Dios Mío, yo creo, adoro, espero y te amo.
Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente,
y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo,
presente en todos los sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes
con que Él es ofendido.
Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús
y los méritos purísimos del Inmaculado Corazón de María
te pedimos la conversión de los pecadores.
Amén.
(Del Ángel de Fátima a Francisco, Jacinta y Lucía)