sábado, 1 de abril de 2006

Las Flores de Bach

Si ustedes concurrieran a realizar una consulta médica para su hijo, y el pediatra iniciara la entrevista preguntándoles no sólo la fecha de nacimiento, sino también la hora y el lugar, y acto seguido lo vieran extrayendo una hoja plagada de símbolos incomprensibles para configurar su «carta astral»... ¿cuál sería su primera impresión?

Ocurre que lo que he descripto es el «sostén científico» de las llamadas flores de Bach o remedios florales de Bach, los cuales se basan en una serie de extractos vegetales procedentes de flores silvestres. Edward Bach fue un médico (microbiólogo, para mayores datos) que en las primeras décadas del siglo XX desarrolló su sistema de «curación», después de la inspiración surgida al presenciar conferencias de Rudolf Steiner.



Eduard Bach



Si bien la biografía de Steiner y su extensa obra están mencionadas en otros comentarios en esta sección, vale la pena mencionar brevemente que se trató de un «educador» austríaco, representante inicial de la Teosofía en Alemania y fundador luego de una de las estructuras sectarias más poderosas de nuestro tiempo, la antroposofía, de oscilante vinculación con el nazismo y probablemente el esqueleto básico de la mayor herejía de la historia, el movimiento de la Nueva Era.


Retomando a E. Bach, la antroposofía le sirvió de trampolín para el desarrollo de sus medicamentos. Conceptualmente, Bach sostenía que la humanidad se compone de 12 «grupos» perfectamente definidos, y cada individuo del género humano pertenecería a uno de esos grupos, con rasgos de precisos de personalidad y temperamento. Estos 12 «tipos» se corresponden con... ¡los 12 signos del zodíaco! («La enfermedad que padecemos no es un accidente sino que se ajusta a la ley de causa y efecto. Por lo tanto si damos una ojeada a nuestra carta natal, descubriremos cuál enfermedad estamos propensos a padecer, pero también sabremos el remedio floral a prescribir...», E. Bach dixit)


Con la inconfundible falacia argumental de la New Age acerca de los «remedios naturales», se prescriben estos fármacos «holísticos», confundiendo una y otra vez el concepto de «natural» con el de «seguro». Por otra parte, según sus defensores, las flores de Bach son preventivas y capaces de inducir a la gente para preocuparse por su bienestar mental y espiritual. («La acción de estos remedios consiste en elevar nuestras vibraciones y abrir nuestros canales de recepción hacia el Ser Espiritual, para que nuestra naturaleza haga fluir la particular virtud que necesitamos y barra con la causa que provoca daños en nosotros. Estos remedios, como la bella música o cualquier cosa gloriosa y edificante que nos inspire, pueden elevar nuestra verdadera naturaleza y acercarnos más al alma y, por ese mero acto, traer paz y alivio a nuestros sufrimientos. No curan por el hecho de atacar la enfermedad, sino porque hacen fluir en nuestros cuerpos las hermosas vibraciones de nuestra naturaleza más elevada, en presencia de la cual la enfermedad se derrite como la nieve al sol». Nuevamente, E. Bach dixit).



Los signos zodiacales (la base «científica» de las flores de Bach)

Luego el propio Bach incorporaría a los 12 fármacos previos un cuarteto más («los 4 ayudantes», correspondientes a los 4 puntos cardinales de la rueda zodiacal) a los que sumó otros 3 para configurar sus «7 ayudantes» en representación de los siete planetas visibles de la antigüedad.

Tras estos comentarios, quisiéramos concluir con algunas reflexiones:

Desde el punto de vista de la profesión médica

- suponer que los signos zodiacales describen nuestra conducta nos remite a los tiempos de la medicina totémica, a un pensamiento mágico sin el menor matiz de ciencia

- presumir que tinturas florales en bajas dosis elegidas en función de una carta natal prevendrán enfermedades carece del menor basamento científico

- proponer lo «natural» como sinónimo de «seguro» y sin riesgos de interacciones con otros tratamientos convencionales y científicamente demostrados resulta, al menos, antiético (no olvidemos que nuestros jóvenes son destruidos a diario por algo tan «natural» como el tabaco o la marihuana, dos plantas de hermoso aspecto decorativo...)

Desde el punto de vista de la Fe católica

- la astrología fue condenada ya en tiempos de Moisés como un signo de idolatría

- el zodíaco fue ideado en tiempo de una de las civilizaciones con mayor actividad ocultista de la historia (la asiriocaldea), y se basa en el aspecto del firmamento visible desde la Tierra... hace 40 siglos (el cual, por supuesto, ha cambiado completamente, fruto de los movimientos de los cuerpos celestes)

- no existen 12 «grupos» o «tipos» de humanos... somos en su totalidad hijos de Dios, creados a imagen y semejanza de Él, a Quien ofendemos a diario cada vez que engañamos a un hermano con una de estas patrañas integrantes de la religión del mundo globalizado, la Nueva Era.