miércoles, 2 de abril de 2014

La Iglesia, el Mundo Tecnológico y el Cambio Cultural

Autor: Padre Fabián Báez para i-Glesia

Los cristianos tenemos un deber recibido del mismo Cristo: “vayan por todo el mundo y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos”. Esto les dijo el mismo Jesús como legado final a sus seguidores y en esto consiste la“evangelización”, que es la acción de la Iglesia destinada a que los hombres conozcan a Jesucristo y su mensaje, y que vivan como él propone.

La tarea de la Iglesia será entonces hacer conocer a todos la persona y el mensaje de Jesús. Podríamos decir que la Iglesia existe para comunicar. En estos tiempos los cristianos enfrentamos grandes desafíos en orden a hacer más eficaz esa misión comunicacional recibida del mismo Cristo.

Uno de los grandes horizontes es el del cambio cultural y tecnológico. Los cambios del mundo son enormes y vertiginosos sobre todo desde principios del Siglo XX. Pero sin lugar a dudas la aparición de Internet y de las redes sociales, genera cambios mucho más radicales aún, cambios disruptivos en lo cultural, en lo económico, en lo político, es decir en todo lo social. La aparición de Internet y las redes sociales plantea una situación cultural análoga a la aparición de la escritura o de la imprenta. Y a la Iglesia le exige un nuevo modo de comunicar.
Se calcula que en la actualidad el 35% de la población mundial tiene acceso a Internet, y si consideramos las grandes ciudades, esa cifra sube considerablemente; por ejemplo, en la ciudad de Buenos Aires al menos el 70% de la población tiene acceso a la red.
El universo digital es para nosotros como un “sexto continente” al cual somos enviados a hacer presente el mensaje y la persona de Jesús. Así como en otros siglos los misioneros se lanzaron allende los mares a anunciar la fe cristiana a los cinco continentes, así también ahora los nuevos misioneros de la era digital tenemos la tarea de estar presentes en este mundo virtual para hablar de Dios y tratar de ofrecerles a los que andan por allí una puerta de acceso al encuentro con Jesús.

Hace poco más de un año Francisco era elegido Papa. Desde el primer día nos habló de ser una Iglesia “en salida”, preocupada por buscar a todos, pero especialmente atenta al que está lejos. Nos habló de ser como un “hospital de campaña” en este mundo donde hay tantos heridos culturales a quienes primero que nada hay que cuidar y sanar. Nos habló de ser “una Iglesia pobre y para los pobres”. Y nos dijo además: “entre una Iglesia accidentada por salir a la calle y una Iglesia enferma de autoreferencialidad, prefiero sin duda la primera”. Todo esto tenemos que vivirlo y anunciarlo también en el universo digital, esa “calle virtual” donde miles de hermanos -quizás sin saberlo- aún esperan encontrarse con Dios.
El desafío que nos presentan las nuevas tecnologías y la cultura que va emergiendo a partir de ellas, y el llamado del Papa Francisco a ser una Iglesia preocupada por evangelizar a todos, son el marco en que nos toca vivir la fe cristiana en estos tiempos. Para cumplir nuestra misión de comunicar lo más adecuadamente que nos sea posible el mensaje recibido, es esencial usar con responsabilidad y pericia de las nuevas tecnologías, y ser así fieles al mandato de Jesús.
Abramos el corazón y la inteligencia para aprender de lo nuevo y ser capaces de lanzarnos al llamado de Dios a evangelizar a todos. Francisco nos llama a que no tengamos miedo de hacernos ciudadanos del mundo digital. Y de esto se trata: de estar donde está la gente, para trasmitir a todos la belleza y bondad de Dios.