Nota original: Padre Jordi Rivero para Corazones.Org
La Solemnidad de Todos los Santos es el 1
de Noviembre. Esta fiesta, como todas las solemnidades, comienza la
noche anterior. Por eso, a la noche del 31 de octubre se le llama, en el
inglés antiguo, All hallow's eve (víspera de todos los
santos). Mas tarde, All hallow´s eve se abrevió a "Halloween". Pero,
como las celebraciones de un pueblo reflejan su cultura y su fe,
Halloween dejó de ser una fiesta cristiana para convertirse en una
fantasía de bruja y fantasmas.
Pregunta de una madre: ¿Si
los niños se ponen un disfraz que no sea de terror y van a pedir dulces
como todos sus amiguitos de la escuela y yo les explico que es la noche
de todos los santos, estoy bien? Pues pienso que si no les permito la
parte bonita o buena de esta costumbre, ellos se van a sentir relegados y
frustrados.
Respuesta : Me
parece que es bueno proveer posibilidades para que los niños jueguen y
se diviertan sanamente. Al mismo tiempo cuida que tus hijos no confundan
lo que es juego con la celebración religiosa. Puedo poner de ejemplo mi
propia experiencia que, sin duda, fue feliz gracias a la sabia
instrucción y cuidado de mi madre. Durante mi infancia viví en un
pueblito de Estados Unidos. Para nosotros, Halloween era una noche muy divertida en
que nos disfrazábamos, hacíamos fiesta, íbamos con los amigos a buscar
golosinas por las casas. Sabíamos que todo era broma, ninguno de nuestro
grupo pretendía comunicarse con espíritus, ni creíamos en
supersticiones, ni hacíamos daño a nadie, ni teníamos en realidad miedo.
Nos reíamos y lo pasábamos bien jugando como niños. No celebrábamos esa
noche como una fiesta religiosa, pero tampoco nada inmoral ni demoníaco.
Al día siguiente íbamos a misa para celebrar la fiesta de todos los
santos. Mis hermanos y yo teníamos clara la diferencia entre la noche de
juego y la fiesta real de los santos, a los que teníamos gran respeto y
admiración.
Sin embargo hoy día los padres deben tener mucho mas cuidado que hace 40 años.
Las cosas han cambiado. Ha
disminuido mucho la práctica de la fe dejando un gran vacío. No se
aprecia el testimonio de los santos y en vez se buscan sensaciones
inmediatas para divertirse sin tomarse nada en serio. Jugar a las brujas
y fantasmas parece una broma, una diversión inofensiva, pero el demonio
se aprovecha de quienes tienen poca fe para infiltrar las prácticas
paganas y ocultistas que abundan.
Los
jóvenes, por los medios de comunicación, y a veces en las escuelas,
están expuestos al paganismo, el ocultismo y la superstición. Las
librerías dedican secciones enteras a libros de la Nueva Era,
magia y ocultismo. Las ventas de Harry Potter sobrepasan los 300 millones
y, mientras los padres creen que es solo fantasía, los niños están
iniciándose en las prácticas de la magia y creencias ocultistas. La
ouija y otras formas de adivinación son muy populares entre los jóvenes, los juegos violentos por computadora; la fascinación de la música con temas oscuros, con la muerte y con matar... los wicca (muchos jóvenes se están metiendo en esta religión) se enorgullecen de
sus brujerías y creencias paganas. Halloween es una de las celebraciones
mas importantes para los satanistas y ocultistas. Esa noche realizan
“misas” negras y otras graves ofensas a Dios. Esa noche se registra un aumento de crímenes,
por lo que la policía, en muchos lugares, se mantiene en estado de
alerta.
Hay
cristianos que justifican sin reservas la celebración de Halloween sin
considerar lo arriba explicado. Algunos citan al Vaticano II donde nos
exhorta a descubrir los valores buenos de la cultura. Cierto. Pero
también debemos discernir a la luz del Evangelio lo que no es bueno para
cambiarlo. Es necesario reconocer que el demonio existe y se infiltra
con astucia en la cultura.
El arzobispado de México señaló en octubre de 2007 que "si buscamos ser fieles a nuestra fe y a los valores del
Evangelio, debemos concluir que la fiesta del Hallowen no sólo no tiene
nada que ver con la celebración que le dio origen, sino que incluso es
nociva y contraria a la fe y la vida cristiana".
Conclusión:
Los padres, al mismo tiempo que desean que sus hijos se diviertan
sanamente con sus amigos, deben estar atentos a las prácticas y
creencias dañinas que existen en su ambiente. No se trata de ver al
demonio en todas partes pero si deben saber que es un enemigo real, que
se mete por cualquier grieta que se le abra. En cuanto a los disfraces,
los padres deben supervisar para evitar lo que ofende a Dios o falta a
la modestia. ¿Que ideales representa el personaje del disfraz?. Los
padres no deben tener miedo de investigar e imponer límites, aunque
otros padres no lo hagan.Los padre también deben cuidar que Halloween no reemplace a la Solemnidad de Todos los Santos, fiesta que nos recuerda que son muchos los santos en el cielo, no sólo los canonizados.