Marcos 14,22-25: Y mientras estaban comiendo, tomó pan, lo bendijo,
lo partió y se lo dio y dijo: «Tomad, este es mi cuerpo.»
Tomó luego una copa y, dadas las gracias, se la dio, y
bebieron todos de ella. Y les dijo: « Esta es mi sangre de la
Alianza, que es derramada por muchos. Yo os aseguro que ya no
beberé del producto de la vid hasta el día en que lo beba nuevo en el Reino
de Dios. »