1) Para saber
Dos años después Lacordaire fue a Roma y lo recibió el papa Pio IX. Cuando el Papa lo vio le llamó: “Venga, venga, Padre; siempre había oído decir que Jesús instituyó 7 sacramentos. Pero ahora viene usted y dice que ha instituido 6 sacramentos y una trampa. No, padre, el matrimonio no es una trampa, es un sacramento muy grande”.
2) Para pensar
Odoardo Focherini fue un padre de familia, tuvo siete hijos, y periodista italiano que supo encontrar la santidad en su matrimonio. Falleció a los 37 años de edad y entre sus muchas obras de caridad para los necesitados, salvó de morir a más de 100 judíos en 1944 durante la época de la persecución nazi. Este laico católico fue beatificado el 15 de junio en la ciudad de Carpi, al norte de Italia.
Los judíos a los
que salvó se consideraban “los milagros de Odoardo” y lo creían su salvador y
ángel. Olga, su hija mayor, tenía trece años cuando su padre fue asesinado. Lo
recuerda como un padre amoroso que jugaba con sus hijos. También era un marido
cariñoso que compartía con su mujer la preocupación por transmitir los valores
cristianos. Uno de sus 21 nietos, Francesco Manicardi, declaró que “su prójimo
fue su familia y los judíos".
Odoardo Focherini
murió en un campo de concentración nazi en 1944.
Este ejemplar padre
de familia se casó en 1930 con Maria Marchesi. Durante sus años de casado, este
laico italiano ayudó a organizar diversos eventos diocesanos como congresos
eucarísticos, y en 1939 se convirtió en el director del diario católico
L’Avvenire.
Su ayuda a los
judíos comenzó en 1942 cuando le pidió permiso a su esposa para ayudar a darles
identificaciones falsas para que los que huían de los nazis pudieran cruzar la
frontera ítalo-suiza.
De acuerdo al
postulador, Focherini nunca pronunció "una sola palabra de odio contra sus
perseguidores… Podemos decir que merece no sólo la corona de la fe, sino
también la de la caridad", concluyó.
3) Para vivir
Ciertamente fue un
acto heroico arriesgar su vida por salvar a otros. Sin embargo, no fue solo ese
hecho el que llevó a reconocer la vida santa de Odoardo, sino toda su vida
familia. Así lo apuntaba el Obispo de Carpi, su ciudad natal, Mons. Francesco
Cavina: “En su vida de padre de familia no hubo separación entre su vida
espiritual y su vida familiar. Fue un hombre completo porque el trabajo, la familia
y el apostolado en la Iglesia fueron su camino para la beatificación… Él se
dejó transformar por Jesucristo hasta que, como Él, murió".