En la pasada entrega de los premios Oscar fue
invitada la primera mujer que fue pareja cinematográfica del 'rey del rock',
Elvis Presley. Ahora ella es una monja benedictina y tiene 73 años. Se trata de
Dolores Hicks. Estaba emparentada con el cantante y actor Mario Lanza. Acudió nuevamente
a Hollywood, ya que fue nominado a los Premios Óscar el documental, en la
categoría de cortometrajes de no ficción, acerca de su vida, llamado “Dios es
el más grande Elvis” (God is the Bigger Elvis). Un título no muy apropiado, pero
que hace clara referencia a cómo prefirió a Dios antes que al cantante más
popular y codiciado de esos años.
Fue en 1956, con el nombre artístico de
«Dolores Hart», que actuó en la película Loving You, interpretando el
papel de pretendiente de Elvis Presley, siendo la primera mujer que le dio un beso
en el cine al cantante.
Pero no sólo participó en dos películas con el
cantante, sino también con grandes actores de su juventud, como Anthony Quinn,
Montgomey Clift, Robert Wagner y George Hamilton. Incluso una de las películas
más taquilleras de 1962, titulada “¿Dónde están los chicos?”. Su trabajó le
valió ganar varios premios.
Estaba a punto de firmar con el productor de
Casablanca, Harold B. Wallis, un contrato por más de un millón de dólares
anuales, y uno de los modistos de las estrellas ya le había terminado el traje
para su boda con Don Robinson, un promotor inmobiliario millonario de Los
Ángeles cuando sucedió algo. Ella, de 24 años, una joven muy hermosa, famosa, tenía
a sus pies a todo Hollywood, pero… decidió dejarlo todo para seguir a Dios
por un camino distinto: pidió ser admitida como monja de clausura en la Abadía
de Regina Landis, en el estado de Connecticut, en Estados Unidos.
No le fue fácil. La propia Hart, ahora “Madre
Dolores” lo admitía hace un año en una entrevista: «Los siete primeros años
fueron muy duros». Pero no se arrepiente y es muy feliz. En su
convento, Hart es la abadesa. Y no ha dejado del todo su vocación artística: en
1996, grabó un CD con oraciones y cánticos religiosos. Y desde que llegó
celebra festivales de teatro en verano, claro que “intramuros”.
La hermana Dolores ha usado sus conexiones en
Hollywood: cuando la comunidad necesita ayuda. Por ejemplo, requerían una nueva
instalación eléctrica, y no tenían dinero. Una llamada telefónica de la madre
Dolores a un viejo conocido arregló todo inmediatamente. ¿Quién fue el donante?
Paul Newman.
Hart trabaja el campo y canta gregoriano.
También es miembro de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas,
lo que implica que puede votar en los Oscar y que su opinión vale tanto como la
de Spielberg. Todos los años tenía la visita de Don Robinson,
su pretendiente, que murió el año pasado aún soltero. Antes de morir, Robinson
declaró: «Hemos madurado juntos, como si hubiésemos sido un matrimonio».
Hart no extraña su vida de estrella. Cuando le
mostraron un video casero en el que aparece con Elvis y unos amigos en una
fiesta, dijo: «Esa chica que se ve ahí era mucho más seria que lo que yo soy
ahora. Estaba mucho más herida por la vida».
La madre Dolores es un ejemplo de no anteponer
nada al amor a Dios. Como recordaba el beato Juan Pablo II: ¡No tengáis miedo!
Hemos de decidirnos a seguir el camino particular que Él nos señale, confiando
que es el mejor.