jueves, 1 de noviembre de 2012

Relacionan las Enfermedades Mentales con la Creatividad

Fuente: Revista Investigación y Ciencia (edición española de Scientific American)
Trabajo Original: Journal of Psychiatric Research


Las personas con profesiones creativas presentan con mayor frecuencia trastornos mentales que la población general. En particular destaca el vínculo entre la escritura y la esquizofrenia. 

En 2011, el mismo equipo del Instituto Karolinska ya demostró que en las familias en las que existía un historial de trastorno bipolar o de esquizofrenia eran más frecuentes las profesiones artísticas o científicas, si se comparaba con la población en general. 


Un paso más allá

A raíz de los resultados del primer estudio, los investigadores del Instituto Karolinska decidieron ampliar la investigación mediante el análisis de otras enfermedades psiquiátricas, entre ellas, el trastorno esquizoafectivo, la depresión, el síndrome de ansiedad, el abuso de sustancias (alcohol y drogas), el autismo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, la anorexia nerviosa y el suicidio. En esta ocasión también optaron por incluir a pacientes no hospitalizados. En total, se contó con 1.2 millones de participantes en el estudio. Se analizó tanto a los pacientes como a los familiares, hasta un nivel de parentesco de primo segundo. 

Los resultados confirmaron la conclusión obtenida en el primer estudio: ciertas enfermedades mentales (como el trastorno bipolar) son más frecuentes entre las personas que ejercen profesiones relacionadas con el arte y la ciencia (bailarines, investigadores, fotógrafos y escritores, entre otras). En el caso concreto de los escritores, estos parecen más propensos a presentar enfermedades mentales como la esquizofrenia, la depresión, el síndrome de ansiedad y el abuso de sustancias, así como de manifestar un 50% más de posibilidades de cometer suicidio que la población general.

La investigación reveló asimismo que las profesiones creativas eran más comunes entre los familiares de pacientes con esquizofrenia, trastorno bipolar, anorexia nerviosa y, hasta cierto grado, el autismo. Según Simon Kyaga, del  Departamento de Epidemiología Médica y Bioestadística del Instituto Karolinska y uno de los autores, los resultados son un motivo para reconsiderar el enfoque que se dan actualmente al tratamiento de las personas con trastornos mentales. "Si tenemos en cuenta que ciertos fenómenos asociados con la enfermedad de los pacientes resultan beneficiosos, se abre una nueva vía de tratamiento", indica Kyaga. Y añade: "En estos casos, médico y paciente deben llegar a un acuerdo sobre qué debe tratarse y a qué precio".