Décimo Aniversario de la Muerte del Cardenal Van Thuân: La Humildad de Saber Esperar

Fuente: Osservatorio Internazionale Cardinale van Thuan sulla Dottrina Sociale della Chiesa
Texto trilingüe del Monseñor Giampaolo Crepaldi


El domingo 16 de septiembre de 2012 hemos recordado el décimo aniversario de la muerte del Cardenal Van Thuân, que ha inspirado el nacimiento de nuestro Observatorio y que todavía inspira su actividad. Es para mí y para todos nosotros una ocasión para recordarlo en la oración, especialmente en la Santa Misa, y para elegir alguno de sus textos para releer algún pasaje significativo. Las palabras del Cardenal tenían siempre la capacidad de dar serenidad y fuerza y de impulsar una fe renovada en el Señor.

Estos días, pensando en él, al cual he tenido la fortuna de conocer desde cerca, me he parado a pensar y reflexionar sobre todo en su humildad y he intentado aplicarla a mi vida. La humildad, entre otras cosas, exige también la “fuerza de esperar”. Cuando pensamos que todo depende de nosotros queremos resultados inmediatos, pero si somos humildes, sabemos esperar a que llegue el momento que debe venir, si así el Señor lo quiere. En la espera también se puede ser feliz.

Nuestras espectativas pretenden muchas veces resultados concretos y tangibles, porqué también estamos compuestos de naturaleza material. Pero aquello que pretendemos y aguardamos debe ser visto a la luz de aquello que “esperamos”, de Aquél que debe venir, del Esposo. De esta espera cogen sabor también las pequeñas espectativas y hasta algunas desilusiones, especialmente cuando habíamos puesto en ellas un poco de nuestro orgullo.
Devo admitir que también en la vida de nuestro Observatorio, a veces tenemos que resignarnos a esperar. Esperar que maduren ciertos procesos, que lleguen ciertos recursos, que sean alcanzados algunos objetivos que nos proponemos. Este año ha sido así: alguna actividad se retrasa, otra en cambio ha encontrado algunos problemas que no esperabamos, otras en cambio proceden de acuerdo a la agenda.

Nosotros buscamos de hacer nuestro trabajo con seriedad, pero pedimos al cardenal Van Thuân que desde el Cielo nos ayude a saber esperar y a ser humildes.