Nota original: Padre Ernesto María Caro para Catholic.Net
Uno de los elementos que está minando fuertemente la sociedad y de
manera más contundente las familias, es el uso de la pornografía, la
cual, como se ha comprobado recientemente, es un elemento "adictivo"
como cualquiera de las drogas, a la cual es fácil adherirse y difícil de
salir de ella, causando graves
desórdenes en la misma persona y en todo su medio. Desafortunadamente,
mientras que para otros tipos de drogas hay programas de prevención e
incluso su uso y distribución están penadas por la ley, este tipo de
droga se escuda en la ley de "la libre expresión" quedando como una
"elección" personal el comparar el material o someterse a su influjo
(¿un drogadicto es libre de elegir?).
Lo que no se contempla es
que la adicción opera de la misma manera que las otras drogas, por
pequeñas cantidades. En el ámbito de la droga, los vendedores del
estupefaciente, regalan a sus futuros clientes pequeñas dosis esperando
que éstas se apoderen de la persona y creen en ella la dependencia. Una
vez conseguida ésta, tienen un cliente seguro. Ya no se regala más y
por el contrario se les ofrecen drogas cada vez más poderosas y
lógicamente más caras. Lo mismo sucede con la
pornografía, con la grande desventaja de que ésta llega prácticamente a
casi todo el mundo por medio de nuestros medios ordinarios de
comunicación.
En los medios de comunicación ordinaria como son el
periódico, la televisión y el cine, la industria de la pornografía va
creando el morbo, la curiosidad y con ello la adicción a esta droga. Es
triste ver que en prácticamente todos los comerciales de la televisión y
de los periódicos se encuentran temas sexuales. La ciencia de la
comunicación ha desarrollado ampliamente lo que se llama la "publicidad
subliminal" en la cual el aspecto pornográfico pasa desapercibido del
consciente de la persona, pero se va filtrando lentamente hasta lo más
profundo de la conciencia. En una reciente investigación
realizada en los Estados Unidos por la National Coalition for the
Protection of Children and Families
organización creada para proteger a la sociedad contra los efectos de la
pornografía, ha quedado al descubierto que incluso en muchas de las
producciones recientes de cuentos, como son "la Sirenita" y
"Pokahontas", existen elementos expresamente de carácter sexual, los
cuales van modificando en los niños su apreciación con respecto a la
relación de la pareja, el matrimonio, y la vida íntima.
Sólo para
darnos una idea de la magnitud del problema, en los Estados Unidos, en
1997, la industria de la pornografía ganó más de 8000 millones de
dólares. Es pues un problema al que no nos podemos cerrar como comunidad
cristiana, pues está dirigido a destruir los hogares y en sí, la vida
de la persona. En su efecto devastador, la pornografía no sólo destruye
la intimidad de la pareja, sino que, debido a la gran carga de violencia
contenida en el material pornográfico,
sobre todo contra la mujer, ésta pasa a ser un simple objeto de placer y
el blanco de la agresión sexual, lo cual con el tiempo tiende a
extenderse a las demás áreas de la vida de los que se ven expuestos a
este material, llegando a causar la desintegración total, no sólo de la
familia sino del propio individuo. Es totalmente contraria a la vida
cristiana, pues si la relación íntima está ordenada por Dios en orden a
que la pareja crezca en el amor y en la generosidad, disfrutando como
regalo el placer sexual, la pornografía invita a buscar únicamente la
experiencia del sexo de una manera totalmente egoísta.
Por otro
lado, en la pornografía las relaciones fuera del matrimonio se presentan
como una experiencia "excitante y deseable", completamente al margen del
compromiso que implica el matrimonio. Hace que la belleza de la mujer
sea medida por la proporción de las partes de su
cuerpo, devaluando totalmente su calidad humana. Es por ello que los
jóvenes que han estado expuestos continuamente a la pornografía son
generalmente incapaces de establecer una relación adecuada con una
persona, pues sus criterios y expectativas no van en busca del amor sino
del placer.
Aunque es triste, recientes estudios han demostrado
que, al menos en Estados Unidos, los principales consumidores de
pornografía son los jovencitos entre 12 y 17 años. Esto, sin lugar a
dudas, nos habla de la falta de atención de los padres en la educación
sexual de los hijos, quienes en la pubertad buscan por todos los medios
el saciar no sólo su conocimiento sino su curiosidad natural. Al no
encontrar respuestas y atención adecuada en el medio familiar, la buscan
de manera equivocada entre los amigos, recurriendo naturalmente a las
revistas, películas y ahora a Internet.
Uno de los grandes
problemas de ser
"instruidos" por la pornografía, es que en ella no existe absolutamente
nada que les informe sobre el sida, ni de la posibilidad de embarazo en
adolescentes, y sobre todo va creando una idea equivocada sobre la
relación sexual de la pareja, creando en ellos la idea de que lo que ven
es la relación natural que debe existir en una pareja, lo cual es
totalmente falso. ¿Consecuencias? Primero, los lleva a pensar que lo que
han visto pude ser hecho desde su noviazgo, o con cualquier persona, y
ya de casados nunca alcanzan la plena satisfacción con su cónyuge, pues
quieren y buscan algo que es irreal, vaciando de contenido y de amor la
relación íntima. La pornografía les hace creer a los jóvenes que la
mujer "disfruta" siendo desvestida, abusada e incluso violada. Un
testimonio que nos hace ver el impacto que la pornografía tiene en los
niños es el de Mandí, una "striper" profesional quien dice: "recuerdo a un vecino mayor que yo, el cual, cuando venía a visitarnos me
llevaba al garaje y me mostraba revistas pornográficas y decía: «Este
es el juego que vamos a jugar juntos»".
Actualmente una de las
fuentes más importantes para el mercado de la pornografía es Internet, ya que permite el acceso a material pornográfico de todo
tiempo y prácticamente en todo momento. Una investigación hecha por
Nielsen Media Reserach, Inc, reveló que el acceso solamente a la página
de Penthouse por parte de tres compañías americanas les hace perder más
de 347 horas/hombre en el período de un mes. Esto nos revela la
importancia que hay que tener sobre la supervisión de este medio, no
sólo en las empresas sino en nuestros propios hogares.
Algunas
recomendaciones que se han hecho para frenar el acceso a esta
información en el ámbito familiar, es no tener la
computadora en las recamaras sino en un lugar "público" en donde sea
fácil saber que material se está accesando; por otro lado hay diferentes
protectores contra la pornografía que pueden ser instalados en la
computadora, ya sea adquiriéndolos o rentándolos a las compañías que se
están especializando en este campo. Estos, aunque no son totalmente
eficaces, si proporcionan un buen nivel de seguridad y algunos de ellos
pueden proveer a los padres información sobre el intento de acceso a
material pornográfico, lo cual resulta útil para la formación de los
hijos. Algunos sitios en donde se pude obtener información sobre esto
son: cyberpatrol y SuperKids. Estas páginas están en inglés.
Mantengámonos lejos
de la pornografía para tener una vida más sana. Si tú piensas que has sido ya afectado por esta droga busca ayuda antes de que te destruya a ti y a tu familia.
Alejémonos
del pecado para vivir en la plenitud del amor de Dios. "La pornografía
atenta gravemente a la dignidad de quienes se dedican a ella (actores,
comerciantes, público), pues cada uno viene a ser para otro objeto de un
placer rudimentario y de una ganancia ilícita. Introduce a unos y a
otros en la ilusión de un mundo ficticio. Es una falta grave. Las
autoridades civiles deben impedir la producción y la distribución de
material pornográfico." CIC 2354.