domingo, 1 de mayo de 2011

El Ser Humano no es Fruto de la Evolución al Azar

El hombre no es el producto casual de la evolución, sino del Amor creador y redentor de Dios que da sentido a la vida, explicó Benedicto XVI en la Vigilia Pascual de 2011.


Al presidir la "madre de todas las vigilias" y bautizar a 6 catecúmenos de Perú, Suiza, Albania, Rusia, Singapur y China, Su Santidad quiso responder en la homilía a las preguntas de todo hombre y mujer sobre el origen y destino de su existencia.


"Si el hombre fuese solamente un producto casual de la evolución en algún lugar al margen del universo, su vida estaría privada de sentido o sería incluso una molestia de la naturaleza", afirmó."Pero no es así", siguió diciendo, pues el ser humano ha sido creado por Dios, que es Amor, porque es Razón. Y puesto que es Razón, ha creado también la libertad; y como de la libertad se puede hacer un uso inadecuado, existe también aquello que es contrario a la Creación", reconoció.


"Pero no obstante esta contradicción, la creación como tal sigue siendo buena, la vida sigue siendo buena, porque en el origen está la Razón buena, el amor creador de Dios. Por eso el mundo puede ser salvado", dijo explicando el mensaje de esperanza que deja la pasión, muerte y resurrección de Cristo.Por eso, aseguró, "podemos y debemos ponernos de parte de la razón, de la libertad y del amor; de parte de Dios que nos ama tanto que ha sufrido por nosotros, para que de su muerte surgiera una vida nueva, definitiva, saludable".


La celebración comenzó en el atrio de la basílica de San Pedro, con el rito de bendición del fuego y la preparación del Cirio pascual, don de la Comunidad Neocatecumenal de Roma.

En la basílica, el paso de la oscuridad a la luz simbolizó la llegada de la Luz, que es Cristo, en el mundo tenebroso del pecado, de la soledad y de la muerte, según ha explicado monseñor Guido Marini, maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias. El servicio litúrgico fue realizado por religiosos de los Legionarios de Cristo.