Nota original: ACI Prensa
Ante quienes promueven el aborto negando que el niño por nacer sea un humano, el Papa Benedicto XVI
recordó que “no somos un producto casual de la evolución, sino que cada
uno de nosotros es fruto de un pensamiento de Dios y somos amados por
Él”.
El Papa hizo esta reflexión en un mensaje firmado el 13 de
noviembre y enviado a los participantes de la última edición del Atrio
de los Gentiles celebrada del 16 al 17 de noviembre en Braga (Portugal),
reuniendo a creyentes y no creyentes bajo la temática "La aspiración
común de afirmar el valor de la vida humana".
En su mensaje titulado “Como edificios de cemento sin ventanas”, y traducido por el semanario italiano L’Espresso, Benedicto XVI
agradeció a creyentes y no creyentes el unirse en la “inspiración común
de afirmar el valor de la vida humana en vista de la creciente oleada de
la cultura de la muerte”, y anima a seguir manifestándose por la
defensa de la vida.
“¡Sí! Dios ama a toda persona y por eso es
incondicionalmente digna de vivir. ‘La sangre de Cristo, mientras revela
la grandeza del amor del Padre, manifiesta qué precioso es el hombre a
los ojos de Dios y qué inestimable es el valor de su vida’”, dijo.
El
Papa observó que por primera vez en la historia, el hombre ha querido
“sustraerse a la mirada creadora y redentora del Padre, apoyándose en sí
mismo y no en el Poder divino”, cuando en realidad “el valor de la vida
se convierte en evidente sólo si Dios existe”.
“Por esto, sería
bello si los no creyentes quisieran vivir "como si Dios existiera".
Aunque no tengan la fuerza para creer, deberían vivir en base a esta
hipótesis: en caso contrario, el mundo no funciona”, invitó.
“Hay
muchos problemas que deben ser resueltos, pero no lo serán nunca del
todo si no se pone a Dios en el centro, si Dios no se convierte de nuevo
en visible en el mundo y determinante en nuestra vida”, porque “aquél
que se abre a Dios no se aleja del mundo y de los hombres, sino que
encuentra hermanos: en Dios caen nuestros muros de separación, somos
todos hermanos, formamos parte los unos de los otros”.
Finalmente,
el Papa señaló que la conciencia de la sacralidad de la vida nos ha
sido confiada no como algo de lo cual se puede disponer libremente, sino
como un don que hay que custodiar fielmente y que pertenece a la
herencia moral de la humanidad, y en sentido recordó que el hombre
abierto realmente a la verdad y al bien, “es capaz de descubrir en la
ley natural escrita en su corazón el valor sagrado de la vida humana”.
“Desde su inicio hasta su término”, concluyó.
"Jesús llama a los pobres y sencillos pastores por medio de los ángeles para manifestarse a ellos. Llama a los sabios por medio de su misma ciencia. Y todos, movidos por la fuerza interna de su gracia, corren hacia él para adorarlo." (San Pío de Pietrelcina)
martes, 4 de diciembre de 2012
"No Somos Producto Casual de la Evolución sino Fruto del Pensamiento de Dios"
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Publicado por
Revista Fides et Ratio
en
7:09
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