El arzobispo de La Plata (Argentina), Héctor Aguer se refirió a la presencia de movimientos pseudorreligiosos, como la llamada Nueva Era e invitó a mantenerse en la verdadera fe cristiana, en su reflexión televisiva, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV).
Advirtió
que en el siglo pasado se comenzó a verificar un fenómeno curioso: “por
un lado arreció el secularismo… En la cultura han ido como entrando en
eclipse los signos de la transcendencia, los signos de la presencia de
Dios”. “Se ha ido extendiendo un movimiento espiritualista,
pseudorreligioso. Pseudo en griego quiere decir falso, porque se trata
de una cosa rara que configura una falsificación religiosa. Es decir, un
movimiento cultural en el que se mezclan la reminiscencia de viejos
paganismos, una fascinación por las religiones del antiguo oriente,
elementos de la magia, de la brujería, de las técnicas adivinatorias y
del esoterismo. Todo eso se llamó New Age, el movimiento de la Nueva Era”.
“Muchas de esas supersticiones
son la puerta de entrada a compromisos más exigentes, que arriesgan a
los incautos a quedar atrapados en una secta”, afirmó, y explicó que “el
inocente coqueteo con esas pseudorreligiones lleva a una persona a ser
víctima de una especie de lavado de cerebro, de secuestro espiritual en
una secta, de la cual es muy difícil salir. Una advertencia seria cabe
respecto de los cultos umbanda, que incursionan en el campo de lo demoníaco y han llevado a muchas personas a quedar bajo la obsesión o
bajo la posesión diabólica. ¡Con estas cosas no se juega!”.
También indicó que “en el régimen
cristiano, en el orden de la fe cristiana, la virtud de religión es
distinta de la virtud de la fe; por eso es importante que esté iluminada
continuamente por la fe, que esté sostenida por la esperanza y que esté
animada por la caridad. Es decir, tiene que haber una relación estrecha
entre la religiosidad, que es propia de una virtud moral y el orden
teologal, el orden de las virtudes teologales, la fe, la esperanza y la
caridad”.
En el final de su reflexión
televisiva, monseñor Héctor Aguer, manifestó que “la religiosidad
natural del hombre debe pasar a través de la puerta de la fe. La fe nos
introduce en el vasto espacio espiritual de la verdad católica, nos
ofrece la experiencia de la gracia en la liturgia de la Iglesia, en la
recepción de los santos sacramentos y nos inserta en una comunidad
cristiana, que no es una secta sino que es la Iglesia católica, la
comunión de los santos, que se hace concreta en la parroquia, en la
capilla, en una pequeña comunidad de barrio”.
“Como conclusión de estas
reflexiones es importante destacar el valor de una formación cada vez
más amplia y más profunda en los contenidos de la fe cristiana. Poseemos
un instrumento para ello, sólido y actualizado, que es el Catecismo de
la Iglesia Católica, de cuya publicación se cumple este año el vigésimo
aniversario. Valga esta mención como un estímulo, como una invitación
para todos ustedes”, culminó.