“No somos muchas hermanas, pero en cada comunidad colaboramos en la extensión del Reino de Dios, con el trabajo en las tareas parroquiales: catequesis, misión, formación de agentes, trabajo con jóvenes, en las escuelas como maestras, o el hospital como enfermeras”, escribe la hermana Carmen Lelis Vera, desde Las Hacheras, una localidad en el corazón de El Impenetrable, una de las regiones más difíciles del Chaco, en la diócesis de San Roque de Presidencia Roque Sáenz Peña.
La hermana Carmen pertenece a la congregación de las Hermanas Ursulinas del Corazón de Jesús Agonizante, que el 27 de diciembre de 2009 celebraron los 40 años de su llegada a la Argentina, desde la lejana y católica Polonia.
El 27 de diciembre de 1969 llegaron a Argentina invitadas por los Padres Scalabrinianos, se instalaron en Merlo, provincia de Buenos Aires y en la Boca. Desde allí comenzaron su labor y Carisma: trabajo con los niños y jóvenes, anunciar el amor del Corazón de Jesús Agonizante. Con el tiempo abrieron casas en Los Pirpintos, Santiago del Estero (donde estuvieron 17 años y luego tuvieron que cerrarla); en San Pedro de Jujuy, Paraná (Entre Ríos), Las Hacheras (Chaco) y en Yuto (Jujuy).
Para celebrar el acontecimiento el 27 de diciembre el obispo de Merlo-Moreno, monseñor Fernando María Bargalló, celebró una Santa Misa de acción de gracias.
Santa Úrsula Ledóchowska
Santa Úrsula, fundadora de las Hermanas Ursulinas del Corazón de Jesús Agonizante, nació en Polonia en 1865. A los 21 años entró en el convento de las Hermanas Ursulinas en Cracovia, Polonia. En 1907 partió para la misión a Rusia a trabajar en un internado con la juventud católica. Expulsada por motivo de la primera guerra mundial se refugió en Suecia y después en Dinamarca, donde trabajó incansablemente por mantener la fe de los emigrantes y ayudar a las víctimas de la guerra.
En 1920 volvió a Polonia con un grupo de hermanas y niños huérfanos de la primera guerra mundial. Con el permiso de la Santa Sede fundó una nueva rama de las Ursulinas: las Hermanas Ursulinas del Corazón de Jesús Agonizante, para responder a las necesidades de la época, dedicadas al trabajo educativo y social con niños, jóvenes, los pobres y necesitados. “Siempre para los pobres, para el pueblo y no tenemos ningún derecho de alejarnos de ese camino”, decía.
Murió en Roma en 1939. Fue beatificada por Juan Pablo II el 20 de junio de 1983 en Polonia, y canonizada el 18 de mayo de 2003 en Roma por Juan Pablo II. Es considerada "Patrona de los tiempos difíciles".
Nota original: AICA