Durante
los días 10 al 17 de junio próximo, tendrá lugar en Dublín, capital de
Irlanda, el 50º Congreso Eucarístico Internacional, que tendrá como
tema: ”La Eucaristía: Comunión con Cristo y entre nosotros”. El
acontecimiento fue presentado en la Oficina de Prensa de la
Santa Sede, por el presidente del Comité Pontificio para los Congresos
Eucarísticos Internacionales, monseñor Piero Marini; el arzobispo de
Dublín, monseñor Diarmuid Martin y el padre Vittore Boccardi SSS, del
secretariado del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos
Internacionales.
El arzobispo Marini explicó que el ritual romano de 1973 'De sacra comunione et de cultu mysterii eucaristici extra Missam' establece qué es un Congreso Eucarístico Internacional. Ese documento, actuando los principios del Vaticano II define el Congreso como una 'statio orbis', es decir 'un alto en el camino para el compromiso y la oración al que una comunidad invita a la Iglesia universal' y durante el cual la celebración eucarística se convierte en el centro y la cima de cualquier forma de piedad, de las diversas manifestaciones, de las reflexiones teológicas y pastorales, de la decisión de los compromisos sociales”.
“Por una afortunada coincidencia -continuó el prelado- el 50°Congreso Eucarístico Internacional que se celebrará en Dublín, coincide con el 50° aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II. Y el Congreso hace referencia a ese hecho ya que su tema central, “La Eucaristía: Comunión con Cristo y entre nosotros”, está tomado del número 7 de la Constitución dogmática sobre la Iglesia (Lumen Gentium). Un tema que recuerda a los bautizados que, a través de la participación en la Eucaristía, se construye la comunión con Cristo y, al mismo tiempo, la comunión con los otros; es decir, en una palabra, la fisonomía más auténtica de la Iglesia. El énfasis progresivo en la eclesiología de comunión por la cual 'hay un influjo causal de la Eucaristía en los orígenes mismos de la Iglesia', está lleno de consecuencias pastorales, eclesiológicas y ecuménicas que el Congreso de Dublín analizará en el simposio teológico que lo precede”.
El arzobispo explicó también que al Congreso asistirán miles de peregrinos procedentes de todo el mundo que, además de celebrar juntos la Eucaristía, rezar y unirse a diversas procesiones, participarán en 18 conferencias generales y en 150 laboratorios y grupos de discusión enfrentando importantes temas religiosos y viviendo una “auténtica solidaridad eclesial”.
Por su parte, monseñor Diarmuid Martin, recordó que en 1932 Dublín fue sede del 31° Congreso Eucarístico Internacional. “La Iglesia en Irlanda de 1932 era muy distinta de la Iglesia en Irlanda de hoy -afirmó-. El Congreso Eucarístico debe dirigirse a los que participan en él dentro del contexto de la cultura en que viven” y el de 2012 “reflejará y presentará a la Iglesia en Irlanda, una Iglesia que ha hecho y todavía hace frente a retos enormes, pero una Iglesia que está viva y vital, y tiene ganas de emprender un camino de renovación”.
“Hay divisiones dentro de la Iglesia de Irlanda y, a veces, divisiones que no son sanas. Me parece volver la vista a 1932 y a la sociedad irlandesa de entonces que, menos de diez años antes, había sido herida terriblemente por una enconada guerra civil durante dos años. Dice mucho en favor de mi antecesor, el arzobispo Edward Byrne, haber celebrado el Congreso como un acontecimiento de reconciliación y de reconstrucción de la unidad. Por primera vez en Irlanda, poco después de su independencia, hombres y mujeres pertenecientes a dos frentes que habían estado divididos, se reunieron para trabajar juntos en un proyecto común. La Eucaristía tiene el poder de reconciliar. La comunión con Cristo alimenta la comunión y la reconciliación con el prójimo”.
“El 50° Congreso Internacional de Dublín -afirmó el arzobispo- será una vez más una oportunidad de renovación y reconciliación. Será un acontecimiento que llamará a todos los católicos a la centralidad de la Eucaristía en la vida de la Iglesia, el culmen al que tienden todas las actividades de la Iglesia y la fuente de la que brota toda su vida”. Esa celebración “llamará a la Iglesia en Irlanda a la centralidad de la renovación espiritual y al sentido de la Iglesia como Cuerpo de Cristo”.
El prelado subrayó que el Congreso contará con una “fuerte participación ecuménica de las otras iglesias cristianas en Irlanda” y anunció que concluirá con la misa celebrada por el delegado pontificio, el cardenal Marc Ouellet PSS, prefecto de la Congregación para los Obispos, el domingo 17 de junio en Croke Park. Durante la ceremonia el Papa enviará un mensaje televisado.
El arzobispo Marini explicó que el ritual romano de 1973 'De sacra comunione et de cultu mysterii eucaristici extra Missam' establece qué es un Congreso Eucarístico Internacional. Ese documento, actuando los principios del Vaticano II define el Congreso como una 'statio orbis', es decir 'un alto en el camino para el compromiso y la oración al que una comunidad invita a la Iglesia universal' y durante el cual la celebración eucarística se convierte en el centro y la cima de cualquier forma de piedad, de las diversas manifestaciones, de las reflexiones teológicas y pastorales, de la decisión de los compromisos sociales”.
“Por una afortunada coincidencia -continuó el prelado- el 50°Congreso Eucarístico Internacional que se celebrará en Dublín, coincide con el 50° aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II. Y el Congreso hace referencia a ese hecho ya que su tema central, “La Eucaristía: Comunión con Cristo y entre nosotros”, está tomado del número 7 de la Constitución dogmática sobre la Iglesia (Lumen Gentium). Un tema que recuerda a los bautizados que, a través de la participación en la Eucaristía, se construye la comunión con Cristo y, al mismo tiempo, la comunión con los otros; es decir, en una palabra, la fisonomía más auténtica de la Iglesia. El énfasis progresivo en la eclesiología de comunión por la cual 'hay un influjo causal de la Eucaristía en los orígenes mismos de la Iglesia', está lleno de consecuencias pastorales, eclesiológicas y ecuménicas que el Congreso de Dublín analizará en el simposio teológico que lo precede”.
El arzobispo explicó también que al Congreso asistirán miles de peregrinos procedentes de todo el mundo que, además de celebrar juntos la Eucaristía, rezar y unirse a diversas procesiones, participarán en 18 conferencias generales y en 150 laboratorios y grupos de discusión enfrentando importantes temas religiosos y viviendo una “auténtica solidaridad eclesial”.
Por su parte, monseñor Diarmuid Martin, recordó que en 1932 Dublín fue sede del 31° Congreso Eucarístico Internacional. “La Iglesia en Irlanda de 1932 era muy distinta de la Iglesia en Irlanda de hoy -afirmó-. El Congreso Eucarístico debe dirigirse a los que participan en él dentro del contexto de la cultura en que viven” y el de 2012 “reflejará y presentará a la Iglesia en Irlanda, una Iglesia que ha hecho y todavía hace frente a retos enormes, pero una Iglesia que está viva y vital, y tiene ganas de emprender un camino de renovación”.
“Hay divisiones dentro de la Iglesia de Irlanda y, a veces, divisiones que no son sanas. Me parece volver la vista a 1932 y a la sociedad irlandesa de entonces que, menos de diez años antes, había sido herida terriblemente por una enconada guerra civil durante dos años. Dice mucho en favor de mi antecesor, el arzobispo Edward Byrne, haber celebrado el Congreso como un acontecimiento de reconciliación y de reconstrucción de la unidad. Por primera vez en Irlanda, poco después de su independencia, hombres y mujeres pertenecientes a dos frentes que habían estado divididos, se reunieron para trabajar juntos en un proyecto común. La Eucaristía tiene el poder de reconciliar. La comunión con Cristo alimenta la comunión y la reconciliación con el prójimo”.
“El 50° Congreso Internacional de Dublín -afirmó el arzobispo- será una vez más una oportunidad de renovación y reconciliación. Será un acontecimiento que llamará a todos los católicos a la centralidad de la Eucaristía en la vida de la Iglesia, el culmen al que tienden todas las actividades de la Iglesia y la fuente de la que brota toda su vida”. Esa celebración “llamará a la Iglesia en Irlanda a la centralidad de la renovación espiritual y al sentido de la Iglesia como Cuerpo de Cristo”.
El prelado subrayó que el Congreso contará con una “fuerte participación ecuménica de las otras iglesias cristianas en Irlanda” y anunció que concluirá con la misa celebrada por el delegado pontificio, el cardenal Marc Ouellet PSS, prefecto de la Congregación para los Obispos, el domingo 17 de junio en Croke Park. Durante la ceremonia el Papa enviará un mensaje televisado.