Fuente: Desde Cuba
Hace un par de años, mi amigo Eugenio Leal decidió sacar un reporte de sus antecedentes penales, trámite indispensable para solicitar ciertos empleos. Confiado, fue a buscar la hoja donde diría que no había sido juzgado por delito alguno, pero en su lugar se encontró una desagradable sorpresa: aparecía como perpetrador de un "robo con fuerza" en el poblado donde había nacido (...).
Eugenio protestó, porque sabía que aquello no era un error burocrático ni una simple casualidad. Su accionar disidente ya lo había hecho víctima de mítines de repudio, arrestos, amenazas y ahora le traía además una mancha en el historial penal. (...). Si nos dejamos guiar por la propaganda gubernamental, en esta Isla no hay una sola persona decente, preocupada por el destino nacional y sin crímenes cometidos que además se oponga al sistema. Todo aquel que emite una crítica es tachado como terrorista o vendepatria (...) en un país donde cada día la mayoría de los ciudadanos tiene que cometer varias ilegalidades para sobrevivir.
Somos 11 millones de delincuentes comunes, cuyas tropelías van desde comprar leche en el mercado negro hasta tener una antena parabólica. (...) Ahora, con la muerte de Wilman Villar Mendoza, vuelve a repetirse el viejo esquema del insulto estatal. Una nota en Granma lo ha descrito como un vulgar malhechor y quizás pronto en la TV un programa -de corte estalinista- presentará a las presuntas víctimas de sus abusos. El objetivo es restarle impacto político a la muerte de este ciudadano de 31 años condenado en noviembre por desacato, atentado y resistencia. La propaganda oficial intentará restarle importancia a su huelga de hambre (...).
Veremos también el testimonio -violando el juramento hipocrático- de los médicos que lo atendieron y probablemente hasta declarará la propia madre en contra del hijo difunto. Todo eso porque el gobierno cubano no puede permitirse que quede un resquicio de duda en la mente de los adocenados televidentes. Sería muy peligroso que la gente empiece a creer que un opositor puede sacrificar su vida por una causa, ser un buen patriota y hasta un hombre decente.
Yoani Sánchez es la blogger cubana más reconocida en el mundo. En 2008, ganó el premio de Periodismo Ortega y Gasset en la categoría de trabajo digital y en 2009 fue elegida por Time entre las 100 personas más influyentes del mundo en la categoría “Héroes y Pioneros”.