jueves, 1 de agosto de 2013

Un Periodista Beatificado (el Matrimonio como Vocación a la Santidad)

Autor: Padre José Martínez Colín

1) Para saber

            Enrique Lacordaire era considerado el mejor orador sagrado y un gran intelectual en la Francia del siglo XIX. Solían ir a escucharle muchísima gente, incluyendo los principales intelectuales y no solo los católicos, sino también los escépticos que se sentían conmovidos ante la sabiduría de este sacerdote. Tenía un amigo llamado Federico Ozanam que era un profesor de gran prestigio en La Sorbona, además de dirigir varias publicaciones. Lacordaire también promovía vocaciones sacerdotales. Veía en Federico a un buen candidato y decía que era tan bueno que no solo podría ser un buen sacerdote, sino llegar a ser un excelente obispo. Sin embargo Federico encontró una novia y se casó. Entonces Lacordaire comentó: “Pobre Federico, también él ha caído en la trampa”. 


            Dos años después Lacordaire fue a Roma y lo recibió el papa Pio IX. Cuando el Papa lo vio le llamó: “Venga, venga, Padre; siempre había oído decir que Jesús instituyó 7 sacramentos. Pero ahora viene usted y dice que ha instituido 6 sacramentos y una trampa. No, padre, el matrimonio no es una trampa, es un sacramento muy grande”.

2) Para pensar

           Efectivamente, el matrimonio es un camino de santidad y a través de él los cónyuges han de saber encontrarse con Dios. 

          Odoardo Focherini fue un padre de familia, tuvo siete hijos, y periodista italiano que supo encontrar la santidad en su matrimonio. Falleció a los 37 años de edad y entre sus muchas obras de caridad para los necesitados, salvó de morir a más de 100 judíos en 1944 durante la época de la persecución nazi. Este laico católico fue beatificado el 15 de junio en la ciudad de Carpi, al norte de Italia.

Los judíos a los que salvó se consideraban “los milagros de Odoardo” y lo creían su salvador y ángel. Olga, su hija mayor, tenía trece años cuando su padre fue asesinado. Lo recuerda como un padre amoroso que jugaba con sus hijos. También era un marido cariñoso que compartía con su mujer la preocupación por transmitir los valores cristianos. Uno de sus 21 nietos, Francesco Manicardi, declaró que “su prójimo fue su familia y los judíos".

Odoardo Focherini murió en un campo de concentración nazi en 1944.

Este ejemplar padre de familia se casó en 1930 con Maria Marchesi. Durante sus años de casado, este laico italiano ayudó a organizar diversos eventos diocesanos como congresos eucarísticos, y en 1939 se convirtió en el director del diario católico L’Avvenire.

Su ayuda a los judíos comenzó en 1942 cuando le pidió permiso a su esposa para ayudar a darles identificaciones falsas para que los que huían de los nazis pudieran cruzar la frontera ítalo-suiza.

De acuerdo al postulador, Focherini nunca pronunció "una sola palabra de odio contra sus perseguidores… Podemos decir que merece no sólo la corona de la fe, sino también la de la caridad", concluyó.

3) Para vivir

Ciertamente fue un acto heroico arriesgar su vida por salvar a otros. Sin embargo, no fue solo ese hecho el que llevó a reconocer la vida santa de Odoardo, sino toda su vida familia. Así lo apuntaba el Obispo de Carpi, su ciudad natal, Mons. Francesco Cavina: “En su vida de padre de familia no hubo separación entre su vida espiritual y su vida familiar. Fue un hombre completo porque el trabajo, la familia y el apostolado en la Iglesia fueron su camino para la beatificación… Él se dejó transformar por Jesucristo hasta que, como Él, murió".