La policía religiosa de Arabia Saudita detuvo a un futbolista colombiano en un centro comercial por lucir un tatuaje de Cristo en el hombro.
El viernes 7 de octubre de 2011, Juan Pablo Pino, de 24 años de edad y jugador del club Al Nasr, vestía una camiseta sin mangas mientras paseaba con su joven esposa embarazada en un centro comercial de la ciudad de Riad, capital del país.
El tatuaje del rostro de Jesús generó los insultos de varios musulmanes en el lugar, lo que atrajo la atención de la llamada "Policía para la promoción de la virtud y prevención del vicio" quienes detuvieron a la pareja.
El diario árabe Sharq informa que los agentes los "llevaron a él y a su esposa a un auto y esperaron a que directivos del club Al Nasr se hicieran presentes. Pino y su esposa fueron luego entregados a estos".
Luego de la detención, el club divulgó unas declaraciones atribuidas al futbolista en las que éste expresa su "profunda tristeza" por lo sucedido y en donde habría asegurado que respeta las leyes del país. Asimismo el texto indicaba que habría comprado vestimenta musulmana para que su esposa "salga de manera más respetuosa".
El diario Sharq señala también que "luego de los incidentes del viernes, la esposa de Pino vive angustiada y pide que ella y su esposo salgan de Arabia Saudita. El club Al Nasr ha solicitado a su entrenador argentino Gustavo Costas y a su esposa que traten de convencerla de cambiar de opinión pero parece que los intentos no han dado resultados".
En septiembre de este año, Gustavo Costas, que dirigió antes al club peruano Alianza Lima, contó algunos detalles de su nueva vida al diario limeño El Comercio. En esa ocasión dijo que "si me persigno me matan".
En Lima, cuando dirigía a Alianza, hacía la señal de la Cruz antes de cada partido y llevaba siempre su rosario al cuello. Ahora en Arabia Saudita, relató, "no lo puedo hacer, lo hago antes de salir a la cancha, en el vestuario. Si me persigno, me matan, me apedrean. Al menos me dejan fumar, aunque no hay nada de alcohol".
El año pasado ocurrió un caso similar al de Pino cuando el jugador rumano Mirel Radoi, del club Al Hilal, besó el tatuaje de una cruz que llevaba en su brazo después de marcar un gol.
El hecho provocó el descontento de los musulmanes que son la gran mayoría en el país, en donde cualquier otra religión distinta al Islam está prohibida y en donde se encuentra la Meca que es el principal destino de peregrinación del mundo islámico.
Fuente: ACI Prensa