sábado, 22 de junio de 2013

La Pornografía Causa Adicción

Nota original: Padre Ernesto María Caro para Catholic.Net

Uno de los elementos que está minando fuertemente la sociedad y de manera más contundente las familias, es el uso de la pornografía, la cual, como se ha comprobado recientemente, es un elemento "adictivo" como cualquiera de las drogas, a la cual es fácil adherirse y difícil de salir de ella, causando graves desórdenes en la misma persona y en todo su medio. Desafortunadamente, mientras que para otros tipos de drogas hay programas de prevención e incluso su uso y distribución están penadas por la ley, este tipo de droga se escuda en la ley de "la libre expresión" quedando como una "elección" personal el comparar el material o someterse a su influjo (¿un drogadicto es libre de elegir?).

Lo que no se contempla es que la adicción opera de la misma manera que las otras drogas, por pequeñas cantidades. En el ámbito de la droga, los vendedores del estupefaciente, regalan a sus futuros clientes pequeñas dosis esperando que éstas se apoderen de la persona y creen en ella la dependencia. Una vez conseguida ésta, tienen un cliente seguro. Ya no se regala más y por el contrario se les ofrecen drogas cada vez más poderosas y lógicamente más caras. Lo mismo sucede con la pornografía, con la grande desventaja de que ésta llega prácticamente a casi todo el mundo por medio de nuestros medios ordinarios de comunicación.

En los medios de comunicación ordinaria como son el periódico, la televisión y el cine, la industria de la pornografía va creando el morbo, la curiosidad y con ello la adicción a esta droga. Es triste ver que en prácticamente todos los comerciales de la televisión y de los periódicos se encuentran temas sexuales. La ciencia de la comunicación ha desarrollado ampliamente lo que se llama la "publicidad subliminal" en la cual el aspecto pornográfico pasa desapercibido del consciente de la persona, pero se va filtrando lentamente hasta lo más profundo de la conciencia. En una reciente investigación realizada en los Estados Unidos por la National Coalition for the Protection of Children and Families organización creada para proteger a la sociedad contra los efectos de la pornografía, ha quedado al descubierto que incluso en muchas de las producciones recientes de cuentos, como son "la Sirenita" y "Pokahontas", existen elementos expresamente de carácter sexual, los cuales van modificando en los niños su apreciación con respecto a la relación de la pareja, el matrimonio, y la vida íntima.

Sólo para darnos una idea de la magnitud del problema, en los Estados Unidos, en 1997, la industria de la pornografía ganó más de 8000 millones de dólares. Es pues un problema al que no nos podemos cerrar como comunidad cristiana, pues está dirigido a destruir los hogares y en sí, la vida de la persona. En su efecto devastador, la pornografía no sólo destruye la intimidad de la pareja, sino que, debido a la gran carga de violencia contenida en el material pornográfico, sobre todo contra la mujer, ésta pasa a ser un simple objeto de placer y el blanco de la agresión sexual, lo cual con el tiempo tiende a extenderse a las demás áreas de la vida de los que se ven expuestos a este material, llegando a causar la desintegración total, no sólo de la familia sino del propio individuo. Es totalmente contraria a la vida cristiana, pues si la relación íntima está ordenada por Dios en orden a que la pareja crezca en el amor y en la generosidad, disfrutando como regalo el placer sexual, la pornografía invita a buscar únicamente la experiencia del sexo de una manera totalmente egoísta.

Por otro lado, en la pornografía las relaciones fuera del matrimonio se presentan como una experiencia "excitante y deseable", completamente al margen del compromiso que implica el matrimonio. Hace que la belleza de la mujer sea medida por la proporción de las partes de su cuerpo, devaluando totalmente su calidad humana. Es por ello que los jóvenes que han estado expuestos continuamente a la pornografía son generalmente incapaces de establecer una relación adecuada con una persona, pues sus criterios y expectativas no van en busca del amor sino del placer.

Aunque es triste, recientes estudios han demostrado que, al menos en Estados Unidos, los principales consumidores de pornografía son los jovencitos entre 12 y 17 años. Esto, sin lugar a dudas, nos habla de la falta de atención de los padres en la educación sexual de los hijos, quienes en la pubertad buscan por todos los medios el saciar no sólo su conocimiento sino su curiosidad natural. Al no encontrar respuestas y atención adecuada en el medio familiar, la buscan de manera equivocada entre los amigos, recurriendo naturalmente a las revistas, películas y ahora a Internet.

Uno de los grandes problemas de ser "instruidos" por la pornografía, es que en ella no existe absolutamente nada que les informe sobre el sida, ni de la posibilidad de embarazo en adolescentes, y sobre todo va creando una idea equivocada sobre la relación sexual de la pareja, creando en ellos la idea de que lo que ven es la relación natural que debe existir en una pareja, lo cual es totalmente falso. ¿Consecuencias? Primero, los lleva a pensar que lo que han visto pude ser hecho desde su noviazgo, o con cualquier persona, y ya de casados nunca alcanzan la plena satisfacción con su cónyuge, pues quieren y buscan algo que es irreal, vaciando de contenido y de amor la relación íntima. La pornografía les hace creer a los jóvenes que la mujer "disfruta" siendo desvestida, abusada e incluso violada. Un testimonio que nos hace ver el impacto que la pornografía tiene en los niños es el de Mandí, una "striper" profesional quien dice: "recuerdo a un vecino mayor que yo, el cual, cuando venía a visitarnos me llevaba al garaje y me mostraba revistas pornográficas y decía: «Este es el juego que vamos a jugar juntos»".

Actualmente una de las fuentes más importantes para el mercado de la pornografía es Internet, ya que permite el acceso a material pornográfico de todo tiempo y prácticamente en todo momento. Una investigación hecha por Nielsen Media Reserach, Inc, reveló que el acceso solamente a la página de Penthouse por parte de tres compañías americanas les hace perder más de 347 horas/hombre en el período de un mes. Esto nos revela la importancia que hay que tener sobre la supervisión de este medio, no sólo en las empresas sino en nuestros propios hogares.

Algunas recomendaciones que se han hecho para frenar el acceso a esta información en el ámbito familiar, es no tener la computadora en las recamaras sino en un lugar "público" en donde sea fácil saber que material se está accesando; por otro lado hay diferentes protectores contra la pornografía que pueden ser instalados en la computadora, ya sea adquiriéndolos o rentándolos a las compañías que se están especializando en este campo. Estos, aunque no son totalmente eficaces, si proporcionan un buen nivel de seguridad y algunos de ellos pueden proveer a los padres información sobre el intento de acceso a material pornográfico, lo cual resulta útil para la formación de los hijos. Algunos sitios en donde se pude obtener información sobre esto son: cyberpatrol y SuperKids. Estas páginas están en inglés.

Mantengámonos lejos de la pornografía para tener una vida más sana. Si tú piensas que has sido ya afectado por esta droga busca ayuda antes de que te destruya a ti y a tu familia.
Alejémonos del pecado para vivir en la plenitud del amor de Dios. "La pornografía atenta gravemente a la dignidad de quienes se dedican a ella (actores, comerciantes, público), pues cada uno viene a ser para otro objeto de un placer rudimentario y de una ganancia ilícita. Introduce a unos y a otros en la ilusión de un mundo ficticio. Es una falta grave. Las autoridades civiles deben impedir la producción y la distribución de material pornográfico." CIC 2354.