Santa Ana y San Joaquín,
abuelos de Jesús (26 de Julio)
¡cuánto es mi gozo al considerar que fueron escogidos
entre todos los santos de Dios para dar cumplimiento divino
y enriquecer al mundo con la gran Madre de Dios, María Santísima!
Por tan singular privilegio,
han llegado a tener la mayor influencia sobre ambos,
Madre e Hijo,
para conseguirnos las gracias que más necesitamos.
Con gran confianza recurro a su protección poderosa
y les encomiendo todas mis necesidades espirituales
y materiales y las de mi familia.
Especialmente la gracia particular que confío
a su solicitud y vivamente deseo obtener
por su intercesión.
Como ustedes fueron ejemplo perfecto de vida interior,
obténgame el don de la más sincera oración.
Que yo nunca ponga mi corazón
en los bienes pasajeros de esta vida.
Denme vivo y constante amor a Jesús y a María.
Obténganme también una devoción sincera y
obediencia a la Santa Iglesia y al Papa que la gobierna
para que yo viva y muera con fe, esperanza y perfecta caridad.
Que yo siempre invoque los santos Nombres de Jesús y de María, y así me salve.
Amén.