viernes, 1 de febrero de 2013

El Papa y las Redes Sociales

Nota original: Roberto O'Farrill para Ver y Creer

A partir de la tarea encomendada por Jesucristo, de anunciar el Evangelio por todo el mundo, la Iglesia tiene como misión fundante cumplir esta encomienda. Es por esto que las iglesias tienen campanas y por esto es que san Pablo se desplazó al mundo pagano para predicar al “Dios desconocido” en el areópago de los griegos.
La Iglesia ha sabido valerse de la poderosa cobertura de los medios masivos de comunicación social y ha incursionado en ellos para dar cumplimiento a su misión.


El Papa Pío XI encargó a Guillermo Marconi -el inventor de la radio- la implementación de Radio Vaticana, que salió al aire el 12 de febrero de 1931 como la primera radiodifusora del mundo.


Juan Pablo II emprendió una novedosa evangelización mediante frecuentes viajes apostólicos y en 1983 instituyó el Centro Televisivo Vaticano.
Benedicto XVI, aprovechando las tecnologías digitales, implementó el Canal de la Santa Sede en Youtube el 23 de enero de 2009, y luego, el 12 de diciembre de 2012 lanzó su primer mensaje vía Twitter inaugurando así la novedosa manera de anunciar el Evangelio en las redes sociales.
Es evidente que a sus 85 años el Papa se interesa en estos nuevos modos de comunicación vertiginosa e interactiva. De este interés ha dado cuenta en el mensaje “Redes sociales, portales de verdad y de fe; nuevos espacios para la evangelización” que, con ocasión de la XLII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2013, presentó el 24 de enero, festividad de san Francisco de Sales, patrono de escritores y periodistas.
En su mensaje, el Santo Padre expresa que “estos espacios, cuando se valorizan bien y de manera equilibrada, favorecen formas de diálogo y de debate que, llevadas a cabo con respeto, salvaguarda de la intimidad, responsabilidad e interés por la verdad, pueden reforzar los lazos de unidad entre las personas y promover eficazmente la armonía de la familia humana. El intercambio de información puede convertirse en verdadera comunicación, los contactos pueden transformarse en amistad, las conexiones pueden facilitar la comunión. Si las redes sociales están llamadas a actualizar esta gran potencialidad, las personas que participan en ellas deben esforzarse por ser auténticas, porque en estos espacios no se comparten tan solo ideas e informaciones, sino que, en última instancia, son ellas mismas el objeto de la comunicación”.
La visión del Papa Benedicto sobre la interacción en las redes sociales se dirige hacia un compromiso que para muchos no ha sido considerado aun; y así explica que “las personas se sienten implicadas cuando han de construir relaciones y encontrar amistades, cuando buscan respuestas a sus preguntas, o se divierten, pero también cuando se sienten estimuladas intelectualmente y comparten competencias y conocimientos. Las redes se convierten así, cada vez más, en parte del tejido de la sociedad, en cuanto que unen a las personas en virtud de estas necesidades fundamentales. La cultura de las redes sociales y los cambios en las formas y los estilos de la comunicación suponen todo un desafío para quienes desean hablar de verdad y de valores”.
El Papa muestra abiertamente su deseo de anunciar el Evangelio mediante las tecnologías digitales cuando afirma que las redes sociales “se beneficiarán de la plena participación de los creyentes que desean compartir el Mensaje de Jesús y los valores de la dignidad humana que promueven sus enseñanzas. En efecto, los creyentes advierten de modo cada vez más claro que si la Buena Noticia no se da a conocer también en el ambiente digital podría quedar fuera del ámbito de la experiencia de muchas personas para las que este espacio existencial es importante” y señala que “en las redes sociales se pone de manifiesto la autenticidad de los creyentes cuando comparten la fuente profunda de su esperanza y de su alegría: la fe en el Dios rico de misericordia y de amor, revelado en Jesucristo. Este compartir consiste no solo en la expresión explícita de la fe, sino también en el testimonio, es decir, en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio, incluso cuando no se hable explícitamente de él”.
Las redes sociales -Facebook y Twitter entre ellas- solamente son, como los medios de comunicación, portadores de los mensajes que transmiten, pero la responsabilidad de su contenido ya es de cada usuario. Benedicto XVI recalca, por su parte, que “las redes sociales, además de instrumento de evangelización, pueden ser un factor de desarrollo humano”.
El mensaje del Papa invita a utilizar responsablemente estos medios en los que cada quien muestra quién es y en qué cree. Si es en la verdad… la verdad hablará por sí misma.