"Nunca podremos enseñarle a un chico el horizonte de
grandeza de la patria (…) si usamos nuestra diligencia como escalón de nuestras
ambiciones personales, para nuestro trepar cotidiano, para nuestros mezquinos
intereses, para abultar la caja o para promover los amigos que nos
sostienen".
Su Santidad el Papa Francisco (entonces Jorge Bergoglio, en la Misa por la Educación en la Catedral de la Ciudad de Buenos Aires, abril de 2010)