Aunque el Papa ha levantado la excomunión a los obispos de la Fraternidad San Pío X (lefebvristas), estos continúan suspendidos, sin estatus canónico. Por lo tanto, no tienen permiso para ejercer el ministerio sacerdotal. Para un futuro reconocimiento de dicha Fraternidad, es condición indispensable el reconocimiento pleno del Concilio Vaticano II y del Magisterio de los Papas Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y del propio Benedicto XVI.
Los Tradicionalistas son un diverso grupo que mantiene una actitud crítica hacia las reformas del Concilio Vaticano II. Entre ellos hay diferentes posiciones: unos rechazan la validez del Concilio y otros no; unos no reconocen a los papas posteriores al Concilio (los "sedevacantistas"), mientras otros sí los reconocen.
El obispo Tradicionalista Marcel Lefebvre causó un cisma en 1988 al consagrar obispos sin el consentimiento del Papa. Según el Código de Derecho Canónico, #1382, «el obispo que confiere consagración episcopal sin mandato pontificio, así como quien la recibe, incurre en excomunión latae sententiae», es decir, automática, sin necesidad de sentencia pública. Además, Juan Pablo II mediante un motu propio llamado Ecclesia Dei decretó la excomunión tanto de Lefebvre como de los prelados que fueron por él ordenados.
Lefebvre fundó la Fraternidad de San Pío X (SSPX) y murió excomulgado el 25 de marzo de 1991.
El Cardenal Castrillón Hoyos ha dicho: "El Papa (Juan Pablo II) había manifestado su voluntad de concederles el uso del rito tridentino (Misa de San Pío V), reconociendo su peculiaridad. Por su parte, se dio el reconocimiento de la validez del nuevo rito de la Misa y de la legitimidad del Concilio Vaticano II, aun proponiendo que se mantuviera una discusión respetuosa y honesta sobre algunos textos conciliares menos claros, sobre algunas interpretaciones de estos textos y sobre algunos hechos consecuencia del Vaticano II".
Su Santidad Benedicto XVI ha continuado los esfuerzos por la unidad. Ha permitido la misa según el misal de 1962. El 21 de enero del 2009, el cardenal Giovanni Battista Re, prefecto para la Congregación de los obispos, por encargo del Papa, firmó un decreto que levanta la excomunión a los 4 obispos ilícitamente ordenados por el arzobispo Marcel Lefebvre. El Papa de esta manera confirmó que la excomunión fue válida (los lefebvristas la niegan), pero la levantó en respuesta a la petición de su líder, el obispo Bernard Fellay, quien en su carta al Papa aseguró que «aceptamos las enseñanzas de la Iglesia católica romana con piedad filial» y «creemos firmemente en el Primado de Pedro y sus prerrogativas».
Los obispos lefebvristas y sus seguidores continúan, sin embargo, continúan actuando sin permiso y en desobediencia a Roma. Por lo tanto continúan en cisma.
No todos los tradicionalistas son lefebvristas. Por ejemplo, un grupo de seguidores de Lefebvre se apartó de él cuando éste fue excomulgado y formaron una congregación tradicionalista, la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, con la aprobación de Roma.
Los Tradicionalistas son un diverso grupo que mantiene una actitud crítica hacia las reformas del Concilio Vaticano II. Entre ellos hay diferentes posiciones: unos rechazan la validez del Concilio y otros no; unos no reconocen a los papas posteriores al Concilio (los "sedevacantistas"), mientras otros sí los reconocen.
El obispo Tradicionalista Marcel Lefebvre causó un cisma en 1988 al consagrar obispos sin el consentimiento del Papa. Según el Código de Derecho Canónico, #1382, «el obispo que confiere consagración episcopal sin mandato pontificio, así como quien la recibe, incurre en excomunión latae sententiae», es decir, automática, sin necesidad de sentencia pública. Además, Juan Pablo II mediante un motu propio llamado Ecclesia Dei decretó la excomunión tanto de Lefebvre como de los prelados que fueron por él ordenados.
Lefebvre fundó la Fraternidad de San Pío X (SSPX) y murió excomulgado el 25 de marzo de 1991.
El Cardenal Castrillón Hoyos ha dicho: "El Papa (Juan Pablo II) había manifestado su voluntad de concederles el uso del rito tridentino (Misa de San Pío V), reconociendo su peculiaridad. Por su parte, se dio el reconocimiento de la validez del nuevo rito de la Misa y de la legitimidad del Concilio Vaticano II, aun proponiendo que se mantuviera una discusión respetuosa y honesta sobre algunos textos conciliares menos claros, sobre algunas interpretaciones de estos textos y sobre algunos hechos consecuencia del Vaticano II".
Su Santidad Benedicto XVI ha continuado los esfuerzos por la unidad. Ha permitido la misa según el misal de 1962. El 21 de enero del 2009, el cardenal Giovanni Battista Re, prefecto para la Congregación de los obispos, por encargo del Papa, firmó un decreto que levanta la excomunión a los 4 obispos ilícitamente ordenados por el arzobispo Marcel Lefebvre. El Papa de esta manera confirmó que la excomunión fue válida (los lefebvristas la niegan), pero la levantó en respuesta a la petición de su líder, el obispo Bernard Fellay, quien en su carta al Papa aseguró que «aceptamos las enseñanzas de la Iglesia católica romana con piedad filial» y «creemos firmemente en el Primado de Pedro y sus prerrogativas».
Los obispos lefebvristas y sus seguidores continúan, sin embargo, continúan actuando sin permiso y en desobediencia a Roma. Por lo tanto continúan en cisma.
No todos los tradicionalistas son lefebvristas. Por ejemplo, un grupo de seguidores de Lefebvre se apartó de él cuando éste fue excomulgado y formaron una congregación tradicionalista, la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro, con la aprobación de Roma.
Padre Rivero para Corazones.org