1) Para saber
Hay un bello mensaje de Navidad del Papa Francisco, que hizo favor de
enviarme una querida amistad, que resume de buena manera en qué consiste ser
seguidores de Cristo.
He aquí el mensaje: “Navidad eres tú, cuando decides nacer de nuevo cada día y dejar entrar
a Dios en tu alma. El pino de Navidad eres tú, cuando resistes vigoroso a los vientos y
dificultades de la vida. Los adornos de Navidad eres tú, cuando tus virtudes son colores que adornan
tu vida. La campana de Navidad eres tú, cuando llamas, congregas y buscas unir. Eres también luz de Navidad, cuando iluminas con tu vida el camino de
los demás con la bondad, la paciencia, alegría y la generosidad”.
2) Para pensar
En la región de Provenza, en Francia, hay un pueblito en donde cada
diciembre ponen un bello Nacimiento. Entre las figuras que rodean el portal de
Belén hay una que es un poco rara: es la de un pastor que tiene las manos
vacías y el rostro lleno de asombro. Por eso la gente le llama “el asombrado”.
Esa figura tiene su leyenda. Se cuenta que la noche en que nació Jesús
todos los pastores llevaban diversos regalos: un poco de queso, vino, un
corderito, etc. Pero uno no llevaba nada y le reprochaban que estuviese con las
manos vacías. Le decían: “Tú, ¿cómo vienes a ver al Niño Dios sin traerle
nada?”
Pero el pastorcillo, embelesado y sorprendido, parecía que no veía ni
oía a sus compañeros, pues no dejaba de contemplar sorprendido, con unos ojos
muy abiertos, a Jesús niño.
Se cuenta que entonces la Virgen María intervino para defenderlo y les
dijo a los otros pastorcillos: “Déjenlo en paz. Se equivocan, pues sí ha traído
algo importante. Le trajo el regalo más valioso al Niño Dios: su asombro. Y es
el inmenso amor de Dios que lo tiene arrebatado”.
Ojalá no dejemos de asombrarnos ante este hecho extraordinario y
maravilloso a la vez.
La beata Ángela de Foligno solía meditar la frase del Evangelio de San
Juan: “El Verbo se hizo carne”, y se quedaba admirada mucho tiempo pensando y
contemplando esa realidad. Ya al final de sus días concluía: “¡Toda la
inteligencia de los ángeles no basta para comprenderlo!”
3) Para vivir
El Papa Francisco nos invita a mirar a la Virgen María para imitarla,
ya que gracias a su “sí” humilde y valiente, hizo posible la encarnación del
Verbo. Así, María nos enseña a acoger a Jesús que pasa en nuestra vida y pide
una respuesta generosa. Jesús vuelve a pasar hoy también y cada uno de nosotros
ha de saber responder con un “sí” como el de María poniéndonos plenamente a
disposición de Dios.
Dice el Papa que Cristo pasa muchas veces por nuestra vida y que muchas
veces no nos damos cuenta porque estamos muy ocupados sumergidos en nuestros
pensamientos, en nuestros quehaceres, y no nos damos cuenta de que pasa y llama
a la puerta de nuestro corazón pidiendo acogida, pidiendo un “sí” como el de
María.
Por eso, cuando sentimos en el corazón algún buen propósito, de querer
ser buenos, o de arrepentirnos por algo malo que hicimos, hemos de reconocer
que es el Señor que está llamando y no hay que dejarlo que se vaya.
En estos días navideños, procuremos agradecerle a Jesús su venida y
correspondámosle con más amor, pues como dice el refrán: “Amor con amor se
paga”.