se observa en la atmósfera. En cambio, en nuestro planeta, a medida que se asciende en la atmósfera la temperatura va disminuyendo cerca de 6ºC por kilómetro. Así, en condiciones normales, el aire cercano a la superficie de la Tierra es más caliente que el aire que está por encima, en gran parte porque la atmósfera es calentada desde abajo en la medida que la radiación solar calienta la superficie de la Tierra la que, a su vez, eleva la temperatura de la capa de aire que se encuentra directamente sobre ella.
Basta recordar que Plutón tiene un diámetro equivalente al de la quinta parte de la Tierra, con condiciones climáticas glaciales (la temperatura media es de unos -180ºC) y envuelto en tinieblas perpetuas, ambos frutos de su gran distancia al Sol. Indudablemente nuestro mundo fue adecuadamente “diseñado” para la vida tal como la conocemos…
Por medio del VLT, se han conseguido nuevos y valiosos datos acerca de la atmósfera de Plutón, el que actualmente no es considerado un planeta convencional sino un plutoide o “planeta enano”. Si bien la existencia de una atmósfera tenue en ese cuerpo celeste se conoce desde principios de la década de 1980, se ha descubierto que está conformada por cantidades notablemente elevadas de metano. Según Emmanuel Lellouch, autor principal de una carta al editor publicada en Astronomy & Astrophysics, esta particular composición atmosférica se asocia con una temperatura notablemente mayor que la de la superficie de Plutón.
Esta característica sólo es explicable por la presencia de pequeñas extensiones de metano puro o por una capa rica en esta sustancia que cubra a este planeta enano. De hecho, después del nitrógeno, el metano parece ser el segundo componente en importancia de la atmósfera plutoniana. Sin embargo, basta recordar que la forma pronunciadamente elíptica de la órbita de Plutón lo aleja a casi 5 000 millones de kilómetros del Sol, por lo cual durante períodos prolongados esta atmósfera se sublima como “hielo” de metano sobre la superficie planetaria.
En contraste con el aire de la Tierra, la atmósfera de Plutón presenta un fenómeno de inversión térmica, dado que a mayor altura, más elevada es la temperatura que se observa en la atmósfera. En cambio, en nuestro planeta, a medida que se asciende en la atmósfera la temperatura va disminuyendo cerca de 6ºC por kilómetro. Así, en condiciones normales, el aire cercano a la superficie de la Tierra es más caliente que el aire que está por encima, en gran parte porque la atmósfera es calentada desde abajo en la medida que la radiación solar calienta la superficie de la Tierra la que, a su vez, eleva la temperatura de la capa de aire que se encuentra directamente sobre ella.
Basta recordar que Plutón tiene un diámetro equivalente al de la quinta parte de la Tierra, con condiciones climáticas glaciales (la temperatura media es de unos -180ºC) y envuelto en tinieblas perpetuas, ambos frutos de su gran distancia al Sol. Indudablemente nuestro mundo fue adecuadamente “diseñado” para la vida tal como la conocemos…