domingo, 1 de noviembre de 2009

Los Regalos de Dios

Anoche tuve un sueño raro: en la plaza mayor de la ciudad habían abierto una tienda nueva.
El rótulo decía: "Regalos de Dios".

Entré. Un ángel atendía a los clientes.

Yo, asombrado, le pregunté:
- ¿Qué es lo que vendes, ángel del Señor?
- Ofrezco cualquier don de Dios.
- ¿Cobras muy caro?
- No, los dones de Dios son gratis.

Miré los grandes estantes; estaban llenos de ánforas de amor, frascos de fe, bultos de esperanza, cajas de salvación y muchas cosas más. Yo tenía gran necesidad de todas aquellas cosas.

Cobré valor y le dije al ángel:
- Dame, por favor, bastante amor a Dios; dame perdón de Dios; un bulto de esperanza, un frasco de fe y una caja de salvación.

Me sorprendí mucho cuando vi que el ángel, de todo lo que yo le había pedido, me había hecho un sólo paquete.

Allí estaba, en el mostrador, un paquete tan pequeño como el tamaño de mi corazón.
- ¿Será posible? -pregunté-. ¿Esto es todo?

El ángel me explicó:
- Es todo. Dios nunca da frutos maduros; Él sólo da pequeñas semillas, que cada quien debe cultivar.


Winston Pauta Avila por cortesía de TERELUZ