miércoles, 1 de febrero de 2012

Los Nombres Indígenas de Dios

Autor: Luciano Barp Fontana
Fuente: Gólgota OnLine



Los huicholes le llaman a Dios Taokiyári, que incluye dos palabras: "sol" y "corazón". Se lo aplican a Dios porque dicen que Él es el que brilla y ama, porque nos da vida, nos cuida y nos entrega su corazón.


Los coras le nombran Tabástara: nuestro Padre Dios.
Los zoques: Kómi Dios: Señor Dios; también Tata Dios: Padre Dios.
Los tsotsiles: Kajwál: Señor, Dueño; Ch'ul jTotík: Padre sagrado; jKajwaltík: Nuestro Señor.
Los otomíes: Tsi Dáda: Nuestro Salvador.
Los mazahuas: Tzitá Jensé: Santo de arriba, o del cielo; Tríi Tzitá: el Hijo del que es Santo; Dios Hijo.

La cultura náhuatl posee una infinidad de nombres divinos; los más usados en nuestros días son: Teótsin (literalmente: Tú-Camino): el que va delante, nos guía, nos acompaña. También se le nombra Tlayecána con el mismo sentido. Tioyolcuali (Divino-Corazón-Bueno): el que perdona, bendice, escucha y se compadece. Ehécatáta (Padre del viento): misterioso, sublime, bondadoso, poderoso y grande. Chicóme Zochitáta (Padre-Flor-Siete): está presente en el trabajo, en la siembra del maíz. Totlayecanátzin (Nuestro-Digno-Guía): nos orienta para que salgamos adelante. Totecótzin: nuestro Señor, nuestro Dueño. Totemaquixticátzin: nuestro Digno Rescatador. Totátzin: nuestro digno Padre, nuestro Padrecito.

La Virgen de Guadalupe usó los términos teológicos de la cultura náhuatl, que citamos aquí en seguida: 
  • Tlóque Nahuáque: el dueño de la cercanía, quien está en nuestros cuatro lados; es decir, que camina delante de nosotros guiándonos; va detrás de nosotros cuidándonos la espalda; va a nuestra derecha e izquierda sosteniéndonos para no irnos de lado; es el que tiene capacidad de omnipresencia.
  • Huel Néli Teótzin: Dios verdadero, bueno. 
  • Ipalnemohuáni: El por quien se vive; El que da sustento a cuanto existe. 
  • Teyocoyáni: El hacedor de las personas. 
  • Ilhuicáhua Tlaltipáque: El que tiene el cielo; el que es dueño de lo que está sobre la tierra.

Estos nombres náhuatl nos invitan a seguir investigando la concepción de Dios de nuestros antepasados y a profundizar en el conocimiento de nuestras raíces. Por cierto, existimos totalmente por Él y en su mente se encuentra el modelo original de ser humano, al cual queremos ajustarnos progresivamente para alcanzar nuestra plena realización individual y social.

En efecto, Dios es el único fundamento de la igualdad de todos los humanos, en la diversidad personal de cada individuo. Él es el primer promotor de los derechos humanos.





Luciano Barp Fontana es doctor y profesor emérito de Filosofía, Ciencias Religiosas y Letras Clásicas e investigador de tiempo completo en la Dirección de Posgrado e Investigación de la Universidad La Salle en el Distrito Federal de México.