domingo, 16 de marzo de 2014

¿Cuándo es Verdadero el Amor?

Autor: Padre José Martínez Colin

1) Para saber

La fe tiene que ver con el amor y la verdad. Creerle a alguien significa que confiamos en él. El hijo le cree a su padre porque confía en él, sabe que le ama y también él ama a su padre. El Papa Francisco afirma: “La comprensión de la fe es la que nace cuando recibimos el gran amor de Dios que nos transforma interiormente y nos da ojos nuevos para ver la realidad” (La luz de la fe, n.26).
En el caso de nuestra relación con Dios, al creerle, nos transformamos porque recibimos su amor. Y al creer estamos amando, confiando en Dios.
Pero el amor no es sólo un sentimiento personal, subjetivo, sino que tiene que ver con la verdad, con lo que es la realidad fuera de nosotros, pues se ama a alguien fuera de nosotros.

Es importante que el amor esté fundado en la verdad para que sea duradero. Muchos problemas matrimoniales vienen de no estar fundados en la verdad, sino en sentimientos y emociones. Pero como éstos no son constantes, pueden desaparecer.
Es innegable que los novios están enamorados, pero la razón de ese enamoramiento ha de ser verdadero. Una persona se puede enamorar de otra porque ve en la otra persona unos valores que le atraen. El asunto es que tal vez la otra persona no tenga esos valores realmente, sino que sus sentimientos le hacen ver a la otra persona con esos valores. El problema viene cuando el sentimiento deja de existir y se da cuenta que no había esos valores por los que se había enamorado. Por ello decía el beato Juan Pablo II que los sentimientos son ciegos y dificultan percibir la verdad de su objeto. El amor y la verdad no se pueden separar.

2) Para pensar

Se cuenta que un hombre fue a visitar a un psicólogo y le dijo que ya no quería a su esposa y pensaba separarse. El psicólogo después de escucharlo lo miró a los ojos y sólo le dijo una palabra: “Ámela”. El hombre contestó: “¿No me entendió? Le dije que ya no la quería”. “Pues ámela” volvió a decirle. Y ante el desconcierto del hombre añadió: “Amar es una decisión, no un sentimiento. Amar es dedicación y entrega. Es un verbo y, el fruto de esa acción es el amor. El amor es como la jardinería: hay que preparar el terreno, arrancar lo que hace daño, sembrar, regar, cuidar y ser paciente. Hay que estar preparado porque habrá sequías, pero no hay que abandonarlo por ello. Ame a su esposa, acéptela, valórela y compréndala. Eso es todo: ámela”.

3) Para vivir

Cuando se dice que se es “novio” porque “no-vio”, se quiere resaltar que no se ha fijado realmente si los motivos de su enamoramiento son verdaderos. Por eso el amor tiene que ver mucho con la verdad para que sea permanente.
Cuando amamos a Dios, podemos estar seguros de que esos atributos que encontramos en Él, por ejemplo su amor a nosotros, su justicia, su misericordia, son reales, verdaderos y mucho más grandes de lo que pensamos. Las personas pueden defraudarnos al no ser como esperábamos, pero Dios nunca defrauda.