El silencio
de san José es un silencio impregnado de la contemplación del misterio de Dios,
en una actitud de disponibilidad total a las voluntades divinas. En otras
palabras, el silencio de san José no manifiesta un vacío interior, sino por el
contrario, una plenitud de fe que lleva en su corazón, y guía cada uno de sus
pensamientos y cada una de sus acciones. Un silencio gracias al cual José, al
unísono con María, conserva la Palabra de Dios, conocida a través de las Santas
Escrituras, confrontándolas permanentemente con los acontecimientos de la vida
de Jesús; un silencio entretejido de oración continua, de bendición del Señor,
de adoración de su voluntad y de confianza absoluta en su providencia.
"Jesús llama a los pobres y sencillos pastores por medio de los ángeles para manifestarse a ellos. Llama a los sabios por medio de su misma ciencia. Y todos, movidos por la fuerza interna de su gracia, corren hacia él para adorarlo." (San Pío de Pietrelcina)
viernes, 19 de diciembre de 2014
San José y el Silencio
Fragmento de "San José, modelo de escucha" (Papa Emérito Benedicto XVI)
¡Dejémonos «contaminar» por el silencio de
san José! Tenemos necesidad de ello en un mundo a menudo tan ruidoso que no
favorece en absoluto el recogimiento y la escucha de la voz de Dios. En este
tiempo de preparación a la Navidad, cultivemos el recogimiento interior, para
acoger y conservar a Jesús en nuestra vida.
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Publicado por
Revista Fides et Ratio
en
21:46


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