(1) Para saber
Acercándose el inicio del “Año de la Fe”, que
será en octubre de este año, el Papa Benedicto XVI comentó el pasaje del
Evangelio donde Jesús va al lugar donde creció, en Nazaret. Sucede que estando
ahí, los lugareños no creen en el Señor. De ahí deriva la expresión: “Nadie es
profeta en su tierra”, que significa que nadie es reconocido por los más
cercanos (cf. Mc. 6,4).
Después de que Jesús había dejado Nazaret y ya
desde hacía un tiempo estaba predicando y curando por otros lugares, regresó
una vez a su pueblo y se puso a enseñar en la sinagoga. Aunque sus
conciudadanos estaban sorprendidos por la sabiduría de Jesús, se escandalizaban
de Él. Comenta el Papa que este hecho es comprensible, porque la familiaridad
en el plano humano hace que sea difícil abrirse a la dimensión divina (Mc 6,5).
Los milagros de Cristo no son una exhibición
de poder, sino los signos del amor de Dios, que tiene lugar allí donde encuentra
la fe del hombre.
(2) Para pensar
De pie y en fila junto con su pelotón del
Ejército Rojo, Taavi, un soldado joven, ya había resuelto en su mente lo que
iba a decir… Los oficiales estaban preguntando a cada uno de los soldados la
misma pregunta: -"¿Eres cristiano?" "No", fue la respuesta
que iban dando. Entonces se acercaron al más próximo: "¿Eres
cristiano?" "No", contestó también. Los jóvenes reclutas
permanecían parados en atención, con la mirada fija hacia delante.
Algunos pensaban que afirmar su condición de
cristiano les traería la muerte. Los interrogadores se acercaron un poco más al
joven estonio de 18 años de edad, que había sido reclutado por el
Ejército Rojo durante la ocupación de su país por los soviéticos. Taavi era
creyente desde hacía varios años. Aunque en su país solo se les permitía ir a
la iglesia a los mayores de edad, la abuela de Taavi había compartido el
evangelio con su joven nieto. Él había aceptado al Señor como su Salvador, y
aunque no le era permitido asistir al templo, su abuela le enseñaba lo que iba
aprendiendo durante la semana. Los interrogadores se acercaron. Taavi nunca
dudó de cuál sería su respuesta. Varios años atrás había tomado una firme
decisión, la de ser un cristiano coherente y leal, pero aún así estaba nervioso.
Cuando los oficiales llegaron a su lugar en la fila, le preguntaron:
"¿Eres cristiano?". Sin vacilar, Taavi dijo con voz clara, "Sí,
soy cristiano".
"Entonces ven con nosotros", fue la
orden del oficial. Taavi los siguió al instante. Subieron a un vehículo y se
dirigieron hacia el edificio donde estaba la cocina y el comedor. Taavi no
tenía la más mínima idea de lo que estaba por suceder, y aunque esperaba lo
peor, obedeció las órdenes. Los oficiales le dijeron: "Te vamos a sacar
del entrenamiento de combate. Eres cristiano y sabemos que no vas a robar, por
lo tanto te vamos a colocar en la cocina". En la cocina se gestaba la
mayor operación de mercado negro del Ejército Rojo. En ella se llevaba a cabo
el contrabando y la venta ilegal de alimentos para los hambrientos soldados.
Ellos sabían que la presencia de Taavi reduciría el robo.
Los oficiales soviéticos sabían que si estaba
dispuesto a dar la vida, tampoco robaría el alimento para venderlo por su
cuenta. Con su testimonio heroico, Taavi se sintió más fuerte en su fe, además
de que comió mejor a partir de entonces.
(3) Para vivir
El Papa se pregunta, ¿cómo es posible que no
reconocieran la luz de la Verdad? ¿Por qué no se abren a la bondad de Dios, que
quiso compartir nuestra humanidad? Jesús de Nazaret es la transparencia de
Dios, en Él Dios permanece plenamente.
Concluía el Papa: En ocasiones buscamos signos
extraordinarios o milagros para creer, sin darnos cuenta que el Signo real es
Él, Dios hecho carne, Él es el milagro más grande del universo: todo el amor de
Dios contenido en un corazón humano, en el rostro de un hombre. Aprendemos de la
Virgen María, nuestra Madre en la fe, a reconocer en la humanidad de Cristo la
revelación perfecta de Dios.